Enrique Meléndez / especial Noticiero Digital / imagen cortesía 2001 / 10 nov 2015.- Félix Seijas Rodríguez, director de la encuestadora Delphos, aseguró que un nuevo fenómeno se verá en las estas parlamentarias, pues el chavismo se presenta en dos bloques; aquél que reniega de Maduro y aquel que está resteado con Maduro, y que ambos bloques piensan distinto y tienen expectativas distintas.
La afirmación la hizo en el marco del foro que organizó la fundación Espacio Abierto, que dirige Luis Manuel Esculpi.
Comenzó su peroración abordando el tema de la ansiedad que siente la familia venezolana, no tanto porque no se consigan los productos básicos de alimentación e higiene; pues, a su juicio, al final se consiguen, sino por la inseguridad de no saber si se pueden volver a encontrar – algo que debilita mucho la imagen del gobierno frente a las elecciones de próximo 6 de diciembre.
Indicó que a esto se añadía el hecho de que la imagen de Nicolás Maduro está en su peor momento; de modo que esta situación inducía a que se pudiera registrar un alto índice de abstención dentro del oficialismo, lo que sería muy grave, vista su debilitada posición en las encuestas.
Aseguró que a nivel nacional la MUD tiene una ventaja significativa, con un 20% de diferencia; pero que a nivel de los circuitos la cosa cambia y que mientras más rural es un circuito, mayores son los votantes que se identifican con el oficialismo sólo que, advirtió, ahora hay una división en estas filas pues existe el chavista que reniega de Maduro, y el chavista resteado con Maduro; y que ambos bloques piensan distintos y se diferencian en sus expectativas. Por eso, concluyó, esta elección no se puede considerar polarizada.
Se refirió al caso de circuitos donde siempre ganaba el chavismo y ahora parecen voltearse las preferencias. “Ciertamente, la ventaja es brutal en cuanto a la posición de la oposición en las encuestas. Una ventaja que no se veía desde el 2002, y hay una diferencia, incluso, con respecto a 2002, y es que ahora es ventaja se ve más sólida a nivel nacional”.
Admitió el doctor en Ciencias Estadísticas que esa posición tan ventajosa de la oposición generaba una gran repercusión; pero que de todas formas había que meterse en cada circuito porque, a su juicio, ésta no es una elección nacional y cada circuito es un mundo: Puso como ejemplo el caso del circuito 1 de Portuguesa, que incluye a Guanre, donde se registra una cierta ventaja de la oposición pero con una cantidad de personas que no se han decidido por quien votar grande y que si uno las analiza allí, la mayoría son de tendencia oficialista.
“Uno se mete en otros circuitos, y hay porcentajes grandes de personas que no han decidido por quien votar, y que son de tendencia contraria, es decir, de la oposición”.
En cuanto al número de diputados que pudiera obtener la oposición, indicó que todas las encuestas señalan que pudiera alcanzar la mayoría simple y que tendría que cometer un craso error para dejarse arrebatar la victoria, aunque no descartó que el gobierno va a estar preparado para utilizar todos los recursos a su favor a los fines de amedrentar a los votantes, y mencionó el caso de la autocensura en los medios.
Trajo a colación el caso de los centros de votación que se encuentran en las zonas rurales o en barriadas populares, y en donde al testigo de la oposición lo sacan a punta de pistola; por lo que, a su juicio, la oposición tiene que hacer algo para enfrentar este tipo de situaciones.
“Porque yo estoy seguro que fraude, una vez que se ha pisado el voto, no hay, y si lo llegase a haber, sería el principio del fin como ha ocurrido en todas partes del mundo. Aquí el fraude está antes de la máquina electrónica y es votar por el que no fue”.
Seijas Rodríguez explicó varias de las “artimañas” de las que se valen los funcionarios oficialistas para llevar a cabo esta forma de impostura, desde el voto asistido hasta el voto arrastrado y el voto del triple cedulado, y al tocar el tema de los motorizados planteó que enfrentar a los del oficialismo con motorizados de la oposición es factible en una ciudad como Caracas, pero no lo imaginó en un pueblo remoto del interior del país.
“No es que se pueda descartar como recurso. Pero es complicado, sobre todo, mientras más rural es el circuito del que estamos hablando. Porque, además, se le puede revertir al gobierno el sistema electoral paralelo que tenemos; que favorece no tanto la cantidad de votos, que tenga a nivel nacional, sino la concentración de esos votos en diferentes circuitos”.
Al referirse al comportamiento de los no alineados indicó que eso depende del circuito. “En algunos casos nos dicen unas cosas, en otros casos nos van diciendo otras. Aquí la oposición debe ganar sin duda alguna sólo que va a ganar con un voto que todavía es prestado, y lo mismo hubiera sucedido en el 2003 si el referéndum no se hubiese torpedeado con medidas dilatorias por parte del Ejecutivo, hubiese ganado seguramente la oposición”.
Definió como “voto prestado” aquel en el que elector votaría por el fallecido presidente Hugo Chávez si estuviera vivo pero que ahora prefiere votar contra el oficialismo. Dijo que esto se comprueba en las entrevistas a profundidad, donde las personas, según Seijas, critican a Chávez porque se trataba de un hombre muy testarudo; reconociéndole, no obstante, que tenía buenas ideas.
Representó esta situación en un diálogo imaginario entre el encuestador y el entrevistado, y donde se observa que se consideraba a Chávez un genio como estadista; que tenía grandes ideas como gobernante sólo que nunca se ejecutaron; y que incluso creen en el argumento de la guerra económica, cosa que no es de hoy sino que siempre la ha habido, y que Chávez sí sabía como combatirla.
“Por eso es que yo hablo de un voto prestado; porque si uno le pregunta a la persona que si confía plenamente en la dirigencia de la oposición, responden que no”.
Indicó que en esta oportunidad habrá una corriente importante de personas afectas al régimen chavista que van a votar con la nariz tapada, y que eso era lo que él conocía como el voto prestado; un voto castigo hacia Maduro, y que reflejaba la desesperación de estas personas porque se dé ciertamente un cambio.
Al referirse al CNE aceptó que desde el punto de vista técnico está muy bien evaluado a nivel público, y que la gran crítica estribaba en su accionar político, y que ahí sí había una valoración bastante desfavorable hacia el CNE en el caso de los sectores de la oposición, y que para el caso de los chavistas había toda una picaresca que los llevaba a admitir que, sí, que dicha institución se vale de la trampa, pero que era mejor así.
“El factor común de esa diversidad que compone el mercado electoral, desde al chavista más radical, hasta el opositor más radical es el deseo de cambio. Cada uno de los grupos lo visualiza de una manera distinta. El chavista más radical debe estar prendiendo velas, para que resucite Chávez, y el opositor lo que dice es borrón y cuenta nueva; que esta gente salga del panorama”.
Para Seijas Rodríguez, esto hace que las elecciones adquieran carácter presidencial, y que esto era única y exclusivamente porque esta gente estaba viendo en esta elección la esperanza de cambio, y que esa era la conexión que debía buscar la oposición con el elector.
“Si aquí no hay conexión con un posible cambio, y que se vea a la AN como una cosita, que no va a hacer nada, nadie va a salir a votar. De modo que la conexión tiene que ser con el cambio, y que hacia allá tiene que estar orientada la campaña de los candidatos de la oposición”.
Se refirió a la situación de silencio que pesa sobre la oposición, teniendo presente que no tiene casi cabida en los medios de comunicación, aparte del poco financiamiento que percibe por razones también de presión del gobierno sobre quienes contribuyen dineros para las campañas y que cuando lo hacen prefieren enviar el recurso desde su oficina, para que no se vea.
Pero que los candidatos oficialistas tienen una gran desventaja en estos momentos, y es que no les conviene retratarse con Nicolás Maduro, y, entre tanto, Maduro sí quiere que todo el mundo se retrate con tiene muy poca presencia.e esttáos circuitos menos urbanos donde edstpunta de lanza, el que tiene que moverse, el que tiene que él.
Indicó que, por ejemplo, en Táchira no se habla sino de “los candidatos de la patria”, en otro lugar, “los candidatos de Chávez”, pero que en ninguna parte se escucha hablar de los candidatos de Maduro o de Diosdado, y que en consecuencia, el candidato opositor en este momento es la punta de lanza, el que tiene que moverse, el que tiene que dar la cara y, sobre todo, en esos circuitos menos urbanos donde está muy clarito en los números que la oposición tiene muy poca presencia.
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