ANGEL GARCÍA BANCHS| EL UNIVERSAL
martes 17 de junio de 2014 12:00 AM
Ésta es tan sólo una nota rápida para que se preparen.
Bien sea subiendo simultáneamente la tasa oficial preferencial de 6,3Bs/$ (Cencoex I) y la de 10Bs/$ (Cencoex II–Sicad I), o sólo subiendo esta última y migrando rubros, devaluarán más y pronto.
Son muchas ya las devaluaciones escondidas que han tenido lugar durante este año, pero, desde la última devaluación oficial de febrero 2013, cuando se pasó de 4,3Bs/$ a 6,3Bs/$, el incremento acumulado de la liquidez ha sido del orden de un 95% aproximadamente, la inflación de precios acumulada ha sido del 83%, y la del salario mínimo de 108%. Pero, más importante aún, la escasez se ha desbordado, al pasar de aproximadamente el 19,7% a febrero de 2013 a más de un 30% en la actualidad.
En palabras llanas, el gobierno sabe que tiene que restarle poder de compra a esos incrementos acumulados del salario mínimo y la liquidez en general. Es decir, necesariamente, debe reducir la demanda (el consumo) para contener (más que reducir) la escasez de dólares y bienes.
La camisa de fuerza (el control de cambio) está por romperse con un ajuste descomunal del sistema de precios. Pero, de eso les contaré en otra oportunidad.
Bien sea subiendo simultáneamente la tasa oficial preferencial de 6,3Bs/$ (Cencoex I) y la de 10Bs/$ (Cencoex II–Sicad I), o sólo subiendo esta última y migrando rubros, devaluarán más y pronto.
Son muchas ya las devaluaciones escondidas que han tenido lugar durante este año, pero, desde la última devaluación oficial de febrero 2013, cuando se pasó de 4,3Bs/$ a 6,3Bs/$, el incremento acumulado de la liquidez ha sido del orden de un 95% aproximadamente, la inflación de precios acumulada ha sido del 83%, y la del salario mínimo de 108%. Pero, más importante aún, la escasez se ha desbordado, al pasar de aproximadamente el 19,7% a febrero de 2013 a más de un 30% en la actualidad.
En palabras llanas, el gobierno sabe que tiene que restarle poder de compra a esos incrementos acumulados del salario mínimo y la liquidez en general. Es decir, necesariamente, debe reducir la demanda (el consumo) para contener (más que reducir) la escasez de dólares y bienes.
La camisa de fuerza (el control de cambio) está por romperse con un ajuste descomunal del sistema de precios. Pero, de eso les contaré en otra oportunidad.
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