Francisco J. Faraco
Al fin
descubrimos que ocurrió en nuestra economía el año pasado, nos lo ha revelado
la Ing. Edmee Betancourt de García, presidenta de Bandes en el 2012 y actual
Presidenta del BCV: el gabinete económico se volvió loco, enloquecieron todos:
Merentes, Giordani, Ramírez, Arreaza y los demás, locura que llego al
frenesí cuando decidieron aportar sus haberes de vida para contribuir con la
campaña reeleccionista del Gigante. Los resultados del 7 de octubre justificaron
todos sus esfuerzos, sus desvelos por la patria y el socialismo, “la outstanding
ovation” que les ofrendó la dirección política militar- civilmilitarista del
proceso, fué la prueba máxima de que lo hecho, bien hecho estuvo.
Pero así
como todo 11 tiene su 13, también todo 7 tiene su 14, ese día, en el apuro de
“cuadrar” los resultados y sin pensar en lo que ya sabían, (anemia de dólares,
desabastecimiento, caos fiscal, desorden monetario, corrupción desbocada y
desatada), urdieron la más loca de las locuras: quedarse en el Poder para
administrar el Gran Fracaso y tapar el Gran Saqueo. Desde febrero voces
autorizadas ( Ecoanalitica, Fedecamaras) y responsables-irresponsables (
Giordani) señalaron que de los sesenta millardos de dólares de importaciones
erogados por Cadivi, Sitme, Pdvsa, Fonden y similares , unos veinte millardos
( un dólar de cada tres) habían sido autorizados por algunos y liquidados por
otros ( BCV) o por los mismos ( Pdvsa, Fonden y otros ), a importadores
invisibles, para traer productos igualmente invisibles verificados por el Seniat
, facturados a precios increíbles también comprobados por el Seniat, continuando
una práctica malandra ( arbitraje lo llaman en los textos ), iniciada en
Venezuela desde el fatídico “viernes negro “de 1983 ( en los treinta años
siguientes hemos vivido 18 con cambios diferenciales, control cambiario y
cárcel cambiaria) cuando optamos por tener dos precios para el dólar, dizque
para frenar la inflación y detener la fuga de capital, ambos argumentos
rotundamente desmentidos por los hechos.
El “socialismo
de puertos” lo iniciamos con fuerza en 2005, cuando comenzamos a romper y
establecer nuevos records en esta versión “castrochavista”de la NEP. Como es
sabido la NEP de Lenin tenía como objetivo industrializar a la Unión Soviética,
la nuestra el de desindustrializar Venezuela; la primera optó por fabricar
cañones en lugar de mantequilla, la nuestra por importar cañones y mantequilla.
Durante el lapso 2005-2008 la tasa anual promedio de crecimiento de nuestras
compras externas, se ubicó en 51%, muy parecido al 57% del quinquenio 1973-1978,
la denostada Gran Venezuela, pero con una sustantiva y gran diferencia, en los
setenta se invirtió muchísimo en capital fijo y maquinarias, en los dos miles
el grueso del gasto en importaciones se fué en llenar los vacios que iban
dejando en los anaqueles de los mercados la caída de la producción nacional,
gracias a las expropiaciones al voleo, la precarización de la propiedad
privada y los sostenidos controles de precios, en el marco de grandes
descontroles de costos. La segunda ronda revolucionaria se peleo en dos
batallas: la de 2011 con resultados magníficos parecidos a los de 2007 y el
Waterloo de 2012, que ha obligado a nuestros guerreros socialistas a
entregarnos en cuerpo y alma al “Impedio del Centdo”, ese mismo cuyo Canciller
dijo en fecha reciente: “China es un país grande, los demás son
pequeños”.
Pero la
locura a la que se refiere la Presidenta del BCV no se limitó a las
autorizaciones para importaciones repartidas al voleo, también tuvieron sus
cuotas de participación, esos agujeros negros que llaman Fonden y Pdvsa. El
primero drenó del BCV US$ 10.453 millones y la segunda retuvo la bicoca de US$
47.489 millones (diferencia entre lo que dice en sus libros que exporto y los
dólares que vendió al BCV), administrados no se sabe por quién, ojala y no sea
el famoso Illaramendi, ni para qué, según Giordani parte se destinó al pago
de la “deuda social”, según otros también a la compra de amistades mercenarias,
al regalo, en fin, a satisfacer el manirrotismo y el boato principesco de todo
nuevo rico. Estos apartados, que suman casi tanto como el gasto en
importaciones (incluidas las reportadas por las empresas de maletín),
determinaron que en el año record en exportaciones petroleras no acumuláramos
un solo dólar en reservas internacionales. Que quede claro, el 76% de los
ingresos por exportaciones petroleras registrados en 2012 los uso el gobierno,
si quieren más controles, pónganselos Ustedes mismos.
No se
compran dólares ni productos solo con las ganas, es necesario tener los
bolívares en el bolsillo, entonces Presidenta, quien y como nos los puso allí?
La liquidez monetaria, es decir los medios de pago en poder del público,
registró el segundo crecimiento real más alto de nuestra historia ( el primero
ocurrió en 2006), gracias a la política conducida por el Dr. Merentes, su
antecesor, y el Ing. Giordani, su mentor, quienes inundaron el mercado de
dinero sin respaldo, financiando parte del enorme déficit fiscal, a la vez que
rebajaron el encaje, para facilitarle a la banca incrementar sus préstamos en
50% (Bs.140 millardos) y sus inversiones en deuda pública en 70% ( Bs. 110
millardos). La inundación arrastro al bolívar “fuerte”, el mismo que Usted,
Presidenta, debe cuidar, cuestión de la que Merentes ni sus antecesores
socialistas se ocuparon, el “respaldo”en reservas internacionales llego a 18%,
un cuarto del que tenía en 1998. Al convertir Ustedes al bolívar en una moneda
feble y además crear, Ustedes también, una estructura de tasas de interés en la
cual los “pobres” (se supone que los depositantes) subsidian a los “ricos”
(serian estos los prestatarios), con lo cual solamente los incautos ahorran en
bolívares, ya que quienes no lo son, los convierten en divisas y se los llevan
y, además, sostener una política de dólar barato para todo y para todos y unas
fronteras porosas, los resultados tenían que ser esta catástrofe, mil veces
alertada .
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