Las empresas permanecen en la sombra, no generan empleo ni producen divisas para el país
GERVER TORRES| EL UNIVERSAL
domingo 1 de septiembre de 2013 12:00 AM
Silicon Valley es una región al sur de la Bahía de San Francisco, en Estados Unidos, que se ha hecho conocida mundialmente porque ha devenido en las últimas cuatro décadas en sinónimo de innovación, emprendimiento, alta tecnología y generación de riqueza. Allí se conecta como en pocas partes del mundo la investigación y el desarrollo comercial de nuevos productos. La prestigiosa universidad de Stanford, entre otras, nutre y se alimenta al mismo tiempo de Silicon Valley. Allí nacieron el microprocesador y la microcomputadora, entre muchos otros inventos. Se estima que alrededor de un tercio del total de las inversiones de alto riesgo ("venture capital") en Estados Unidos tiene lugar en esa zona, que concentra hoy miles de pequeñas, medianas y grandes empresas, y a cientos de miles de profesionales altamente especializados. En Silicon Valley se han hecho también grandes fortunas.
Venezuela tiene también su Silicon Valley. Se trata de Cadivi, el sistema de administración de divisas del Gobierno Nacional. Al igual que en California, allí también aparecen, bajo su sombra, numerosas nuevas empresas que se crean de la noche a la mañana. En California las conocen como "Start-ups". En Venezuela las llaman "empresas de maletín". En el Silicon venezolano, no se necesita de investigación ni de universidades ni de ningún talento especial; solo se requiere de buenas conexiones con el Gobierno. Las empresas que se crean no buscan la gloria ni inventan o producen ningún nuevo producto. Permanecen en la sombra, escondidas. No generan empleo ni producen divisas para el país. En algo las empresas de maletín son más eficientes que los "Start-ups" gringos: asumen menos riesgos y hacen dinero más rápidamente. Por supuesto, con las empresas de Silicon Valley la sociedad norteamericana y el mundo se enriquecen. Con las empresas de maletín venezolanas, los únicos que se enriquecen son los que las crean. El resto de la sociedad se empobrece. Es el "Valle venezolano".
Venezuela tiene también su Silicon Valley. Se trata de Cadivi, el sistema de administración de divisas del Gobierno Nacional. Al igual que en California, allí también aparecen, bajo su sombra, numerosas nuevas empresas que se crean de la noche a la mañana. En California las conocen como "Start-ups". En Venezuela las llaman "empresas de maletín". En el Silicon venezolano, no se necesita de investigación ni de universidades ni de ningún talento especial; solo se requiere de buenas conexiones con el Gobierno. Las empresas que se crean no buscan la gloria ni inventan o producen ningún nuevo producto. Permanecen en la sombra, escondidas. No generan empleo ni producen divisas para el país. En algo las empresas de maletín son más eficientes que los "Start-ups" gringos: asumen menos riesgos y hacen dinero más rápidamente. Por supuesto, con las empresas de Silicon Valley la sociedad norteamericana y el mundo se enriquecen. Con las empresas de maletín venezolanas, los únicos que se enriquecen son los que las crean. El resto de la sociedad se empobrece. Es el "Valle venezolano".
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