Tuesday, June 4, 2013

Entrevista a Orlando Ochoa en La Razón: La deuda de PDVSA supera los $153 mil millones

En: http://www.noticierodigital.com/2013/06/orlando-ochoa-en-la-razon-la-deuda-de-pdvsa-supera-los-153-mil-millones/

La Razón / Enrique Meléndez / imagen cortesía La Nación.- El economista Orlando Ochoa afirma que, antes que hablar de crisis de desabastecimiento, lo que hay es una crisis cambiaria, y la cual se origina por el enorme desbalance que se ha generado en el mercado, consecuencia de la existencia de una sobredemanda de divisas al tipo de cambio de cambio, junto a una cotización muy alta en los mercados no oficiales.

En ese sentido, afirma este déficit de divisas se debe, a que el suministro que Pdvsa solía hacer al BCV, y que se ubicaba en un 98% del total de las exportadas, ya no es así, y que desde hace varios años, la estatal viene entregando montos cada vez menores, mientras la demanda de divisas del sector privado y público ha crecido.
El presidente Nicolás Maduro prometió que iba a tratar de agilizar el flujo de entrega de divisas en cuestión de días. De eso hacen dos semanas, y hasta el presente no se ha visto realizada tal promesa. ¿Qué cree usted que ha pasado, en ese sentido?
-Hay dos circunstancias que afectan al gobierno, respecto a la respuesta a la demanda de dólares, por parte del sector privado. En primer lugar, el gobierno pensó que había una exageración en el sector privado, y que, en efecto, si habían inventarios y que lo que quería el sector privado era más dólares.
-Luego de comprobar que se estaba generalizando el desabastecimiento de productos alimenticios; de medicinas; de insumos industriales, necesarios para la producción; para el empaque, para el alimento de los animales, ahora es cuando el gobierno viene a reaccionar. Sin embargo, el problema de fondo es el suministro de divisas, que Pdvsa solía hacer al BCV en magnitudes de 97 ó 98 por ciento del total de divisas exportadas, y que ya no es así, y desde hace varios años, Pdvsa viene entregando montos cada vez menores al BCV, mientras la demanda de divisas del sector privado y del sector público han crecido.
-Esto ha llevado a un desbalance enorme en el mercado, que se refleja en que existe una sobredemanda de divisas al tipo de cambio oficial, y existe una cotización muy alta en los mercados no oficiales. Por lo tanto, nosotros podríamos definir lo que está ocurriendo con absoluta precisión como una crisis cambiaria, no una simple crisis de desabastecimiento.
-El usar este último término, desabastecimiento, hace pensar que con agilizar algunas entregas de dólares se normaliza la situación; pero eso no es así. Hay un cuello de botella en el suministro de dólares al BCV y a los sectores productivos; hay una demanda enorme de divisas del sector privado y público, y hay merma vía sobrefacturación de importaciones en la entrada real, privada y pública, de productos importados; también hay merma en la distribución nacional por el contrabando de extracción, y todo esto se está manifestando al consumidor en escasez de una cantidad de rubros, que podrá ser suplida en algunos casos, y en otros continuará en forma cíclica, acompañada de precios cada vez más altos.
-El alza de los precios en la economía se ha venido acelerando, tanto en los índices de medición del BCV, como en la simple observación en la calle, como lo palpamos los ciudadanos. Incluso, podemos ver que muchos de los precios de bienes importados sin dólares de CADIVI, sean bienes durables o bienes de consumo inmediato, reflejan una tasa de cambio 5 ó 6 veces la tasa oficial; lo cual indica que en el sector privado no hay expectativa de suministro regular de dólares y el elevadísimo costo de reposición a futuro, se está reflejando en los precios.
Los voceros del gobierno insisten en el problema de la especulación y del acaparamiento. ¿Qué piensa usted?
-Si se puede decir que hay un componente de la demanda de divisas que es especulación, eso es cierto; pero ese es el mismo componente que Mario Silva narró en los negocios de altos funcionarios; que es el de registrar empresas ficticias o empresas que demandan montos grandes de divisas y usan una fracción para importar, y el otro para venderlas al mercado cambiario, con fabulosas ganancias inmediatas. Eso ocurre cuando el régimen del control de cambio se corrompe, y este tipo de régimen cambiario tiende a corromperse hasta el extremo; Cadivi ya ha dado señales de estar muy corrompida y atada a intereses privados dentro del alto gobierno y de los empresarios importadores.
-El problema del gobierno es que BCV y Cadivi tienen un suministro de divisas limitado, por las sobrecargas financieras que tiene Pdvsa, la principal fuente; y esas divisas las tiene que entregar a través de un régimen de control de cambio a 6,30 bolívares, un precio bajo. El hecho es que administrar respecto a cualquier medición de paridad real del bolívar y muy inferior a la cotización no oficial. Son unos 40 mil millones de dólares lo que Pdvsa va a entregar al BCV en 2013, mientras la demanda real y ficticia del sector privado y público fue de unos 60 mil millones de dólares en 2012; eso se transforma en un verdadero cuello de botella, pues además de importaciones hay otros pagos importantes que realizar en divisas, como el servicio de capital de interés de la deuda pública.
-A esta situación cambiaria hay que el problema de discriminar la sobrefacturación de las empresas reales y, la más extrema, de empresas ficticias; detectarla se convierte en una tarea detectivesca de enormes proporciones con miles de empresas y decenas de miles de productos. Pero además de ser imposible de realizar en corto tiempo, es una tarea que requiere autoridad moral. El gobierno, luego de lo dicho por Mario Silva, y de no haber hecho nada al respecto, lo que demuestra es una conducta muy tolerante, casi cómplice, con los vicios de los jefes chavistas; muy mal ejemplo para los cuadros medios de la administración pública, de Cadivi, y en las fronteras, donde los productos venezolanos a precio regulado y los que se importan, descontando la sobrefacturación, terminan siendo parte del contrabando de extracción hacia Colombia, Brasil, Trinidad y las Islas del Caribe.
-Esa merma de la sobrefacturación; esa merma del contrabando de extracción y de los mercados negros dentro del país, hacen que sea imposible mantener suplida adecuadamente a la economía venezolana; porque, además, la entrega de divisas se hace en forma rotativa a los sectores productivos y comerciales; como no hay suficiente divisas, se le entrega a algunos sectores por un lapso; se les suspende y luego se les entrega a otros. Se confió en el financiamiento sin límites de las casas matrices a sus subsidiarias en Venezuela.
-El gobierno esperó que las casas matrices y los empresarios venezolanos financiasen con sus divisas las importaciones; pero una buena parte, para no decir, prácticamente, todas la grandes empresas transnacionales están cargadas de deudas de sus subsidiarias en Venezuela, y han paralizado el suministro, y eso hace que ya el gobierno tenga que desembolsar rápidamente divisas para poder garantizar el suministro de algunos rubros; pero su problema es elegir cuáles; qué cantidad, y con qué regularidad. Cuando no existe un mercado cambiario ordenado, sino una especie de comité de asignación de divisa, Cadivi, se presente un problema propio de las economías socialistas, el llamado “dilema del planificador central socialista”; un grupo de burócratas sin entender miles de diversos procesos productivos deben decidir cuánto y con qué regularidad requieren divisas. Esos funcionarios serán tocados por los interesados y serán “estimulados” a entregar divisas a muchos demandantes, aunque su uso no sea prioritario.
¿Qué opinión le merece el señalamiento, que hizo la nueva presidenta del BCV, Edmée Betancourt, en el sentido de que se ha comprobado que con unos 30 mil millones de dólares el mercado de las divisas se puede satisfacer, pues de los 60 mil millones de dólares, que se otorgaron el año pasado, según ella, una parte se quedó en “las empresas de maletín”?
-Yo pienso que si, un monto entre 30.000 y 40.000 millones sería suficiente para el sector privado y público, si tuviéramos un mercado cambiario con una sola tasa y libre convertibilidad; nada, extraordinariamente, ni difícil de lograr. Cito los ejemplos de mercado cambiario con libre convertibilidad, Brasil y Bolivia; el país más grande de la región y un país pequeño y pobre del continente; éste último cercano ideológicamente al gobierno de Nicolás Maduro, tiene un régimen de libre convertibilidad con una sola tasa de cambio. Si tuviéramos eso, con menos de 30 mil millones de dólares serían suficientes para suplir las importaciones de todo el sector privado; el resto serían para importaciones públicas esenciales.
-Pero, al tener una tasa oficial fija, con controles, alta inflación y tener un mercado no oficial con una tasa muy superior, se genera una sobredemanda de divisas al tipo de cambio oficial. Al revenderlas en el mercado se generan gigantescos retornos de cientos por cientos. La ineficiencia productiva, corrupción y perverso incentivo a reemplazar la producción nacional por importaciones, se ha encubierto como necesidad pues en el socialismo-chavista lo peor es la traición de la oligarquía que se lleva las divisas y por eso justifican tener este deplorable sistema económico que causa tantos daños. El resentimiento social y la camisa de fuerza ideológica del chavismo le han hecho un enorme daño a la economía y a la sociedad venezolana.
-La verdadera y única solución es alcanzar un régimen con una sola tasa de cambio. Para poder lograr una sola tasa de cambio, con libre convertibilidad, evitando el mercado negro, se requiere orden fiscal y disciplina monetaria: simplemente cumplir con lo que establece la Constitución Bolivariana; que tiene unos principios buenos, en ese sentido. El artículo 314 dice: “No se hará gasto público fuera del presupuesto nacional”. Eso obligaría a eliminar todos los fondos extra-presupuestarios en el exterior. El artículo 320 dice “el Banco Central de Venezuela no convalidará políticas fiscales deficitarias”. Estas parecen ser exigencias demasiado severas para el manejo personalista y oscuro que dejó Hugo Chávez como legado en la conducción de las finanzas públicas.
-La señora Betancourt tiene hoy en día la gran oportunidad de hacer cumplir la Constitución, velar por la estabilidad económica y defender el poder adquisitivo del salario al ordenar restringir absolutamente el financiamiento monetario que el BCV le está haciendo a Pdvsa y al gobierno a través de la compra de los pagarés, que Pdvsa entrega al Tesoro; y éste intercambio por efectivo con el BCV.
-Hay que tomar en cuenta que Pdvsa hoy en día tiene enormes restricción en el manejo de su flujo de caja; por lo que entonces no cumple con sus obligaciones con contratistas y proveedores, y no cumple con el Tesoro Nacional. A unos les deja deudas comerciales sin pagar, por 16 mil millones de dólares según su balance financiero de 2012; al Tesoro Nacional, Pdvsa le ha entregado pagares en bolívares equivalentes a más de 38 mil millones de dólares; que, luego, aparecen registrados en la base monetaria del BCV, porque el Tesoro Nacional le vendió esos pagarés.
-Repito, si se cumplieran con los principios de estabilidad económica que están en la Constitución, se pudiera tener una política económica que baje la inflación y disponer de una sola tasa de cambio con libre convertibilidad; siempre y cuando, además, se haya procedido a reordenar el flujo de caja de Pdvsa. Porque esta empresa, en estos momento, entre el pago con petróleo de los préstamos chinos y aportes al fondo pesado por parte de China y el financiamiento a largo plazo de las facturas de Petrocaribe, donde hay alta morosidad sistemática, tiene entre un 25 a 30 por ciento de las exportaciones petroleras, que no le generan ingresos inmediatos por estas operaciones.
-El otro factor importante es que Pdvsa, debido a las transferencias al Fonden, acordadas por la reforma a la Ley del BCV en el 2005; y al impuesto a los ingresos extraordinarios, que es otra forma de desviar recursos, coloca en fondos estatales en el exterior otro 20 a 32 por ciento de sus ingresos por exportación registrados en balanza de pagos en los últimos 2 años; lo cual merma, completamente, los recursos propios de Pdvsa, y por eso es que, luego de pagar costos operacionales y sus otros gastos de funcionamiento, termina por no pagar completo a contratistas; y ha tomado parte del flujo de caja de las empresas mixtas, que comparte con empresas internacionales y entrega pagarés al Tesoro Nacional como parte importante del pago de sus obligaciones fiscales.
-La extracción de recursos por parte del Gobierno a Pdvsa, la pone en una situación operacional precaria. Retomo la pregunta anterior, ordenar el flujo de caja de Pdvsa y la política económica, es la única forma de lograr una tasa de cambio estable, de modo que el sector privado pueda quedar satisfecho con una cifra inferior a los 30 mil millones de dólares y el mercado venezolano esté bien surtido en cantidad y variedad de bienes. De manera que la estimación de la señora Betancourt es correcta; pero se requiere una maniobra de política económica y petrolera tan grande y bien coordinada, que yo dudo que Maduro, su gabinete, y su ideología de socialismo marxista y lucha de clases, pueda, no solamente enfrentar con humildad el problema que crearon ellos mismos bajo el mando de Hugo Chávez, sino dudo que puedan entender la magnitud del daño causado a Venezuela.
El gobierno ha ofrecido que en un primer momento pudiera otorgar hasta unos 3 mil millones de dólares al mercado cambiario. ¿Sería eso suficiente para solucionar el terrible problema de escasez que padecemos?
-Tomando en cuenta que los mismos importadores públicos, y buena parte de los importadores privados van a realizar sobrefacturación; tomando en cuenta que, luego de que lleguen los productos al país, va a haber contrabando de extracción, esos 3 mil millones de dólares podrán satisfacer una parte de la demanda de papel higiénico, algunos productos alimenticios y medicinas; pero nunca va a garantizar el suministro de miles de productos, que requiere oportunamente la industria en insumos, tanto para la agricultura, como para la manufactura y el comercio, en una economía de 30 millones de habitantes. Eso es un paliativo, dado que la solución que narré antes, le queda demasiado grande a Maduro; quien primero tendría que proceder a reconocer el gran fracaso que ha significado el “socialismo del siglo XXI” y rectificar en la perversa política económica que se ha llevado a cabo y que ha corrompido a parte de la actividad pública y privada del país.
¿A cuánto asciende la deuda total de Pdvsa?
-Si miramos el balance financiero de PDVSA al cierre del 2012, encontramos unos números muy preocupantes. Primero, en sus activos tiene un total de cuentas por cobrar de 41 mil 706 millones de dólares. En esta cifra hay un estimado en cuentas por cobrar más de 20 mil millones de dólares, en deudas de Petrocaribe, por el financiamiento, y hay otra parte no identificada por morosidad. Tenemos que Pdvsa debe en cuentas por pagar a contratistas y proveedores 16 mil 747 millones de dólares; un incremento de 35 por ciento, con respecto al 2011.
-Es decir, ha dejado de pagar en los últimos tres años deudas a quienes proveen servicios a pozos petroleros, a operaciones de logística, mantenimiento, actividades críticas del negocio petrolero. Eso ha incidido en la baja operacionalidad de las refinerías y en la disminución de la producción de crudos ligeros y medianos, con un pequeño aumento de los crudos extra-pesados; con la salvedad de que estos requieren infraestructura, para ser mejorados.
-Como podemos ver, Pdvsa es una empresa con serios problemas financieros y operacionales. En ese sentido, el total del pasivos de esta empresa, según el balance 2012, es de 142 mil 596 millones de dólares; cuando en el 2010 los pasivos totales de Pdvsa eran 76 mil 451 millones de dólares; lo cual significa un aumento en sólo dos años de 86,5%.
-Aquí están incluidos algunos pasivos de la República; pero no incluye el hecho de que en cabeza de las empresas mixtas se ha dejado de pagar también a contratistas, y a los socios minoritarios de esas empresas mixtas; porque Pdvsa toma gran parte de su flujo de caja, a propósito de las necesidades financieras que hemos visto. Esta deuda indirecta asciende a unos 11 millones de dólares, y los cuales sumados a los 142 mil millones nos da 153 mil 596 millones de dólares. Eso significa un aumento de cien por ciento de deuda, con respecto a 2010. Es increíble que PDVSA acumule deudas a esta velocidad, cuando hay un precio del petróleo a más de cien dólares. Solo los abusos de su accionista, el Gobierno de Hugo Chávez, llevaron a la empresa a esta situación crítica.
-Hoy en día la República tiene una deuda total, externa e interna, en bonos de 88 mil 919 millones de dólares. Si nosotros tomamos esa deuda consolidada y los sumamos a la deuda de Pdvsa nos da una cifra de más de 230 mil millones de dólares, y dicha cifra representa más de 7 veces la cifra que dejó Rafael Caldera en 1998. Obsérvese que Hugo Chávez, antes de ser presidente, consideraba que la deuda externa no era externa, sino “eterna”, porque no se reducía. Un último número: el servicio de la deuda interna y externa en el 2013 y en el 2014 supera los 28 mil 600 millones de dólares. Es decir, el servicio total de intereses y de capital de la deuda de títulos de la República que dejó Hugo Chávez, es igual al capital total de la deuda dejada por el Gobierno de Caldera. ¡Sólo el servicio de dos años, equivale al total del stock de deuda de Caldera!
-Ordenar las finanzas de PDVSA, su suministro de divisas al BCV, las finanzas públicas y lograr un mercado cambiario estable con baja inflación, son objetivos que ningún gobernante serio puede eludir si se desea sacar a Venezuela del atolladero legado por Hugo Chávez. Mientras tanto los venezolanos y en particular los pobres verán reducidos los antiguos beneficios y subsidios, costeados sin la base económica sólida para sostenerlos.

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