César Miguel Rondón
Hitler y sus seguidores salivaban y
eran felices viendo las inmensas piras de libros que ardían bajo las
llamas. El fascismo venezolano, ejercido desde el régimen con sus
seguidores, ha dado un paso importante de avance: ellos queman
universidades. Hemos tenido días seguidos de dura violencia contra la
educación superior. Los disturbios en la UCAB de Guayana, el incendio
provocado y los disturbios en la Universidad Fermín Toro de
Barquisimeto. Y ayer la situación de pánico, inaceptable, que se vivió
en la Universidad Católica Andrés Bello.
El titular de El Nacional es muy duro: “PNB, GNB y colectivos, han atacado, saqueado y quemado 18 universidades”.
Es grave lo que dice El Nacional porque está incluyendo por igual no
solo a los llamados colectivos -como los definió Human Rigth Wacht:
“pandillas de paramilitares armados”, estas patotas de malandros que son
afectos al chavismo y protegidos por el régimen- sino también nada
menos que a la Policía Nacional Bolivariana y a la mismísima Guardia
Nacional Bolivariana. Leo acá también en El Nacional: “Un grupo
armado motorizado disparó ayer contra los estudiantes de la Universidad
Católica Andrés Bello que trancaron la autopista Francisco Fajardo para
exigir la libertad de dos de sus compañeros presos. Fueron suspendidas
las actividades hasta nuevo aviso.”
Cuando se dice “dispararon contra los
estudiantes” hay una fotografía que da prueba del hecho. Un motorizado
se baja de su moto, se acuclilla -es decir, “rodilla en tierra” como le
gustaba decir al comandante aquel- y dispara su arma contra alguien que
no vemos en el cuadro ante la mirada de sus compañeros.
¿Qué está ocurriendo aquí? El Universal dice: “Grupos armados atacaron la UCAB ante la indiferencia de la policía”. Porque es tan grave la acción de estos malandros, como la indiferencia de la autoridad uniformada. Dice el diario: “El movimiento estudiantil anuncia que volverá a la calle en los próximos días”.
Fíjese usted lo curioso de esto. Hemos
reseñado los incidentes violentos, inaceptables, peligrosísimos de los
últimos días en la UCAB Guayana, Universidad Fermín Toro en Lara y la
UCAB en Caracas. Y los estudiantes no habían hecho acciones de calle.
Esa violencia contra los estudiantes y sus universidades se dio sin que
hubiesen salido a la calle. El movimiento estudiantil dice, entonces,
que volverá a la calle. ¿Qué les espera? Dios quiera que la violencia
tenga algún límite en algún momento.
Como decíamos al principio, Hitler
quemaba libros y sus seguidores aplaudían eufóricos. Este régimen ha
avanzado en el fascismo, quema universidades y sus seguidores disparan,
y, supone uno, celebran.
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