FRANCISCO GÁMEZ ARCAYA | EL UNIVERSAL
miércoles 25 de julio de 2012 03:31 PM
Había llegado al Nuevo Mundo en 1533, buscando aventuras y fortuna. Travesías marítimas de alto riesgo debían afrontarse para llegar a las tierras verdes y calurosas de un continente en fase de estreno. Tenía veintidós años cuando llegó de España a nuestras costas. Su objetivo inicial estaba puesto en las lejanas zonas aledañas al río Meta. Llegar de la costa a esas salvajes regiones era la primera odisea en tierra firme. Desde el Meta, reinició camino hacia el norte, a Coro, luego por el litoral hacia Cumaná y de regreso. Fueron muchas las aventuras que efectivamente vivió Don Diego de Losada y pasó más de treinta años en expediciones, luchas y fundaciones. Finalmente colabora en la fundación de Nueva Segovia de Barquisimeto y se asienta en El Tocuyo, donde pensaba pasar el resto de sus días.
Sin embargo, un reto adicional le atraía. El Rey Felipe II había ordenado al Gobernador de Venezuela, Don Pedro Ponce de León que "con todo esfuerzo procure conquistar la Provincia de Caracas". Varios habían intentado entrar en aquella extensa y anhelada zona distinguida por "la fertilidad del terreno, la benignidad del clima y la riqueza de sus quebradas". Fue famosa la derrota de Francisco Fajardo, sumados a los infructuosos intentos de conquista llevados por Luis de Narváez, Juan Rodríguez Suárez y Alonso Bernáldez de Quirós. El entonces llamado Valle de San Francisco permanecía virgen de pisada española por la furia del cacique Guaicaipuro.
Así, con una salud precaria y cincuenta y seis años de edad, Don Diego, vistiendo su armadura de antaño, se despide de su esposa Catalina de Rojas y de sus hijos y sale en enero de 1567 de El Tocuyo, acompañado de unos cuantos soldados. En su camino pasa por Nirgua y ahí solemnemente encomienda su misión a San Sebastián. Sigue hacia Mariara, luchando luego en el Valle del Miedo, entonces dominado por Guaicaipuro. Finalmente, el 3 de abril logra entrar en el Valle de San Francisco.
Unos meses después, ya asentado en las faldas del Ávila, un día como hoy, 25 de julio, pero del año 1567, hace cuatrocientos cuarenta y cinco años, Diego de Losada funda una ciudad a la que llama Santiago de León de Caracas. Santiago por el apóstol, cuya fiesta precisamente coincide con la fecha de la fundación. León en honor al Gobernador de la época, Pedro Ponce de León. Caracas por la tribu indígena que habitaba la zona. Losada muere luego de dos años de aquella fundación. Catorce años después, Felipe II aprueba el escudo de la ciudad e, invocando la protección de la Virgen María para sus habitantes, ordena colocarle un cintillo que dice "Ave María Santísima sin Pecado Concebida en el Primer Instante de Su Ser Natural".
Hoy es bizantina la discusión sobre buenos y malos de una conquista y fundación ocurrida hace casi quinientos años. Nuestro problema es pensar cómo hacer de este valle un lugar de sosiego y de progreso. Para ello debemos comenzar por volver a nuestras raíces. Cada caraqueño debe retomar el amor por su ciudad y por su historia, para luego colaborar en hacer de Caracas un lugar más amable, más pacífico, más vivible. Feliz cumpleaños Caracas.
Sin embargo, un reto adicional le atraía. El Rey Felipe II había ordenado al Gobernador de Venezuela, Don Pedro Ponce de León que "con todo esfuerzo procure conquistar la Provincia de Caracas". Varios habían intentado entrar en aquella extensa y anhelada zona distinguida por "la fertilidad del terreno, la benignidad del clima y la riqueza de sus quebradas". Fue famosa la derrota de Francisco Fajardo, sumados a los infructuosos intentos de conquista llevados por Luis de Narváez, Juan Rodríguez Suárez y Alonso Bernáldez de Quirós. El entonces llamado Valle de San Francisco permanecía virgen de pisada española por la furia del cacique Guaicaipuro.
Así, con una salud precaria y cincuenta y seis años de edad, Don Diego, vistiendo su armadura de antaño, se despide de su esposa Catalina de Rojas y de sus hijos y sale en enero de 1567 de El Tocuyo, acompañado de unos cuantos soldados. En su camino pasa por Nirgua y ahí solemnemente encomienda su misión a San Sebastián. Sigue hacia Mariara, luchando luego en el Valle del Miedo, entonces dominado por Guaicaipuro. Finalmente, el 3 de abril logra entrar en el Valle de San Francisco.
Unos meses después, ya asentado en las faldas del Ávila, un día como hoy, 25 de julio, pero del año 1567, hace cuatrocientos cuarenta y cinco años, Diego de Losada funda una ciudad a la que llama Santiago de León de Caracas. Santiago por el apóstol, cuya fiesta precisamente coincide con la fecha de la fundación. León en honor al Gobernador de la época, Pedro Ponce de León. Caracas por la tribu indígena que habitaba la zona. Losada muere luego de dos años de aquella fundación. Catorce años después, Felipe II aprueba el escudo de la ciudad e, invocando la protección de la Virgen María para sus habitantes, ordena colocarle un cintillo que dice "Ave María Santísima sin Pecado Concebida en el Primer Instante de Su Ser Natural".
Hoy es bizantina la discusión sobre buenos y malos de una conquista y fundación ocurrida hace casi quinientos años. Nuestro problema es pensar cómo hacer de este valle un lugar de sosiego y de progreso. Para ello debemos comenzar por volver a nuestras raíces. Cada caraqueño debe retomar el amor por su ciudad y por su historia, para luego colaborar en hacer de Caracas un lugar más amable, más pacífico, más vivible. Feliz cumpleaños Caracas.
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