ERNESTO BLANCO MARTÍNEZ| EL UNIVERSAL
martes 27 de mayo de 2014 12:00 AM
Con mucha paciencia (¿estoicismo?) observé el diálogo entre los representantes de la Mesa de la Unidad Democrática, MUD, y los del gobierno nacional. La verdad es que la atención mostrada por el presidente Maduro, en ocasiones, me hizo dudar de mi posición escéptica acerca de los resultados de este diálogo, es decir, que se lograran soluciones para problemas políticos, económicos y sociales del país. Desde mi punto de vista la esperanza de muchos venezolanos era que este diálogo condujera a un conjunto de acuerdos en los que ambas partes cedieran posiciones; es lo que típicamente pasa en una negociación. No obstante, el Gobierno siempre fue muy claro en que no iba a negociar nada, solo a escuchar.
Mucho se ha hablado de que, aun en medio de grandes conflictos, las partes han dialogado. Un ejemplo famoso es el de la negociación entre norteamericanos y vietnamitas en los años setenta, quienes primero pasaron semanas poniéndose de acuerdo acerca del tamaño y forma de la mesa de reuniones. Cierto es que existen muchas experiencias de diálogo, pero, en estas, la idea fue siempre llegar a acuerdos mediante la concesión de posiciones. Sin embargo en todas estas experiencias, existió lo que se ha llamado "el poder de negociación" de las partes. Es decir, ambos bandos iban a negociar porque el otro tenía algo que los obligaba a hacerlo.
¿Cuál es el poder de negociación de las partes en el diálogo venezolano? El Gobierno controla todos los poderes del Estado. Por la vía de los hechos les ordena lo que tienen que hacer; ejemplos de esto abundan. Por otro lado, el régimen controla las Fuerzas Armadas y ha desarrollado un aparato de inteligencia sumamente eficiente. Es de público conocimiento la injerencia cubana en nuestras Fuerzas Armadas, nuestros servicios de aduana e identificación, por mencionar algunos. Nuestro gobierno ha desarrollado un ejército paralelo, las milicias, para defender la revolución y un grupo paramilitar, los Motorizados por la Paz, que actúan en "tándem" con las fuerzas de seguridad nacional; de esto también abundan ejemplos. Por si fuera poco, ahora está desarrollando las milicias comunales, también para la defensa del régimen.
¿Cuál es el poder de negociación de la MUD? Prácticamente nulo. Solo los acompaña la autoridad moral de denunciar ante el mundo lo que pasa en Venezuela. El Dr. Aveledo, quien inició el debate, hizo una exposición impecable y ceñida a la Constitución de las peticiones de la MUD. A varias semanas de aquel acontecimiento, ha pasado lo que estaba cantado: nada. Es más, ha habido, por parte del Gobierno, la reafirmación de que no cederá a ninguna de las peticiones. A la hora de escribir este artículo la MUD había, en vista de la posición del Gobierno, congelado el diálogo. Desafortunadamente, exante, siempre lo estuvo, por lo menos para una de las partes: el gobierno nacional.
¿Puede la oposición lograr algunas concesiones? Creo que sí, pero no desde el punto de vista político, sino desde el económico. En este ámbito los industriales venezolanos sí tienen algún poder de negociación y el Gobierno lo sabe y necesita de su apoyo.
Profesor del IESA
Mucho se ha hablado de que, aun en medio de grandes conflictos, las partes han dialogado. Un ejemplo famoso es el de la negociación entre norteamericanos y vietnamitas en los años setenta, quienes primero pasaron semanas poniéndose de acuerdo acerca del tamaño y forma de la mesa de reuniones. Cierto es que existen muchas experiencias de diálogo, pero, en estas, la idea fue siempre llegar a acuerdos mediante la concesión de posiciones. Sin embargo en todas estas experiencias, existió lo que se ha llamado "el poder de negociación" de las partes. Es decir, ambos bandos iban a negociar porque el otro tenía algo que los obligaba a hacerlo.
¿Cuál es el poder de negociación de las partes en el diálogo venezolano? El Gobierno controla todos los poderes del Estado. Por la vía de los hechos les ordena lo que tienen que hacer; ejemplos de esto abundan. Por otro lado, el régimen controla las Fuerzas Armadas y ha desarrollado un aparato de inteligencia sumamente eficiente. Es de público conocimiento la injerencia cubana en nuestras Fuerzas Armadas, nuestros servicios de aduana e identificación, por mencionar algunos. Nuestro gobierno ha desarrollado un ejército paralelo, las milicias, para defender la revolución y un grupo paramilitar, los Motorizados por la Paz, que actúan en "tándem" con las fuerzas de seguridad nacional; de esto también abundan ejemplos. Por si fuera poco, ahora está desarrollando las milicias comunales, también para la defensa del régimen.
¿Cuál es el poder de negociación de la MUD? Prácticamente nulo. Solo los acompaña la autoridad moral de denunciar ante el mundo lo que pasa en Venezuela. El Dr. Aveledo, quien inició el debate, hizo una exposición impecable y ceñida a la Constitución de las peticiones de la MUD. A varias semanas de aquel acontecimiento, ha pasado lo que estaba cantado: nada. Es más, ha habido, por parte del Gobierno, la reafirmación de que no cederá a ninguna de las peticiones. A la hora de escribir este artículo la MUD había, en vista de la posición del Gobierno, congelado el diálogo. Desafortunadamente, exante, siempre lo estuvo, por lo menos para una de las partes: el gobierno nacional.
¿Puede la oposición lograr algunas concesiones? Creo que sí, pero no desde el punto de vista político, sino desde el económico. En este ámbito los industriales venezolanos sí tienen algún poder de negociación y el Gobierno lo sabe y necesita de su apoyo.
Profesor del IESA
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