MARUJA TARRE| EL UNIVERSAL
viernes 29 de noviembre de 2013 12:00 AM
Siempre me ha llamado la atención, en las películas sobre la II Guerra Mundial, el trato que se le dio a quienes colaboraron con el ocupante nazi. La imagen que más recuerdo es la de mujeres, sometidas al escarnio público, por haber sido amantes de algún invasor alemán.
No justifico palizas, ni humillaciones, pero como ciudadana de un país ocupado por fuerzas enemigas, cada vez entiendo más la indignación que se llega a sentir.
Estoy completamente segura, que algún día Maduro y su gobierno pagará con la cárcel todo el daño que han hecho. Tiene que ejercerse justicia en contra de los que han acabado con un país, desperdiciando la más extraordinaria oportunidad que nos brindó el mercado petrolero.
Pero Maduro se ha mantenido en el poder gracias a una enorme cantidad de complicidades y apoyos tácitos. No me refiero a los pobres diablos que hicieron cola para "comprar" un televisor que se les dañará por los continuos apagones. ¡No! Los cómplices reales son personas muy honorables y exitosas, que les ha ido muy bien en tiempos de robolución.
Los cómplices son quienes les construyen las casas, los asesoran en sus "inversiones", les decoran sus yates, les aceptan sus invitaciones, les celebran sus gracias. Los cómplices son los eternos enchufaos que se las arreglan para estar bien con todos los regímenes.
Cuando Maduro, Cabello, Carreño y otras joyas, estén preparando su defensa en La Haya o en algún tribunal venezolano, los cómplices estarán estudiando estrategias para "servir" al nuevo gobierno. Los cómplices son los eternos enchufaos que tanto daño han hecho en el curso de nuestra historia.
No justifico palizas, ni humillaciones, pero como ciudadana de un país ocupado por fuerzas enemigas, cada vez entiendo más la indignación que se llega a sentir.
Estoy completamente segura, que algún día Maduro y su gobierno pagará con la cárcel todo el daño que han hecho. Tiene que ejercerse justicia en contra de los que han acabado con un país, desperdiciando la más extraordinaria oportunidad que nos brindó el mercado petrolero.
Pero Maduro se ha mantenido en el poder gracias a una enorme cantidad de complicidades y apoyos tácitos. No me refiero a los pobres diablos que hicieron cola para "comprar" un televisor que se les dañará por los continuos apagones. ¡No! Los cómplices reales son personas muy honorables y exitosas, que les ha ido muy bien en tiempos de robolución.
Los cómplices son quienes les construyen las casas, los asesoran en sus "inversiones", les decoran sus yates, les aceptan sus invitaciones, les celebran sus gracias. Los cómplices son los eternos enchufaos que se las arreglan para estar bien con todos los regímenes.
Cuando Maduro, Cabello, Carreño y otras joyas, estén preparando su defensa en La Haya o en algún tribunal venezolano, los cómplices estarán estudiando estrategias para "servir" al nuevo gobierno. Los cómplices son los eternos enchufaos que tanto daño han hecho en el curso de nuestra historia.
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