MIGUEL ÁNGEL SANTOS| EL UNIVERSAL
miércoles 19 de junio de 2013 12:00 AM
La calle Istiklal (Independencia) es un corredor pedestre en la zona alta de Estambul, comienza en la plaza del Túnel y termina en la de Taksim. Es un paseo de kilómetro y medio, dividido a partes iguales por la Academia Galatasaray, lleno de tiendas, restaurantes, alguna que otra mezquita, un centro sufí de Derviches danzantes, flanqueado por edificios de corte europeo de lado y lado. Es la herencia de los mercaderes venecianos que se establecieron aquí (Beyoglu) en el siglo XVI, todo un símbolo de la diversidad cultural de la ciudad. Taksim es una suerte de enorme redoma en donde parecieran confluir todos los caminos de Estambul. En su lado noreste se encuentra el parque Gezi, uno de los pocos espacios verdes que quedan en esta parte de la ciudad.
Es aquí en donde se ha librado una verdadera batalla campal entre los manifestantes y el gobierno del primer ministro Recep Tayyip Erdogan. Erdogan se encuentra en su tercer período, tras ganar las elecciones en 2003 (34%), 2007 (47%) y 2011 (50%). Ha denominado a este ultimo "la maestría". Para entender mejor qué está sucediendo hice algunas llamadas a amigos de Estambul. "Tras todos estos años, ahora sí se las ha arreglado para ser el maestro de todos los poderes públicos... La reacción popular no es por Gezi , es por todo, en especial por el lenguaje que utiliza el gobierno en contra de los protestantes, cada vez más agresivo, cada vez más vulgar". También es en contra de un paquete de leyes que ha circulado el Primer Ministro que regulan, entre otras cosas, el consumo de alcohol. Esto último es visto por muchos como un esfuerzo de Erdogan por promover una agenda política más alineada con el Islam, que se separa del secularismo que ha prevalecido hasta ahora. ¿Y los militares encargados de preservar el Estado secular? Erdogan los ha ido infiltrando de a poco, mientras les resta fuerza y la traslada a la policía estatal, que sí controla por completo.
En paralelo, el Primer Ministro también ha ido consolidando su hegemonía sobre los medios de comunicación. Comenzó por establecer un fondo de inversión pública (TMSF) que intercambió por propiedad la deuda de sus antiguos dueños con bancos del Estado. Los demás medios privados son controlados de forma indirecta, con el gobierno participando en la designación de ejecutivos y líneas editoriales. Así, aunque la represión brutal ha trasladado la protesta a otros espacios, las cámaras de las televisoras del Estado y los medios privados controlados por el gobierno siguen mostrando la imagen de Taksim "ya completamente en calma... ha vuelto la normalidad".
La crisis de Turquía está atravesada por varias aristas: militar-civil, derecha-izquierda, secularismo-Islam, Occidente-Oriente. Sus orígenes vienen de mucho más atrás, desde la época de su fundación (1922) y la abolición del califato (1924). Mustafa Kemal Atatürk se propuso modernizar la nación, darle un rumbo diferente al del resto de las regiones del desmembrado imperio otomano. La educación fue modelada a la manera de Occidente, el estado secular y todo el alfabeto reformado. Este enorme esfuerzo de transculturización tuvo sus resultados: Turquía es hoy un aliado clave para Occidente, una economía floreciente y un Estado candidato a formar parte de la Unión Europea. Atatürk depositó en los militares la garantía del curso modernizador, una suerte de mecanismo para proteger a la República contra los caprichos que pudieran surgir de sí misma. Este es otro tema que divide a la nación. "Ahora la gente se molesta porque le están lanzando gas, pero esa misma gente está contenta con la intervención militar en otras áreas de nuestra vida cotidiana. ¿Y entonces? Hasta que no entendamos que mientras los militares hagan lo que les dé la gana no vamos a tener democracia... ".
Para tratar de romper el sesgo de clase media llamé a Erkan Tukfeci, un vendedor de alfombras con el que me unen más de diez años de amistad y un centenar de partidas de backgammon. "Erdogan gobierna para el 50% que votó por él en Anatolia... Esa mayoría no se preocupa si él está reprimiendo salvajemente gente en las grandes ciudades, Estambul, Ankara, Esmirna. Ahora tenemos una oposición unida, pero seguimos teniendo un país dividido... Lo único que nos queda es hacerle frente, protestar en millones si es necesario, para decirle que estamos aquí, y que no puede hacer lo que le dé la gana... Mientras tanto, el AKP se ha olvidado de su oferta de gobierno moderada y ahora es ampliamente pro-Islam... ¿Qué podemos hacer? Si no surge pronto un líder carismático que le haga frente, volverá a ganar las elecciones con mayoría absoluta... ". Todos tambores que hemos escuchado en otros desfiles.
Es aquí en donde se ha librado una verdadera batalla campal entre los manifestantes y el gobierno del primer ministro Recep Tayyip Erdogan. Erdogan se encuentra en su tercer período, tras ganar las elecciones en 2003 (34%), 2007 (47%) y 2011 (50%). Ha denominado a este ultimo "la maestría". Para entender mejor qué está sucediendo hice algunas llamadas a amigos de Estambul. "Tras todos estos años, ahora sí se las ha arreglado para ser el maestro de todos los poderes públicos... La reacción popular no es por Gezi , es por todo, en especial por el lenguaje que utiliza el gobierno en contra de los protestantes, cada vez más agresivo, cada vez más vulgar". También es en contra de un paquete de leyes que ha circulado el Primer Ministro que regulan, entre otras cosas, el consumo de alcohol. Esto último es visto por muchos como un esfuerzo de Erdogan por promover una agenda política más alineada con el Islam, que se separa del secularismo que ha prevalecido hasta ahora. ¿Y los militares encargados de preservar el Estado secular? Erdogan los ha ido infiltrando de a poco, mientras les resta fuerza y la traslada a la policía estatal, que sí controla por completo.
En paralelo, el Primer Ministro también ha ido consolidando su hegemonía sobre los medios de comunicación. Comenzó por establecer un fondo de inversión pública (TMSF) que intercambió por propiedad la deuda de sus antiguos dueños con bancos del Estado. Los demás medios privados son controlados de forma indirecta, con el gobierno participando en la designación de ejecutivos y líneas editoriales. Así, aunque la represión brutal ha trasladado la protesta a otros espacios, las cámaras de las televisoras del Estado y los medios privados controlados por el gobierno siguen mostrando la imagen de Taksim "ya completamente en calma... ha vuelto la normalidad".
La crisis de Turquía está atravesada por varias aristas: militar-civil, derecha-izquierda, secularismo-Islam, Occidente-Oriente. Sus orígenes vienen de mucho más atrás, desde la época de su fundación (1922) y la abolición del califato (1924). Mustafa Kemal Atatürk se propuso modernizar la nación, darle un rumbo diferente al del resto de las regiones del desmembrado imperio otomano. La educación fue modelada a la manera de Occidente, el estado secular y todo el alfabeto reformado. Este enorme esfuerzo de transculturización tuvo sus resultados: Turquía es hoy un aliado clave para Occidente, una economía floreciente y un Estado candidato a formar parte de la Unión Europea. Atatürk depositó en los militares la garantía del curso modernizador, una suerte de mecanismo para proteger a la República contra los caprichos que pudieran surgir de sí misma. Este es otro tema que divide a la nación. "Ahora la gente se molesta porque le están lanzando gas, pero esa misma gente está contenta con la intervención militar en otras áreas de nuestra vida cotidiana. ¿Y entonces? Hasta que no entendamos que mientras los militares hagan lo que les dé la gana no vamos a tener democracia... ".
Para tratar de romper el sesgo de clase media llamé a Erkan Tukfeci, un vendedor de alfombras con el que me unen más de diez años de amistad y un centenar de partidas de backgammon. "Erdogan gobierna para el 50% que votó por él en Anatolia... Esa mayoría no se preocupa si él está reprimiendo salvajemente gente en las grandes ciudades, Estambul, Ankara, Esmirna. Ahora tenemos una oposición unida, pero seguimos teniendo un país dividido... Lo único que nos queda es hacerle frente, protestar en millones si es necesario, para decirle que estamos aquí, y que no puede hacer lo que le dé la gana... Mientras tanto, el AKP se ha olvidado de su oferta de gobierno moderada y ahora es ampliamente pro-Islam... ¿Qué podemos hacer? Si no surge pronto un líder carismático que le haga frente, volverá a ganar las elecciones con mayoría absoluta... ". Todos tambores que hemos escuchado en otros desfiles.
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