PER KUROWSKI| EL UNIVERSAL
jueves 20 de junio de 2013 12:00 AM
Venezuela, uno de los países que durante la última década ha disfrutado de una de las mayores bonanzas por ingresos provenientes de recursos naturales jamás vista en la historia, y que de haber contado con una administración razonablemente seria y capaz debería tener una calificación crediticia AAA, recientemente fue bajada por Standard and Poor's a una pobre B, advirtiéndonos además que ven posible que tal calificación, próximamente, hasta pueda empeorar.
Los que actualmente dicen gobernar a Venezuela, y que siguen regalando, o no cobrando lo que se le debe al país, no tienen el derecho de endeudar a Venezuela ni un solo dólar, o ni un solo bolívar más. En tal sentido espero que Henrique Capriles, en su condición de considerarse el presidente electo de Venezuela, y definitivamente representar la actual mayoría, ayude a frenar La Gran Hipotecada, declarándole a los mercados financieros y a las agencias calificadoras de crédito lo siguiente:
Pronto llegará el momento en que se evidencie de manera absoluta la ilegitimidad de este Gobierno, por lo que toda deuda contraída por los actuales usurpadores estará sujeta a un escrutinio cuidadoso, que bien puede decretar muchas deudas como ilegítimas y odiosas, y por ende no pagaderas.
El artículo 12 de la Constitución decreta: "Los yacimientos... de hidrocarburos... pertenecen a la República, son bienes del dominio público y, por tanto inalienables e imprescriptibles". De ello se desprende que si bien la República puede vender el petróleo una vez extraído, no puede firmar convenios de préstamos que han de ser cancelados con petróleo por extraer... no importa lo que digan las opiniones legales de algunos abogados complacientes. (Esto es un tweet a la China).
Asimismo desearía que Capriles movilice un referéndum que busque, vía una enmienda constitucional, prohibirle a cualquier gobierno de Venezuela endeudarse cuando el país no goza de las mejores calificaciones crediticias, o cuando tenga que pagar una prima de riesgo que supere en más del 2% la menor prima de riesgo pagada por otro país en el continente. Ya es hora que nuestros gobiernos dejen de hipotecar las generaciones venideras con deudas pagaderas a tasas de interés de maulas.
Y tasas de "maulas", sí son las que nos están cobrando. Por ejemplo los bonos del Perú a 15 años rinden actualmente un 5.5 por ciento, mientras que, para invertir en un bono de Venezuela con la misma vigencia, el mercado exige alrededor de un 11 por ciento en rendimiento... el doble. Estados Unidos por su deuda a 15 años paga actualmente menos del 3%, por lo que Venezuela le paga un 8 por ciento anual más a sus acreedores.
A los malosos líderes y funcionarios de ese dizque Socialismo del Siglo XXI, como lo son Maduro, Merentes, Giordani y Ramírez, les pedimos que nos expliquen... ¿Qué hay de revolucionario en manejar la economía del país tan mal que se requiera compensar a esos "capitalistas imperialistas" que ustedes dicen odiar tanto, con tanto más en intereses?
Si nos descuidamos esos corruptos, pues corrupto es ocupar cargos para los cuales no tienen la capacidad, raspando la olla, nos pueden raspar hasta la olla. Ojalá fuesen todos unos normales corruptos y pudiésemos haberles pagado unos cuantos millones de dólares en una cuenta cifrada en un paraíso fiscal... es que nos hubiese salido tanto más barato.
PS. De nuevo, buena alimentación, buena salud y buena educación para nuestros niños es más importante que regalar gasolina.
Los que actualmente dicen gobernar a Venezuela, y que siguen regalando, o no cobrando lo que se le debe al país, no tienen el derecho de endeudar a Venezuela ni un solo dólar, o ni un solo bolívar más. En tal sentido espero que Henrique Capriles, en su condición de considerarse el presidente electo de Venezuela, y definitivamente representar la actual mayoría, ayude a frenar La Gran Hipotecada, declarándole a los mercados financieros y a las agencias calificadoras de crédito lo siguiente:
Pronto llegará el momento en que se evidencie de manera absoluta la ilegitimidad de este Gobierno, por lo que toda deuda contraída por los actuales usurpadores estará sujeta a un escrutinio cuidadoso, que bien puede decretar muchas deudas como ilegítimas y odiosas, y por ende no pagaderas.
El artículo 12 de la Constitución decreta: "Los yacimientos... de hidrocarburos... pertenecen a la República, son bienes del dominio público y, por tanto inalienables e imprescriptibles". De ello se desprende que si bien la República puede vender el petróleo una vez extraído, no puede firmar convenios de préstamos que han de ser cancelados con petróleo por extraer... no importa lo que digan las opiniones legales de algunos abogados complacientes. (Esto es un tweet a la China).
Asimismo desearía que Capriles movilice un referéndum que busque, vía una enmienda constitucional, prohibirle a cualquier gobierno de Venezuela endeudarse cuando el país no goza de las mejores calificaciones crediticias, o cuando tenga que pagar una prima de riesgo que supere en más del 2% la menor prima de riesgo pagada por otro país en el continente. Ya es hora que nuestros gobiernos dejen de hipotecar las generaciones venideras con deudas pagaderas a tasas de interés de maulas.
Y tasas de "maulas", sí son las que nos están cobrando. Por ejemplo los bonos del Perú a 15 años rinden actualmente un 5.5 por ciento, mientras que, para invertir en un bono de Venezuela con la misma vigencia, el mercado exige alrededor de un 11 por ciento en rendimiento... el doble. Estados Unidos por su deuda a 15 años paga actualmente menos del 3%, por lo que Venezuela le paga un 8 por ciento anual más a sus acreedores.
A los malosos líderes y funcionarios de ese dizque Socialismo del Siglo XXI, como lo son Maduro, Merentes, Giordani y Ramírez, les pedimos que nos expliquen... ¿Qué hay de revolucionario en manejar la economía del país tan mal que se requiera compensar a esos "capitalistas imperialistas" que ustedes dicen odiar tanto, con tanto más en intereses?
Si nos descuidamos esos corruptos, pues corrupto es ocupar cargos para los cuales no tienen la capacidad, raspando la olla, nos pueden raspar hasta la olla. Ojalá fuesen todos unos normales corruptos y pudiésemos haberles pagado unos cuantos millones de dólares en una cuenta cifrada en un paraíso fiscal... es que nos hubiese salido tanto más barato.
PS. De nuevo, buena alimentación, buena salud y buena educación para nuestros niños es más importante que regalar gasolina.
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