EZEQUIEL VÁZQUEZ GER| EL UNIVERSAL
domingo 24 de noviembre de 2013 12:00 AM
La sociedad venezolana se convirtió en una sociedad de cómplices, en la cual, como decía Enrique Santos Discepolo a mediados de los años '30: "¡Hoy resulta que es lo mismo ser derecho que traidor!... ¡Ignorante, sabio o chorro, generoso o estafador! ¡Todo es igual! ¡Nada es mejor! ¡Lo mismo un burro que un gran profesor!" (...) "El que no llora no mama y el que no afana es un gil! ¡Dale nomás! ¡Dale que va! ¡Que allá en el horno nos vamo a encontrar! ¡No pienses más, sentate a un lao, que a nadie importa si naciste honrao! Es lo mismo el que labura noche y día como un buey, que el que vive de los otros, que el que mata, que el que cura o está fuera de la ley...".
Pero aun en una sociedad corrompida, no todos entran en la misma bolsa. Hay algunos pocos que por su integridad moral y profesional, que por seguir sus principios y convicciones, no venderse a la corrupción y no involucrarse en negocios corruptos; que por seguir el camino difícil, del trabajo y el esfuerzo, en lugar de correr tras la plata fácil, se han ganado el odio de muchos e incluso han tenido que salir del país para proteger su propia vida y la de sus familias. Sin embargo, por lo general, no reciben el reconocimiento que deberían.
El pasado 18 de noviembre un grupo de malandros, por que eso es lo que son, invadieron la casa en Venezuela de una de estás nobles personas, Oscar García Mendoza. Lo hicieron, por orden del gobierno, y como represalia a su integridad.
Oscar García Mendoza es la representación del último bastión moral que queda en Venezuela. Como presidente del Banco Venezolano de Crédito, la institución financiera más sana del país, jamás busco hacer negocios con el gobierno para lograr dinero fácil. Defensor de la libertad individual, del Estado de Derecho, de la propiedad privada y del libre mercado, invirtió años de su vida y recursos en la promoción de las ideas de la libertad a través de su apoyo constante a fundaciones como Cedice y "Liderazgo y Visión".
Su descripción en twitter dice "Etiam si omnes, ego non", que en español significa "Incluso si todos, yo no". Y fue por no haber cedido, que Oscar García ha sido victima en los últimos años de todo tipo de ataques frívolos, con el único objetivo de sacarlo del medio y robarle el negocio que durante años construyó. Pero ni la dictadura de Chávez ni la brutalidad de Maduro han podido encontrar excusa alguna para terminar con él. Y eso es lo que más bronca les da a aquellos que teniendo todo el dinero de Venezuela, no pueden dormir tranquilos, sabiendo que no lo ganaron, sino que lo robaron, a costa del país entero.
La invasión a la casa de Oscar García Mendoza tiene que ser vista no como un saqueo más, si no como la intrusión en la casa de cada uno de los venezolanos que rechazan a la sociedad de cómplices, que no quieren ser parte de este saqueo no solo material, sino también moral.
Por eso, como gesto de solidaridad hacia él, su familia, y hacia todos los que quieren una Venezuela distinta, propongo que durante los próximos días todos cambiemos nuestra descripción en Twitter y pongamos "Etiam si omnes, ego non" y twittiemos esa frase por todos lados, como gesto de rechazo a la sociedad de cómplices y de apoyo a este hombre que tanto ha hecho por su país.
Pero aun en una sociedad corrompida, no todos entran en la misma bolsa. Hay algunos pocos que por su integridad moral y profesional, que por seguir sus principios y convicciones, no venderse a la corrupción y no involucrarse en negocios corruptos; que por seguir el camino difícil, del trabajo y el esfuerzo, en lugar de correr tras la plata fácil, se han ganado el odio de muchos e incluso han tenido que salir del país para proteger su propia vida y la de sus familias. Sin embargo, por lo general, no reciben el reconocimiento que deberían.
El pasado 18 de noviembre un grupo de malandros, por que eso es lo que son, invadieron la casa en Venezuela de una de estás nobles personas, Oscar García Mendoza. Lo hicieron, por orden del gobierno, y como represalia a su integridad.
Oscar García Mendoza es la representación del último bastión moral que queda en Venezuela. Como presidente del Banco Venezolano de Crédito, la institución financiera más sana del país, jamás busco hacer negocios con el gobierno para lograr dinero fácil. Defensor de la libertad individual, del Estado de Derecho, de la propiedad privada y del libre mercado, invirtió años de su vida y recursos en la promoción de las ideas de la libertad a través de su apoyo constante a fundaciones como Cedice y "Liderazgo y Visión".
Su descripción en twitter dice "Etiam si omnes, ego non", que en español significa "Incluso si todos, yo no". Y fue por no haber cedido, que Oscar García ha sido victima en los últimos años de todo tipo de ataques frívolos, con el único objetivo de sacarlo del medio y robarle el negocio que durante años construyó. Pero ni la dictadura de Chávez ni la brutalidad de Maduro han podido encontrar excusa alguna para terminar con él. Y eso es lo que más bronca les da a aquellos que teniendo todo el dinero de Venezuela, no pueden dormir tranquilos, sabiendo que no lo ganaron, sino que lo robaron, a costa del país entero.
La invasión a la casa de Oscar García Mendoza tiene que ser vista no como un saqueo más, si no como la intrusión en la casa de cada uno de los venezolanos que rechazan a la sociedad de cómplices, que no quieren ser parte de este saqueo no solo material, sino también moral.
Por eso, como gesto de solidaridad hacia él, su familia, y hacia todos los que quieren una Venezuela distinta, propongo que durante los próximos días todos cambiemos nuestra descripción en Twitter y pongamos "Etiam si omnes, ego non" y twittiemos esa frase por todos lados, como gesto de rechazo a la sociedad de cómplices y de apoyo a este hombre que tanto ha hecho por su país.
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