Enrique Meléndez / especial Noticiero Digital / 27 nov 2013.- Para aliviar la grave escasez de dólares que ha aquejado a la economía venezolana en los últimos dos años, el presidente Nicolás Maduro ideó una estrategia novedosa y efectista pero que no evitará una nueva devaluación.
La estrategia, según el economista y profesor universitario Ronald Balza en una larga conversación con Noticiero Digital, es sencilla: trasladar las colas que se hacían frente a Cadivi hacia JVG o Pablo Electrónica al obligarlos a vender a 6,30.
“Lo que hizo fue llevarnos nuevamente a la cola de Cadivi, pero esta vez frente a JVG o Pablo Electrónica a buscar el dólar barato que no se consigue en ninguna parte”.
A continuación la última parte de la entrevista:
El presupuesto de 2014 plantea, entre sus premisas iniciales, que la inflación se pudiera estimar en un 28%; tomando en cuenta que ya el acumulado inflacionario a esta altura va rumbo al 60%. ¿No significaría bajar la inflación a 28% una hazaña de política económica?
-Yo creo que el gobierno no nos va a anunciar como tampoco lo haría la reina de Inglaterra en caso que va a devaluar el año que viene. Es imposible que no devalúen. Lo que vimos ahorita con los electrodomésticos es el ejemplo de Cadivi: nosotros presenciamos en su sede unas colas de gente, buscando dólares, y lo que hizo el presidente Maduro fue pasar esas colas a los electrodomésticos; al obligarlos a vender a 6,30, supuestamente.
-Las colas se han extendido por todo el país; buscando esos electrodomésticos; cuyos precios, obligatoriamente, van a subir el año que viene; a menos que el gobierno haga acuerdos comerciales con China o con una firma como la Samsung para vender a precios que acaban con la competencia y que por un tiempo pueda mantener, para no ser acusados de mentirosos o de haber destruido los sistemas de comercialización y variedad que ya teníamos.
-Ahora lo que hizo fue llevarnos nuevamente a la cola de Cadivi, pero esta vez frente a JVG o Pablo Electrónica a buscar el dólar barato que no se consigue en ninguna parte.
¿Se pudiera inferir que lo que busca Maduro es destruir los medios de producción a gran escala de la empresa privada, mientras busca fortalecer el sector de la pequeña y mediana empresa, y vivir de las importaciones en un alto porcentaje?
-Depende de lo que entendamos por empresa privada, porque si se trata de un sector que actúa por su propia iniciativa yo creo que Maduro está acabando con él mismo. Excepto si esa iniciativa es coincidente con los intereses del gobierno. ¿Por qué razón? El gobierno acaba de anunciar un nuevo registro de empresas pequeñas y medianas, con el objetivo, seguramente, de asignar los dólares para que hagan importaciones según lo que el gobierno quiera.
-Eso acaba con cualquier iniciativa privada; se convierten en operadores; así como los bancos son operadores cambiarios, estas medianas y pequeñas empresas se convertirían en operadoras de lo que el gobierne plantee dentro del plan de la nación. Eso no es algo que se le haya ocurrido a Maduro. Hay una ley de las del 2012 que dejó Chávez relativa a las nuevas formas asociativas del sector público con el sector privado y con el sector comunitario, y que establece que esas asociaciones implican para esas empresas ayudas tecnológicas, provisión de divisas; ayuda con respecto a trámites, que no tendrían quienes no participaran en eso. Pero le dan al gobierno poder de veto sobre sus propias decisiones.
-Entonces, eso no supone la existencia de un sector privado en el sentido estricto del término sino operadores que son como cualquiera que tenga un pequeño Mercal en su casa; que acondiciona el local, y seguidamente lleva a cabo el trabajo. El hecho es que las instrucciones las recibe de otra parte. Eso en sí mismo no es un sector privado.
-Por supuesto, hay quien saque provecho de toda esta situación. La Samsung, por ejemplo, va a tener un mercado cautivo. No va a tener que competir aquí, y se les va a pagar en dólares ya que el gobierno les honra el precio que ellos pidan, y lo va a vender al precio en el momento en que, desde el punto de vista político, le convenga; aunque eso implique sacrificar divisas que bien se hubieran podido invertir en esos hospitales que ahora carecen de medicinas para tratar los enfermos de cáncer; porque el gobierno decide dónde van las divisas.
¿Qué piensa usted del presidente Nicolás Maduro; cuando asegura, por ejemplo, que el dólar paralelo lo fijan en Miami?
-A mi no me preocupa tanto dónde lo fijan; sino por qué se cree aquí que ése es el dólar. ¿Dónde se determina eso? Si es en páginas Web o lo que sea. Uno pudiera preguntarse, ¿por qué los venezolanos, incluso, Ramírez, piensan que el dólar paralelo es un problema y tienen ésa como única referencia? Eso tiene que ver con varias cosas.
-Si uno toma M2, que simboliza la liquidez monetaria, y la divide entre las reservas internacionales, para hace un mes da 50 bolívares por dólar de la reserva. Eso es algo que ha subido, rápidamente, de enero a la fecha. Eso es un cálculo que cualquiera puede hacerlo. No se trata de una medida de tipo de cambio paralelo, pero es una medida que tiene que ver con la enorme cantidad de bolívares; que han ido entrando al sistema en relación con la caída de las reservas.
-Uno pudiera decir entonces aquí en Venezuela que nosotros no le tenemos confianza al tipo de cambio; porque no conseguimos dólares al tipo de cambio oficial; porque los que tiene dólares los venden al precio que consideran referencial; que es el precio que está en estas páginas web, y el precio en esas páginas Web tiene respaldo de distinto tipo. Por ejemplo, la división de M2 entre reservas internacionales. Entonces, lo que nos debe preocupar no es dónde fijan ese precio sino por qué lo creemos y lo asumimos como un precio, que es marcador de precios; que hasta el mismo gobierno lo ha reconocido en los últimos años.
“Lo que hizo fue llevarnos nuevamente a la cola de Cadivi, pero esta vez frente a JVG o Pablo Electrónica a buscar el dólar barato que no se consigue en ninguna parte”.
A continuación la última parte de la entrevista:
El presupuesto de 2014 plantea, entre sus premisas iniciales, que la inflación se pudiera estimar en un 28%; tomando en cuenta que ya el acumulado inflacionario a esta altura va rumbo al 60%. ¿No significaría bajar la inflación a 28% una hazaña de política económica?
-Yo creo que el gobierno no nos va a anunciar como tampoco lo haría la reina de Inglaterra en caso que va a devaluar el año que viene. Es imposible que no devalúen. Lo que vimos ahorita con los electrodomésticos es el ejemplo de Cadivi: nosotros presenciamos en su sede unas colas de gente, buscando dólares, y lo que hizo el presidente Maduro fue pasar esas colas a los electrodomésticos; al obligarlos a vender a 6,30, supuestamente.
-Las colas se han extendido por todo el país; buscando esos electrodomésticos; cuyos precios, obligatoriamente, van a subir el año que viene; a menos que el gobierno haga acuerdos comerciales con China o con una firma como la Samsung para vender a precios que acaban con la competencia y que por un tiempo pueda mantener, para no ser acusados de mentirosos o de haber destruido los sistemas de comercialización y variedad que ya teníamos.
-Ahora lo que hizo fue llevarnos nuevamente a la cola de Cadivi, pero esta vez frente a JVG o Pablo Electrónica a buscar el dólar barato que no se consigue en ninguna parte.
¿Se pudiera inferir que lo que busca Maduro es destruir los medios de producción a gran escala de la empresa privada, mientras busca fortalecer el sector de la pequeña y mediana empresa, y vivir de las importaciones en un alto porcentaje?
-Depende de lo que entendamos por empresa privada, porque si se trata de un sector que actúa por su propia iniciativa yo creo que Maduro está acabando con él mismo. Excepto si esa iniciativa es coincidente con los intereses del gobierno. ¿Por qué razón? El gobierno acaba de anunciar un nuevo registro de empresas pequeñas y medianas, con el objetivo, seguramente, de asignar los dólares para que hagan importaciones según lo que el gobierno quiera.
-Eso acaba con cualquier iniciativa privada; se convierten en operadores; así como los bancos son operadores cambiarios, estas medianas y pequeñas empresas se convertirían en operadoras de lo que el gobierne plantee dentro del plan de la nación. Eso no es algo que se le haya ocurrido a Maduro. Hay una ley de las del 2012 que dejó Chávez relativa a las nuevas formas asociativas del sector público con el sector privado y con el sector comunitario, y que establece que esas asociaciones implican para esas empresas ayudas tecnológicas, provisión de divisas; ayuda con respecto a trámites, que no tendrían quienes no participaran en eso. Pero le dan al gobierno poder de veto sobre sus propias decisiones.
-Entonces, eso no supone la existencia de un sector privado en el sentido estricto del término sino operadores que son como cualquiera que tenga un pequeño Mercal en su casa; que acondiciona el local, y seguidamente lleva a cabo el trabajo. El hecho es que las instrucciones las recibe de otra parte. Eso en sí mismo no es un sector privado.
-Por supuesto, hay quien saque provecho de toda esta situación. La Samsung, por ejemplo, va a tener un mercado cautivo. No va a tener que competir aquí, y se les va a pagar en dólares ya que el gobierno les honra el precio que ellos pidan, y lo va a vender al precio en el momento en que, desde el punto de vista político, le convenga; aunque eso implique sacrificar divisas que bien se hubieran podido invertir en esos hospitales que ahora carecen de medicinas para tratar los enfermos de cáncer; porque el gobierno decide dónde van las divisas.
¿Qué piensa usted del presidente Nicolás Maduro; cuando asegura, por ejemplo, que el dólar paralelo lo fijan en Miami?
-A mi no me preocupa tanto dónde lo fijan; sino por qué se cree aquí que ése es el dólar. ¿Dónde se determina eso? Si es en páginas Web o lo que sea. Uno pudiera preguntarse, ¿por qué los venezolanos, incluso, Ramírez, piensan que el dólar paralelo es un problema y tienen ésa como única referencia? Eso tiene que ver con varias cosas.
-Si uno toma M2, que simboliza la liquidez monetaria, y la divide entre las reservas internacionales, para hace un mes da 50 bolívares por dólar de la reserva. Eso es algo que ha subido, rápidamente, de enero a la fecha. Eso es un cálculo que cualquiera puede hacerlo. No se trata de una medida de tipo de cambio paralelo, pero es una medida que tiene que ver con la enorme cantidad de bolívares; que han ido entrando al sistema en relación con la caída de las reservas.
-Uno pudiera decir entonces aquí en Venezuela que nosotros no le tenemos confianza al tipo de cambio; porque no conseguimos dólares al tipo de cambio oficial; porque los que tiene dólares los venden al precio que consideran referencial; que es el precio que está en estas páginas web, y el precio en esas páginas Web tiene respaldo de distinto tipo. Por ejemplo, la división de M2 entre reservas internacionales. Entonces, lo que nos debe preocupar no es dónde fijan ese precio sino por qué lo creemos y lo asumimos como un precio, que es marcador de precios; que hasta el mismo gobierno lo ha reconocido en los últimos años.
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