Enrique Meléndez / especial Noticiero Digital / imagen cortesía Analítica / 25 abr 2016.- El ex senador Alexander Luzardo asegura que el proyecto de Zona de Desarrollo Estratégico Nacional Arco Minero del Orinoco en el estado Bolívar, contemplado en el motor minero que el presidente Nicolás Maduro anunció recientemente, ocasionará daños irreversibles a la cuenca del Caroní y a la central hidroeléctrica del Guri.
Luzardo, quien fue el autor de las normas ambientales contempladas en la Constitución de 1999, en su condición de presidente de la Comisión de Ambiente del Senado de aquella época, será interpelado este martes por la Comisión de Energía y Minas, la Comisión de Ambiente y la subcomisión que investiga el caso de Tumeremo de la AN sobre lo que califica como el gravísimo tema del Arco Minero.
Comenzó refiriéndose a la crisis del sistema eléctrico nacional producto, según Luzardo, de la improvisación y falta de mantenimiento, y desmintió que el embalse El Guri, uno de los lagos artificiales más grandes del mundo, se esté llenando gracias a las lluvias que han caído.
“Llenar un embalse gigantesco como El Guri requiere de mucha intensidad de lluvias en las cabeceras del Caroní, y eso todavía no se ha producido. Además, hay otro problema, y es que con las primeras lluvias baja mucho barro; de modo que si la intensidad de las lluvias no se mantiene, también puede afectar el desenvolvimiento de las turbinas”.
Reiteró de denuncia sobre mala praxis gerencial del complejo hidroeléctrico que constituye el tercero más grande del planeta, El Guri, y culpó tanto a Hugo Chávez como a Nicolás Maduro por estos nombramientos que responden más que todo al clientelismo político, ocasionando una catástrofe de grandes dimensiones en la central hidroeléctrica.
Recordó que más del 65% de la electricidad que consumimos proviene del Guri; de modo que una gran parte de la colectividad venezolana está afectada por cortes y racionamientos de electricidad lo cual incide no sólo contra la producción económica sino también contra la economía de los hogares venezolanos.
“Asimismo, hay que tomar en cuenta que al colapsar el sistema eléctrico nacional también colapsa el suministro de agua, en especial, para Caracas y otras ciudades, cuyas estaciones y subestaciones funcionan a base de bombeo eléctrico. Lo que significa que la caída del Guri significa la caída de Venezuela”.
Dijo que a esto se le agrega la actividad minera en la cuenca del Caroní, que él, en lo particular, ha venido denunciando desde hace tiempo como gran depredadora de los ecosistemas que existen allí. Según Luzardo, él ha venido haciendo recomendaciones desde el año 1998, y que eso está en los diarios de debates del Senado cuando entonces era senador; más ahora cuando ha aparecido el Decreto relativo al Arco Minero.
“Este es un Decreto que anuncia la depreciación de la cuenca del Caroní, tomando en cuenta los efectos devastadores que causa la actividad minera como se practica en esa zona. Además, esa es una cuenca bendita si tenemos presente que del Caroní depende la electricidad del país. Muy pocos países tienen el privilegio de contar con un río como el Caroní. Lo cual es grave porque se demuestra que estamos sin una dirección política, que no tiene claro cuál es el uso que se le debe dar a los recursos y pensando en los intereses de la ciudadanía”.
Explicó que, incluso, con este decreto se le cambió el nombre a algunos lugares de la zona por el de Arco Minero, un nombre, a su juicio, sobrepuesto; unos lugares que estaban caracterizados y tenían una vocación señalada como el de preservar el agua dulce, ya que se trata de las reservas de agua dulce más importantes de nuestro país, no contaminadas al sur del Orinoco; al tiempo que se consideran zonas protegidas; algo que comenzó con el propio cambio del nombre del embalse del Guri que se trata de un nombre milenario y toponímico, por el de Simón Bolívar, y que después de eso vino la desaparición del ministerio del Ambiente; por lo que el país se quedó sin criterios técnicos.
Indicó que con este Decreto se permitirá la actividad minera en la zona de una manera intensa; tratando de convertir a nuestro país en uno de los mayores explotadores de oro; que, a su modo de ver, es falso puesto que Venezuela no está ni en los primeros 20 países productores de oro, y que lo que se busca por esta vía no es sino cambiar el rentismo petrolero por el rentismo del oro.
“De tal manera que se va a dar una apertura minera gigantesca como la que se pretendió hacer con el Decreto de Imataca en 1997 que fue paralizada por una acción ante la antigua Corte Suprema de Justicia que yo introduje. Se paralizó el Decreto; pero esto es cinco veces el caso de Imataca”
Especificó que, según el mapa del proyecto, comprende la misma zona de Imataca, la zona de la cuenca del Caroní, las reservas forestales del Caura; una gran parte del estado Amazonas; sería contaminado el Orinoco y algunos de sus afluentes, aparte de la destrucción de los bosques, 111 mil 846 kilómetros cuadrados como lo expone la portada del proyecto que presentó Maduro relativo al Motor Minero, el 12% del territorio nacional.
Calificó Luzardo el proyecto del Decreto como el mayor ecocidio que se conocería en el planeta, ya que aquí se pone en práctica el extractismo minero sin criterios ambientales; criterios que están establecidos en las Naciones Unidas y ratificados en una Conferencia reciente que se hizo en París.
Agregó que este cambio del rentismo petrolero por un rentismo minero nos deja en la más absoluta abyección, en especial, porque detrás del mismo se mueven los grandes negocios que se van a producir con la venta y reventa de las concesiones que se otorgarán en la zona, en las bolsas de valores de Nueva York, en las bolsas de valores de Toronto, llevada a cabo de una manera ilegal por altos funcionarios del gobierno.
“Lo peor es que pretenden involucrar a las fuerzas armadas en esta actividad minera; cuando el papel que tienen asignadas las fuerzas armadas es el de preservar el territorio nacional, proteger los ecosistemas de la naturaleza. Esto es transformar en garimpeiros a las fuerzas armadas, al país en general. Nelson Merentes y Nicolás Maduro lo que pretenden es llevar a cabo la prostitución del sur de Venezuela; ya que actúan a nombre de la búsqueda de una solución mágica al problema económico pensando que la venta de esas concesiones les va a aportar mucho dinero”.
Se refirió al hecho de que hay países en el Africa, como el Congo, cuya explotación minera los ha conducido a guerras intestinas por el problema de las concesiones para la explotación de oro y metales preciosos; de modo que nosotros nos pudiéramos ver metidos en una situación como ésta; tanto más que tiene entendido que el diseño del proyecto estuvo asesorado por un nativo del Congo.
Luzardo consideró que por encima de todas las cosas, hay que tomar en cuenta que en el Sur de Venezuela se encuentran los parques nacionales; que desde la época de Eleazar López Contreras se viene hablando de áreas protegidas; un concepto que tuvo una mayor aplicación durante el gobierno de Rómulo Betancourt, pues en su libro Venezuela Política y Petróleo, al tiempo que planteaba la necesidad de construir el embalse del Guri, hablaba de la necesidad de proteger los ecosistema de la zona; de modo que se fue ampliando la denominación parque nacional.
“La llamada revolución no ha creado ni un parque nacional. No ha creado ninguna área protegida. Va a dañar las reservas forestales. Pretende destruir los parques nacionales, partiendo del hecho de que consideran que esos son espacios vacíos, que hay que explotar. Esa es una concepción militarista del medio ambiente; pues ahora se considera que esos espacios no son vacío, sino que allí hay biodiversidad; que hay pueblos locales milenarios”.
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