Editorial El Nacional
Decir que el venezolano es musical no es nada nuevo. Lo vivimos diariamente y tenemos hermosas y variadas expresiones musicales en todo el país. Pero además, y prueba fehaciente de ello, es el éxito que ha tenido el sistema de orquestas, que hace magia con los niños desde la más temprana edad.
Ahora, en el Ministerio de la Cultura descubrieron, además del agua tibia, que los venezolanos prefieren la salsa sobre otros géneros musicales. En el año que tiene el titular frente al despacho debe haberse estado haciendo este tipo de pregunta tan fundamental, sobre todo porque cuando fue juramentado en septiembre de 2014 confesó que le gusta el rock, el merengue y el reguetón. Recientemente el funcionario dio a conocer los resultados de una encuesta entre 1.800 compatriotas. De acuerdo con el diario de circulación nacional que lo publicó bien desplegado, esta enorme muestra se consultó en apenas 13 días, del 21 de agosto al 3 de septiembre. No se aclara en qué regiones se hizo la consulta ni a quiénes les hicieron las preguntas. Mucho menos el margen de error que tiene el sondeo.
Pero más allá de las consideraciones técnicas de una encuesta de esta naturaleza, el divertimento está en comentar los resultados publicados. El ministro no tiene dudas en afirmar que a 17% de los consultados les gusta oír salsa. Le siguen en preferencia la música tradicional venezolana (14%); merengue, baladas y rancheras (13%); vallenato y reguetón (9%).
Para el titular del despacho de Cultura es sumamente importante saber eso, pero además que a los venezolanos le gustan los espectáculos gratis. Como este ministro fue hasta hace aproximadamente un año ministro de Comunas, podemos imaginar que utilizará estos datos para programar un año de conciertos gratis de salsa para “llevar la cultura a la calle”, como bien se lo propuso cuando fue transferido de un ministerio a otro.
También consultaron sobre el hábito de la lectura del venezolano. Debe haberse sorprendido de que 41% haya dicho que lee diariamente periódicos y revistas y que apenas 23% lee libros. No sabemos si planea distribuir textos sobre salsa para aumentar el número de compatriotas lectores.
También preguntaron a la gente si come arepas o empanadas, por aquello de los platos autóctonos, con el resultado de que 79% lo hace todos los días. Este dato y el hecho de que 91% de los consultados le pide favores a José Gregorio Hernández deben darle al ministro un panorama bastante claro de los valores culturales del venezolano. Sobre todo porque no faltó la consulta sobre la felicidad: 79% es “muy feliz”.
Cuánto dinero se habrá invertido del presupuesto ministerial para hacer una encuesta tan ambiciosa (en términos de entrevistados) en tan pocos días, no se sabe, tampoco se dijo. Lo que se discute es la pertinencia la necesidad, la utilidad, cuando muchos organismos del Estado encargados de promocionar y hacer la cultura accesible a todos carecen de fondos para trabajar de manera óptima, como los museos.
¿Se dedicará el ministerio entonces a repartir bongós y charrascas para que la gente sea ahora más feliz tocando salsa?
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