Friday, January 29, 2016

Contraloría cojitranca

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Editorial El Nacional

Cinco diputados que los rojos denominan "bancada de la patria" y el vulgo llama "gran narcopolo patriótico" fueron designados miembros de la Comisión Permanente de Contraloría, una instancia que en el período 2011-2016 estuvo presidida por Pedro Carreño quien se las echó olímpicamente al hombro, arguyendo que las materias por discutir en ella fueran delegadas a Maduro para que las resolviera como habilitado, lo que no hizo y explica por qué
campea la corrupción en el alto gobierno.
Pues sí, cinco diputados que intentarán ­esto se puede decir sin miedo a equivocar el pronóstico­ poner toda suerte de trabas para que no se investiguen los desafueros administrativos del nicochavismo. No es casual que dos milicos, Cabello y el Pollo, cuyos nombres supuestamente aparecen en las listas negras estadounidenses, se hayan integrado a la citada comisión para procurar no sólo esconder sus rabos de paja, sino advertir con antelación a sus compinches sobre las averiguaciones que se adelanten contra éstos.
A pesar de los obstáculos con que la minoría sembrará el camino a ser hollado por los parlamentarios dispuestos a encarrilar la cosa pública, no podrán seguir ocultando el enriquecimiento ilícito que han catapultado a Venezuela al primer lugar entre los países con mayor corrupción en América Latina.
Continuarán negándose a permitir que se investiguen las denuncias por peculado que la nueva mayoría quiere agilizar, para que las imputaciones no se queden en el limbo y siga reinando la impunidad que, lo largo de 17 años, ha facilitado obscenas acumulaciones de fortunas rojo rojitas mediante toda clase de manejos irregulares.
Una prueba de la terca e incomprensible negativa del PSUV de sumar sus esfuerzo para adecentar la gestión de gobierno y castigar a quienes hacen uso indebido de fondos del Estado, ha sido el rechazo de Pedro Carreño a una propuesta de Conrado Pérez, diputado opositor, para que se investigue a fondo el destino de 450 millones de dólares que estaban supuestos a ser invertidos en la construcción del acueducto metropolitano de Valera, que nunca se realizó.
Carreño objetó vehementemente la comparecencia de otro enlistado por la justicia de Estados Unidos, Henry Rangel Silva y, escudándose en la presunción de inocencia, él y sus camaradas se negaron de plano a desburocratizar el reglamento de la comisión "para eliminar las trabas a los ciudadanos en la presentación de denuncias" ante el citado órgano contralor.
Aducen que el denunciante debe poner en manos de abogados sus señalamientos, haciendo caso omiso de la sabiduría popular: si el río suena, piedras trae.
No ha sido muy edificante la faena de la minoría obstruccionista (que no haya en qué palo ahorcarse) que arguyó tembleques refutaciones a las graves denuncias de Freddy Guevara, integrante de la MUD y presidente de la comisión cuando este les dijo: "En este país no se sabe dónde están 300.000 millones de dólares y hay gente que muere por falta de medicinas". Agarren ese pollo ahí, desplumado.

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