EN:
MIGUEL AZPÚRUA | EL UNIVERSAL
martes 26 de enero de 2016 12:00 AM
Uno de los sucesos más trascendentales durante la primera Presidencia del general José Tadeo Monagas (1847-1851), fue denominado históricamente como "El asalto al Congreso", que se produjo el día 24 de enero de 1848. Monagas había sido escogido como candidato Presidencial por el contubernio Conservador, cuyos líderes eran el Presidente saliente, General Carlos Soublette y su protector General José Antonio Páez; el 1 de octubre de 1846 se reunieron los Colegios Electorales, y de los casi 8.900 electores inscritos en todo el país, solo acudieron a las urnas, 342, la causa principal del ausentismo fue que la mayoría eran liberales, y muchos se encontraban, o escondidos, o presos, o perseguidos por el sistema oligarca reinante. El Congreso Nacional en sesión del 23 de enero de 1847, procede a contar lo votos de los representantes, el resultado favoreció, como era de esperarse, al general Monagas, quien obtuvo 107 votos, seguido por el General Bartolomé Salom, con 97, Antonio Leocadio Guzmán, 57, José Félix Blanco, 46, José Gregorio Monagas, 6, José Antonio Páez, 2, Manuel Felipe Tovar, 2, y 1, Santos Michelena y Santiago Mariño, respectivamente.
El presidente del Congreso, Mariano Fernández Fortique proclamó a Monagas como Presidente Constitucional, para el período, 1847-1851, asumiendo la Primera Magistratura, el 1 de marzo siguiente; su primer Gabinete está plagado de Conservadores, Ángel Quintero, en Interior y Justicia; Miguel Herrera como ministro de Hacienda y Relaciones Exteriores y el general José María Carreño, en Guerra y Marina. Peo muy pronto comienzan las diferencias y las confrontaciones, Monagas conmuta e indulta a muchos liberales sentenciados a la pena máxima, entre ellos el más notorio, Antonio Leocadio Guzmán, lo que provoca la renuncia de Quintero -su feroz enemigo-, Herrera y Carreño, y otros prominentes oligarcas, y tardará muy poco para distanciarse y deslindarse del General Páez, quien prepara una contraofensiva.
Los Conservadores arremeten contra el Presidente Monagas, en los periódicos "El Espectador", de Ángel Quintero, y "La Prensa", dirigida por el furibundo Juan Vicente González, se acusa al Presidente, calificándolo de traidor y asesino; y se propone públicamente que sea juzgado y destituido por el Congreso, otro tanto promueven los integrantes de la "Sociedad Patriótica", conservadores y se preparan para respaldar la acusación. El 1 de enero de 1848, "La Prensa" saluda el año nuevo y ratifica el deseo de que Monagas sea enjuiciado, y trasladado el Congreso para ese fin, los liberales del "Club de Diego Ibarra", contraatacan, convocando una asamblea popular a celebrarse el día 5, en el teatro de la esquina de Coliseo. Allí Blas Bruzual enardece las masas, denuncia la conspiración oligárquica y presenta un texto de respaldo al Gobierno, que fue aprobado y firmado por los asambleístas presentes, en medio de vítores al Partido Liberal, y mueras al Conservador. Así las cosas el clima político se va enrareciendo.
El 19 de enero, los conservadores reúnen a 30 representantes de la Cámara, en el salón de bailes "Renaissance", contiguo al local donde funciona el Congreso, donde se comprometen a someter a la consideración del Congreso, el enjuiciamiento de Monagas y cambiar la sede del Parlamento hacia Puerto Cabello. El 23 de enero de 1848, se instalan las Cámaras, es electo Fernández Fortique como presidente y Jacinto Gutiérrez como vicepresidente del Senado; y para la Cámara de Representantes son elegidos, Miguel Palacios y José María de Rojas. Se tiene previsto que el ministro de Interior y Justicia, Tomás José Sanabria, presente el Mensaje Presidencial, ante los Representantes, el día 24 de enero; en efecto así lo hace acompañado de sus hijos, Francisco y Martín José, y de José Tadeo Monagas, hijo.
Una vez leído el Mensaje, Sanabria pretende retirarse siendo retenido y amenazado por José María de Rojas, quien exige la presencia de otros ministros, Rafael Acevedo (Hacienda y Relaciones Exteriores) y del general Francisco Mejías (Guerra y Marina), para que explicasen la situación política del país. Las barras se amotinan, gritando que los godos han secuestrado a Sanabria, entonces una turba toma por asalto la sede del Congreso; se producen enfrentamientos entre el populacho -tirando piedras y esgrimiendo garrotes, puñales y revólveres- y las milicias armadas a las órdenes del coronel Guillermo Smith. Se cruzan los balazos, el primero en caer es Miguel Reverol capitán de La Vega, luego el civil Juan Maldonado, hieren al oficial Smith, matan al sargento Pedro Pablo Azpúrua, la misma suerte corren los representantes Juan Vicente Salas, Francisco Argote y Juan García; Santos Michelena recibe una estocada -morirá días después a causa de ello-, y el tumulto es indescriptible. Sanabria mantuvo un comportamiento admirable. El Presidente Monagas -custodiado pos sus edecanes- se presenta en la esquina de San Francisco cuando ya la situación estaba en calma, siendo aclamado dando vivas al Partido Liberal. Después afirmaría: "La Constitución sirve para todo".
miguelazpurua@hotmail.com
No comments:
Post a Comment