THAYS PEÑALVER| EL UNIVERSAL
jueves 19 de junio de 2014 12:00 AM
"...a Chávez lo mataron" gritaron los mismos iracundos que hoy inventan el magnicidio. "Estableceremos una comisión de alto nivel, porque estamos seguros de que ese cáncer se lo implantaron". "Lo mataron los mismos que a Arafat". No pocos artículos se escribieron sobre la posibilidad en los medios progobierno (como Telesur), o a través de "científicos reputados" como Evo Morales, desde la viabilidad a través de un "Xenoinjerto Ortotópico como con los ratones" en la rodilla del finado, hasta el "uso del polonio radiactivo" en dosis diarias que pudieron producir ese "caso verdaderamente raro".
¡Y miren que en la oposición nos pelamos ese mango tan bajito! Porque cuando al primer ministro de Israel le preguntaron sobre el caso del polonio en el cepillo de dientes y la ropa interior de Arafat, lo primero que se le pasó por la cabeza fue el sentido común. Hay que buscar al culpable entre los que le colocaban los interiores, compraban el cepillo de dientes y le daban su comida, que en su caso eran los más extremistas y en el nuestro, eran de "otro país". Si a Chávez lo mataron introduciéndole un hipotético injerto de células cancerígenas, pues sencillamente lo asesinó alguien tan, pero tan cercano, que es posiblemente quien echó para atrás la famosa "Comisión Presidencial". Si a Chávez lo mataron con pequeñas dosis radioactivas de Polonio 210 durante un buen tiempo, pues hay que encontrar a quienes son los verdaderamente expertos en esos menesteres y quienes desarrollaron la técnica del asesinato con Polonio 210, que en el caso de Chávez, son paradójicamente los mismos que le cuidaban su cepillo de dientes y su ropa interior.
Ahora siendo realistas, mi opinión es que nunca hubo tal plan de magnicidio. Sino una "formula de control" que ejercitó la dependencia a la Isla hasta el punto, en que la negligencia, impericia y estupidez del entorno, entregaron parte de la soberanía de Venezuela, al cuidado total de extranjeros a los que Chávez solo había visto, objetivamente unas cuantas veces en toda su vida. La "formula del magnicidio" inculcada por los soviéticos a Fidel durante años, para ejercitar su dependencia cuasi total (con mas de 600 magnicidios inventados) lo único que hizo es que Chávez, dudara en extremo de todo su entorno y se entregara al cuidado de los "únicos que podían garantizarle su vida".
Es por ello que a Maduro, para controlarlo, le aplican dos planes de magnicidio por año (a mediados, como el actual y a finales como seguro lo descubrirán). Para ello basta con revisar un poco la prensa. "denuncian ante Fiscalía intento de magnicidio" (AVN. 09/05/2012) y así entre mayo y agosto de 2012 Venezuela (y más aún Maduro) estuvo bombardeada en los medios por las "profundas evidencias" que no tardarían en ser presentadas y que terminaron en forma de Twitter, correos electrónicos y en absolutamente nada. Al año siguiente a Maduro le aplicaron la "formula de control" con el alertaron "este jueves sobre planes de magnicidio que pretende ejecutar la derecha venezolana contra el presidente de la República". "Si aquí le ocurre algo a Nicolás Maduro...." (Correo del Orinoco 25-07-2013), y de nuevo en las mismas fechas volvieron con el "en breve estaremos presentando las pruebas contundentes" que terminaron en rueda de prensa presentadas en forma de tuits, e-mails y fotos.
Superado diciembre del 2013 con otro complot de magnicidio más y con aquello de "Nicolás Maduro corroboró la información". Llego puntualmente el magnicidio de este año con las mismas características de la "formula de control". El asunto es que en realidad no tiene nada que ver con María Corina, la derecha fascista o los nexos establecidos en Twitter y en los e-mails que nadie, ni aquí ni afuera se los cree. El asunto es que Maduro se cree las pruebas fabricadas en ese laboratorio y que la fórmula de control que emerge, funciona a la perfección.
Obsérvenlo bien, Obama recibió en sus primeros años 1 amenaza de muerte cada 45 minutos y ha enfrentado decenas de verdaderos complots contra su vida, en un país en el que uno de cada 10 presidentes ha sido asesinado o herido (Cs Monitor), pero Obama no ha pasado ni un solo minuto enfocado en eso. Pero el caso de Maduro es lo que la fórmula pretende, lleva dos meses y pasará este año al menos 4 meses hablando del magnicidio, viajando (G-7, ONU, China) para "mostrar las pruebas del plan" que a fin de cuentas, es lo que todo Presidente tiene que enfrentar, porque viene en la "descripción del cargo". Pero esto es lo que la fórmula de control pretende, procurar la dominación total de la paranoia de Maduro. Y es gracias a la paranoia que sembrarán en él, que obtendrán el control total sobre éste.
En fin, que en un país normal, el problema se soluciona incorporando la figura de un servicio verdadero de protección al Presidente y con este último gobernando. En Venezuela, el laboratorio pretende protegerlo, controlarlo y gobernar.
La gran pregunta es, ¿quién a estas alturas, es el dueño del laboratorio que está aplicando la fórmula de control sobre Maduro?
¡Y miren que en la oposición nos pelamos ese mango tan bajito! Porque cuando al primer ministro de Israel le preguntaron sobre el caso del polonio en el cepillo de dientes y la ropa interior de Arafat, lo primero que se le pasó por la cabeza fue el sentido común. Hay que buscar al culpable entre los que le colocaban los interiores, compraban el cepillo de dientes y le daban su comida, que en su caso eran los más extremistas y en el nuestro, eran de "otro país". Si a Chávez lo mataron introduciéndole un hipotético injerto de células cancerígenas, pues sencillamente lo asesinó alguien tan, pero tan cercano, que es posiblemente quien echó para atrás la famosa "Comisión Presidencial". Si a Chávez lo mataron con pequeñas dosis radioactivas de Polonio 210 durante un buen tiempo, pues hay que encontrar a quienes son los verdaderamente expertos en esos menesteres y quienes desarrollaron la técnica del asesinato con Polonio 210, que en el caso de Chávez, son paradójicamente los mismos que le cuidaban su cepillo de dientes y su ropa interior.
Ahora siendo realistas, mi opinión es que nunca hubo tal plan de magnicidio. Sino una "formula de control" que ejercitó la dependencia a la Isla hasta el punto, en que la negligencia, impericia y estupidez del entorno, entregaron parte de la soberanía de Venezuela, al cuidado total de extranjeros a los que Chávez solo había visto, objetivamente unas cuantas veces en toda su vida. La "formula del magnicidio" inculcada por los soviéticos a Fidel durante años, para ejercitar su dependencia cuasi total (con mas de 600 magnicidios inventados) lo único que hizo es que Chávez, dudara en extremo de todo su entorno y se entregara al cuidado de los "únicos que podían garantizarle su vida".
Es por ello que a Maduro, para controlarlo, le aplican dos planes de magnicidio por año (a mediados, como el actual y a finales como seguro lo descubrirán). Para ello basta con revisar un poco la prensa. "denuncian ante Fiscalía intento de magnicidio" (AVN. 09/05/2012) y así entre mayo y agosto de 2012 Venezuela (y más aún Maduro) estuvo bombardeada en los medios por las "profundas evidencias" que no tardarían en ser presentadas y que terminaron en forma de Twitter, correos electrónicos y en absolutamente nada. Al año siguiente a Maduro le aplicaron la "formula de control" con el alertaron "este jueves sobre planes de magnicidio que pretende ejecutar la derecha venezolana contra el presidente de la República". "Si aquí le ocurre algo a Nicolás Maduro...." (Correo del Orinoco 25-07-2013), y de nuevo en las mismas fechas volvieron con el "en breve estaremos presentando las pruebas contundentes" que terminaron en rueda de prensa presentadas en forma de tuits, e-mails y fotos.
Superado diciembre del 2013 con otro complot de magnicidio más y con aquello de "Nicolás Maduro corroboró la información". Llego puntualmente el magnicidio de este año con las mismas características de la "formula de control". El asunto es que en realidad no tiene nada que ver con María Corina, la derecha fascista o los nexos establecidos en Twitter y en los e-mails que nadie, ni aquí ni afuera se los cree. El asunto es que Maduro se cree las pruebas fabricadas en ese laboratorio y que la fórmula de control que emerge, funciona a la perfección.
Obsérvenlo bien, Obama recibió en sus primeros años 1 amenaza de muerte cada 45 minutos y ha enfrentado decenas de verdaderos complots contra su vida, en un país en el que uno de cada 10 presidentes ha sido asesinado o herido (Cs Monitor), pero Obama no ha pasado ni un solo minuto enfocado en eso. Pero el caso de Maduro es lo que la fórmula pretende, lleva dos meses y pasará este año al menos 4 meses hablando del magnicidio, viajando (G-7, ONU, China) para "mostrar las pruebas del plan" que a fin de cuentas, es lo que todo Presidente tiene que enfrentar, porque viene en la "descripción del cargo". Pero esto es lo que la fórmula de control pretende, procurar la dominación total de la paranoia de Maduro. Y es gracias a la paranoia que sembrarán en él, que obtendrán el control total sobre éste.
En fin, que en un país normal, el problema se soluciona incorporando la figura de un servicio verdadero de protección al Presidente y con este último gobernando. En Venezuela, el laboratorio pretende protegerlo, controlarlo y gobernar.
La gran pregunta es, ¿quién a estas alturas, es el dueño del laboratorio que está aplicando la fórmula de control sobre Maduro?
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