Eglee Iturbe
1-En Gaceta Oficial 40.881 de fecha 7 de abril, mediante Decreto 2.293 se autoriza la creación de una empresa mixta denominada COMPLEJO INDUSTRIAL TIUNA I C.A. cuyos accionistas son la Compañía Anónima de Industrias Militares CAVIM (51% de las acciones) y el GRUPO ATAHUALPA C.A (49% de las acciones). La empresa está adscrita al Ministerio del Poder Popular para la Defensa.
2-La empresa funcionará como una empresa matriz, “en tal condición tendrá la tenencia y representación de las acciones de la República en las Empresas del Estado y en las empresas Mixtas que le sean asignadas por el Ejecutivo Nacional cuando para el funcionamiento de éstas se requiera una vinculación entre ellas o sean creadas con la finalidad del desarrollo de actividades específicas relacionadas con el objeto de dicha empresa” (art 1º).
3- El art 2º además señala como objeto social todo tipo de actividades lícitas desde producción, importación, comercio, prestación de servicios relacionados con agua mineral, productos textiles de vestir y accesorios, impresión, reproducción y afines de publicidad y propaganda, serigrafías, artefactos electrodomésticos, electrónicos, digitales, mecánicos de audio y video, computación, instalación de redes, equipos y muebles de oficina, equipos médico quirúrgicos, medicamento, utensilios desechables de uso médico y similares, útiles y textos escolares, juguetes, equipos, insumos y utensilios de cocina, y todo lo conexo con lo anterior.
Esta es una enumeración enunciativa y no limitativa (se desarrollarán en el documento constitutivo y estatutos). Podrá dedicarse a todo acto licito de comercio relacionado con su objeto y realizar las alianzas con empresas públicas y privadas.
4-El financiamiento de la parte accionaria no está señalado en el Decreto, se remite a los Estatutos de la empresa, la parte de CAVIM parece haberse financiado con el Fondo de la Fundación Negro Primero, hasta ahora.
5- El Decreto de creación de esta compañía (que está operando desde hace tres años) presenta varias inconsistencias de fondo que necesitan ser analizadas y aclaradas por el impacto que pueden tener en el control de las empresas del Estado y la participación de las Fuerzas Armadas y grupos privados en la misma.
Algunos puntos relevantes serían los siguientes:
- ¿Es conveniente que la tenencia y representación de las acciones de las empresas del Estado estén en una empresa mixta constituida por la empresa productora de armas y municiones CAVIM y un Grupo Privado: Grupo Atahualpa productor de textiles, agua mineral y comercializador de otros innumerables productos?
- Por lo demás esta empresa mixta nada tiene que ver con las empresas del Estado, que si bien están en muchos sectores, las más significativas están en las áreas básicas industriales (petróleo, petroquímica, acero, aluminio) y en sectores como alimentos, agroindustria, transporte, automotor, plástico, cemento, entre otros. Recuérdese que el Estado actualmente posee más de 500 empresas. ¿Pasarán todas estas a ser representadas por este Complejo?
- Hay que tener presente que El Complejo Fuerte Tiuna no va a utilizar insumos provenientes de ninguna de las actuales empresas del Estado, porque va a fabricar productos textiles y agua mineral en esta etapa, aunque de acuerdo al artículo 2 del Decreto, podía fabricar y comercializar cualquier bien o servicio .
- ¿Conoce la Asamblea Nacional de esta empresa? Porque si la misma va a tener la “tenencia y representación de las empresas del Estado” tal vez debería considerarse el tema como de interés nacional y ser discutido en la Asamblea.
- El socio privado GRUPO ATAHUALPA, (con 49% de las acciones) fue creado en el 2004, se dedica a desarrollar campañas publicitarias y soluciones integrales. Posee un complejo industrial textil en Caracas donde viene fabricando según informaciones de internet, productos para las campañas chavistas y de Maduro (gorras franelas camisas, morrales, etc.).
- De acuerdo con los Considerandos del Decreto 2.293 El Complejo en cuestión se inserta en las acciones previstas en el Plan Sucre para fortalecer la expansión de las industrias militares, en este caso con productos de consumo, financiados en la parte pública con los recursos del Fondo Negro Primero. ¿Son acaso estos productos industria militar? y en todo caso, pareciera que hay suficiente capacidad instalada en productores privados para atender la demanda de textiles y agua mineral del ejército, quien debería licitar sus comprar para garantizar la transparencia de las mismas, a la vez que contribuiría a la expansión de la pequeña y mediana industria
Caracas, abril 2016
Egle Iturbe
Unidad de Investigación: Mapa del Estado
Instituto de Estudios Parlamentarios Fermín Toro
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