VÍCTOR SALMERÓN | EL UNIVERSAL
lunes 9 de julio de 2012 12:00 AM
Si en definitiva Venezuela concreta su ingreso al Mercosur como miembro pleno el próximo 31 de julio, el país se integrará con un bloque comercial que aplica una política basada en el libre mercado y no en la economía controlada que impulsa Hugo Chávez.
En el Acuerdo de Asunción, acta fundacional del bloque, Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay se comprometen a "la libre circulación de bienes, servicios y factores productivos entre los países, a través, entre otros, de la eliminación de los derechos aduaneros y restricciones no arancelarias a la circulación de mercaderías y de cualquier otra medida equivalente".
Este postulado tiene consecuencias para Venezuela. El gobierno de Hugo Chávez considera al control de cambio como una pieza fundamental de su política económica, pero esta medida constituye una barrera no arancelaria al libre comercio porque limita el acceso a las divisas y restringe las importaciones.
Una muestra de las implicaciones de este tipo de barreras es la pugna que existe actualmente entre Brasil y Argentina, tras la decisión del gobierno de Cristina Fernández de aumentar el número de bienes que requieren licencias no automáticas de importación, afectando así al ingreso de productos brasileños.
El internacionalista Carlos Romero señala que "hay un problema de tipo general, Mercosur apuesta al libre mercado y la libre empresa mientras que la economía venezolana está basada en los controles".
No obstante hay que considerar que actualmente Venezuela tiene muchos problemas para incrementar sus exportaciones y por tanto, para el resto de los miembros del Mercosur es atractivo obviar detalles como los contemplados en el acta fundacional en aras de asegurar, al menos en el mediano plazo, una mayor venta de productos a Venezuela que tras la caída de la producción nacional recurre a las importaciones para aumentar la oferta y contener la inflación.
"Va a darse una negociación pragmática, evidentemente eso va a suceder" afirma Carlos Romero.
La debilidad
Venezuela busca ingresar al Mercosur en momentos en que sus variables macroeconómicas complican la posibilidad de que sus empresas exporten algo distinto a petróleo, por lo tanto, solo con medidas que corrijan los desequilibrios el país no se convertiría en un simple importador.
Al cierre de abril de este año la inflación acumulada en doce meses era de 23% en Venezuela mientras que en el resto de los integrantes del Mercosur la variación es mucho menor: Paraguay 3,3%, Brasil 5,1%, Uruguay 8% y Argentina 9,8%.
Esta disparidad en el avance de los precios se traduce en que para un empresario venezolano es más costoso producir y sus productos son poco competitivos en el exterior.
Aún logrando que en el mediano plazo la inflación tienda a ser de un dígito, estaría pendiente la corrección de la sobrevaluación de la moneda.
Mientras todo aumenta de precio el tipo de cambio oficial se ha mantenido estático y por tanto los productos importados resultan más baratos que los elaborados en el país.
El Banco Central de Venezuela precisa que entre junio de este año y junio de 2011 el precio al mayor de los productos importados registra un alza de 10,5%, mientras que el de los bienes elaborados en el país se incrementa 16,8%.
De acuerdo con las estadísticas que registra el último informe elaborado por la Cepal Venezuela tiene la moneda más sobrevaluada de América Latina al cierre del primer trimestre de este año.
En el Acuerdo de Asunción, acta fundacional del bloque, Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay se comprometen a "la libre circulación de bienes, servicios y factores productivos entre los países, a través, entre otros, de la eliminación de los derechos aduaneros y restricciones no arancelarias a la circulación de mercaderías y de cualquier otra medida equivalente".
Este postulado tiene consecuencias para Venezuela. El gobierno de Hugo Chávez considera al control de cambio como una pieza fundamental de su política económica, pero esta medida constituye una barrera no arancelaria al libre comercio porque limita el acceso a las divisas y restringe las importaciones.
Una muestra de las implicaciones de este tipo de barreras es la pugna que existe actualmente entre Brasil y Argentina, tras la decisión del gobierno de Cristina Fernández de aumentar el número de bienes que requieren licencias no automáticas de importación, afectando así al ingreso de productos brasileños.
El internacionalista Carlos Romero señala que "hay un problema de tipo general, Mercosur apuesta al libre mercado y la libre empresa mientras que la economía venezolana está basada en los controles".
No obstante hay que considerar que actualmente Venezuela tiene muchos problemas para incrementar sus exportaciones y por tanto, para el resto de los miembros del Mercosur es atractivo obviar detalles como los contemplados en el acta fundacional en aras de asegurar, al menos en el mediano plazo, una mayor venta de productos a Venezuela que tras la caída de la producción nacional recurre a las importaciones para aumentar la oferta y contener la inflación.
"Va a darse una negociación pragmática, evidentemente eso va a suceder" afirma Carlos Romero.
La debilidad
Venezuela busca ingresar al Mercosur en momentos en que sus variables macroeconómicas complican la posibilidad de que sus empresas exporten algo distinto a petróleo, por lo tanto, solo con medidas que corrijan los desequilibrios el país no se convertiría en un simple importador.
Al cierre de abril de este año la inflación acumulada en doce meses era de 23% en Venezuela mientras que en el resto de los integrantes del Mercosur la variación es mucho menor: Paraguay 3,3%, Brasil 5,1%, Uruguay 8% y Argentina 9,8%.
Esta disparidad en el avance de los precios se traduce en que para un empresario venezolano es más costoso producir y sus productos son poco competitivos en el exterior.
Aún logrando que en el mediano plazo la inflación tienda a ser de un dígito, estaría pendiente la corrección de la sobrevaluación de la moneda.
Mientras todo aumenta de precio el tipo de cambio oficial se ha mantenido estático y por tanto los productos importados resultan más baratos que los elaborados en el país.
El Banco Central de Venezuela precisa que entre junio de este año y junio de 2011 el precio al mayor de los productos importados registra un alza de 10,5%, mientras que el de los bienes elaborados en el país se incrementa 16,8%.
De acuerdo con las estadísticas que registra el último informe elaborado por la Cepal Venezuela tiene la moneda más sobrevaluada de América Latina al cierre del primer trimestre de este año.
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