DIEGO J. GONZÁLEZ CRUZ| EL UNIVERSAL
lunes 2 de septiembre de 2013 12:00 AM
La fábula de la gallina de los huevos de oro es aplicable a la estatal Pdvsa, pero con un piquete negativo. No solo el régimen se quedó sin los huevos, sino que mataron la gallina, porque creían que era posible exprimirla ad infinitum y de forma creciente.
La estatal reporta que desde 1999 hasta 2012 recibió como ingresos por "ventas de petróleo crudo y sus productos" la suma de 1.111.855 millones de dólares (MUS$). De ese monto, informa que sus "gastos y costos" fueron de 706.255 MUS$; es decir, 63,5% de sus ingresos totales, ello sin incluir las regalías y los impuestos menores. Pero si se incluyen las regalías pagadas (169.785 MUS$) los gastos llegarían a 876.040 MUS$; esto es, 78,8% de sus ingresos. Igualmente, pagaron al Fisco 55.610 MUS$ por concepto de ISLR (5,0% de sus ingresos); también de los ingresos fueron a las distintas misiones y al Fonden, 134.261 MUS$ (12,1%). Al final, su ganancia neta consolidada en esos 12 años fue de 70.277 MUS$ (6,3% de los ingresos), y los dividendos sumaron 28.475 MUS$ (2,6% de los ingresos). Así que al "hueco fiscal" fueron 253.870 MUS$ por concepto de regalías, impuestos y dividendos (22,9% de los ingresos de Pdvsa). Al sumar la cifra anterior a lo que recibió el gobierno para los programas sociales y el Fonden, el monto asciende a 388.131 MUS$; en otros términos, 34,9% de los ingresos por ventas de Pdvsa fue el "goverment take", en buena jerga económica petrolera.
Visto lo que ocurrió en 12 años, vamos a la realidad de 2013 para explicar por qué no hay dólares. De entrada diremos que vamos a ser benévolos con las cifras, utilizando las oficiales, porque si se utilizaran las reales la situación sería más dura. Partamos que la producción de petróleo es 2.774.000 barriles diarios, que el mercado interno consume apenas 600 mil b/d (mb/d), que las entregas a los veinte países de la región por "acuerdos de cooperación" es 300 mb/d, que Pdvsa está comprometiéndose a cancelarles a los particulares en las empresas mixtas su alícuota de producción (400 mb/d) y, finalmente, que continuará cancelándose con 460 mb/d de la producción lo relacionado con el Fondo Chino y otros compromisos, entonces quedan apenas 1.014.000 b/d que hacen sonar la caja registradora del régimen. Si esos 1,014 mb/d se multiplican por 365 días de producción en un año y un optimista precio de la cesta de US$/barril 100, queda la cifra de 37.011 millones de US$ anuales para cubrir las necesidades de divisas.
Resulta que esos 37.011 millones de US$ no son suficientes para pagar las inversiones que estima Pdvsa realizar en 2013 (25,321 MUS$), ni cubrir sus compromisos con el presupuesto corriente nacional, que asciende a 19.344 MUS$. Ambas cifras suman 44.665 MUS$, es decir, que hay un déficit de 7.654 MUS$. Y surge la pregunta obvia: cómo pagará su deuda financiera, la deuda con el Banco Central, las compras de crudo y gasolina para cumplir con los compromisos nacionales e internacionales, los pasivos locales por deudas y expropiaciones, lo que se les debe a los particulares de la empresas mixtas y, finalmente, los compromisos políticos que representan las misiones y los aportes al Fonden. Esta carga no incluye los pasivos laborales con los despedidos y la deuda con los jubilados (dividendos y aumentos diferidos). De allí la búsqueda desesperada del régimen por nuevos préstamos, a cualquier precio.
Preocupa escuchar que Pdvsa no está tan mal porque produce cerca de 3 millones de barriles diarios de petróleo y líquidos provenientes del gas natural. A esos hay que decirles que está mal porque debería estar produciendo 6,0 mb/d. En 1998 su productividad por empleado era de 81 barriles diarios (con 41.000 trabajadores directos); al cierre de 2012 la productividad era de 28 barriles diarios (con 106.000 trabajadores directos).
La solución por la que optó Pdvsa consiste en hacer una apertura total a las empresas mixtas y a las de bienes y servicios (procedimiento antes cuestionado), ofreciéndoles de todo a cambio de que vuelvan a invertir para elevar la producción, que es lo que produce los dólares.
La solución a esta encrucijada pasa por cambiar los viejos paradigmas sobre la industria petrolera, esos que sostienen que en Venezuela todo es estratégico, todas las empresas son básicas, que el petróleo es soberanía e independencia, y que el crudo, por lo tanto, debe ser manejado por el Estado empresario, porque el sector privado no es confiable. Para tener más dólares hay que cambiar.
La estatal reporta que desde 1999 hasta 2012 recibió como ingresos por "ventas de petróleo crudo y sus productos" la suma de 1.111.855 millones de dólares (MUS$). De ese monto, informa que sus "gastos y costos" fueron de 706.255 MUS$; es decir, 63,5% de sus ingresos totales, ello sin incluir las regalías y los impuestos menores. Pero si se incluyen las regalías pagadas (169.785 MUS$) los gastos llegarían a 876.040 MUS$; esto es, 78,8% de sus ingresos. Igualmente, pagaron al Fisco 55.610 MUS$ por concepto de ISLR (5,0% de sus ingresos); también de los ingresos fueron a las distintas misiones y al Fonden, 134.261 MUS$ (12,1%). Al final, su ganancia neta consolidada en esos 12 años fue de 70.277 MUS$ (6,3% de los ingresos), y los dividendos sumaron 28.475 MUS$ (2,6% de los ingresos). Así que al "hueco fiscal" fueron 253.870 MUS$ por concepto de regalías, impuestos y dividendos (22,9% de los ingresos de Pdvsa). Al sumar la cifra anterior a lo que recibió el gobierno para los programas sociales y el Fonden, el monto asciende a 388.131 MUS$; en otros términos, 34,9% de los ingresos por ventas de Pdvsa fue el "goverment take", en buena jerga económica petrolera.
Visto lo que ocurrió en 12 años, vamos a la realidad de 2013 para explicar por qué no hay dólares. De entrada diremos que vamos a ser benévolos con las cifras, utilizando las oficiales, porque si se utilizaran las reales la situación sería más dura. Partamos que la producción de petróleo es 2.774.000 barriles diarios, que el mercado interno consume apenas 600 mil b/d (mb/d), que las entregas a los veinte países de la región por "acuerdos de cooperación" es 300 mb/d, que Pdvsa está comprometiéndose a cancelarles a los particulares en las empresas mixtas su alícuota de producción (400 mb/d) y, finalmente, que continuará cancelándose con 460 mb/d de la producción lo relacionado con el Fondo Chino y otros compromisos, entonces quedan apenas 1.014.000 b/d que hacen sonar la caja registradora del régimen. Si esos 1,014 mb/d se multiplican por 365 días de producción en un año y un optimista precio de la cesta de US$/barril 100, queda la cifra de 37.011 millones de US$ anuales para cubrir las necesidades de divisas.
Resulta que esos 37.011 millones de US$ no son suficientes para pagar las inversiones que estima Pdvsa realizar en 2013 (25,321 MUS$), ni cubrir sus compromisos con el presupuesto corriente nacional, que asciende a 19.344 MUS$. Ambas cifras suman 44.665 MUS$, es decir, que hay un déficit de 7.654 MUS$. Y surge la pregunta obvia: cómo pagará su deuda financiera, la deuda con el Banco Central, las compras de crudo y gasolina para cumplir con los compromisos nacionales e internacionales, los pasivos locales por deudas y expropiaciones, lo que se les debe a los particulares de la empresas mixtas y, finalmente, los compromisos políticos que representan las misiones y los aportes al Fonden. Esta carga no incluye los pasivos laborales con los despedidos y la deuda con los jubilados (dividendos y aumentos diferidos). De allí la búsqueda desesperada del régimen por nuevos préstamos, a cualquier precio.
Preocupa escuchar que Pdvsa no está tan mal porque produce cerca de 3 millones de barriles diarios de petróleo y líquidos provenientes del gas natural. A esos hay que decirles que está mal porque debería estar produciendo 6,0 mb/d. En 1998 su productividad por empleado era de 81 barriles diarios (con 41.000 trabajadores directos); al cierre de 2012 la productividad era de 28 barriles diarios (con 106.000 trabajadores directos).
La solución por la que optó Pdvsa consiste en hacer una apertura total a las empresas mixtas y a las de bienes y servicios (procedimiento antes cuestionado), ofreciéndoles de todo a cambio de que vuelvan a invertir para elevar la producción, que es lo que produce los dólares.
La solución a esta encrucijada pasa por cambiar los viejos paradigmas sobre la industria petrolera, esos que sostienen que en Venezuela todo es estratégico, todas las empresas son básicas, que el petróleo es soberanía e independencia, y que el crudo, por lo tanto, debe ser manejado por el Estado empresario, porque el sector privado no es confiable. Para tener más dólares hay que cambiar.
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