PEDRO PABLO PEÑALOZA| EL UNIVERSAL
lunes 14 de julio de 2014 12:00 AM
Lo que utilizó el chavismo para sentar las bases de su revolución, es lo que propone Voluntad Popular (VP) para salir de ella: la Constituyente.
El coordinador político de VP, Freddy Guevara, cree que muchas de las críticas a esta fórmula constitucional provienen del "miedo y la comodidad" de un sector que se "acostumbró" a ser oposición y que, incluso, termina repitiendo los argumentos del Gobierno para achacarles la culpa de la violencia.
-El alcalde Antonio Ledezma llamó a hablar con sinceridad para fortalecer la unidad. ¿Un primer paso en ese sentido no exigiría que los promotores de "La Salida" admitan que se equivocaron y se ajusten a la estrategia acordada por la MUD?
-Creo que hay dos premisas falsas: primero, que nos equivocamos. Y segundo, que había una estrategia distinta en la MUD. Es absolutamente falso que había un plan para después de diciembre. Tanto llevamos a la MUD esa discusión, que se aprobó un documento en donde asumimos como objetivo político buscar la sustitución del Gobierno lo antes posible por las vías constitucionales.
Solamente hay cuatro mecanismos constitucionales que permiten lograr una salida lo antes posible: revocatorio, enmienda, Constituyente o renuncia. Nosotros planteamos salir a debatir esto con la gente.
Henrique (Capriles) dijo que él pensaba que después de diciembre, debíamos guardarnos. Nosotros pensamos que cuando un país se está hundiendo y frente a la arremetida del régimen, lo menos que puede plantear una dirigencia responsable es decir que te vas a guardar. Nuestra propuesta es una respuesta a la grave crisis y a la necesidad de cambio.
"La Salida" no se ha acabado, se mantiene y seguirá. "La Salida" es la sustitución del sistema lo antes posible por la vía constitucional. Quien diga que no está de acuerdo con "La Salida", entonces, ¿no quiere que el Gobierno se vaya lo antes posible por la vía constitucional?
-Dice que la MUD no tenía una estrategia, pero la alianza había acordado trabajar sobre una serie de temas como la renovación de los poderes públicos.
-No, depende de qué es una estrategia. Discutimos objetivos que todos compartimos. Incluso, en la MUD se aprobó que había que buscar la sustitución del Gobierno lo antes posible por vías democráticas y constitucionales. Ahora, una dirigencia tiene que ir más allá del análisis y plantear a la gente cómo lo vas a lograr.
El 12 de febrero, cuando hacemos la propuesta, que incluyó el debate público y las movilizaciones, el Gobierno aborta la discusión asesinando a Basil, Juancho y Redman. De allí en adelante lo que ocurre es una rebelión ciudadana que buscó restituir los derechos de los venezolanos. Es un error pensar que, de alguna forma, el objetivo de cuando salimos a debatir en febrero en las asambleas era que terminara pasando lo que pasó en febrero. Primero, porque los responsables de eso son quienes están en el régimen, nunca se puede hacer la inversión moral de pensar que los que promueven la defensa de los derechos son los responsables de la represión.
-El secretario general de AD, Henry Ramos Allup, reconoció que el diálogo no ha dado resultados, pero destacó que, al menos, esa estrategia no había causado muertos y heridos. ¿Asumen alguna cuota de responsabilidad por la violencia que se ha registrado este año?
-Pretender que nosotros, los estudiantes y todos los que participaron en las movilizaciones de calle, somos responsable de los asesinatos, es pensar que una mujer que es violada es responsable por tener un escote.
Es la misma inversión moral que legitima y justifica la represión del régimen. ¿Quién ordenó que asesinaran a Geraldine Moreno frente a su casa? ¿Fue una orden que salió de nosotros? ¿Leopoldo López le mandó un texto a los funcionarios del Sebin que le dispararon a Juancho? Eso es lo que dice el Gobierno. La gran preocupación es por qué tenemos nosotros actores en la oposición que legitiman ese discurso.
-Parece un contrasentido que lancen una propuesta unilateral como la Constituyente, que no cuenta con el apoyo de la mayoría de la MUD, y luego se hable de fortalecer la unidad.
-La Constituyente es una propuesta de debate público. Tanto es así que la MUD creó una comisión para debatir la propuesta. Hay que reconocer el esfuerzo unitario que están haciendo Copei, UNT y Ledezma, liderazgos que han dejado muy claro la importancia de debatir y que no nos cerremos a ninguna vía. Hay otras organizaciones y liderazgos que sí están cerrados porque asumieron que lo mejor que puede pasar es que Maduro termine su período y lleguemos al 2019.
Esa ruta (esperar a 2019) no responde a dos problemas de fondo: la urgencia del cambio y solucionar la crisis del sistema político. Nuestra propuesta no puede estar basada solamente en la sustitución de Maduro, en ganar algunas alcaldías y gobernaciones o que algunos seamos diputados. Planteamos la reestructuración, el cambio del sistema político y la reconciliación del país a través de la Constituyente.
-¿Cómo pensar en una salida electoral si antes no se enfoca la lucha en la renovación del Consejo Nacional Electoral (CNE)?
-Hay que dar esa lucha, estamos de acuerdo con eso. ¿Pero con la renovación del CNE resolvemos el problema urgente? Aquí no hay cambio posible si no hay presión de la gente en la calle. Ahora, ¿los actores que están proponiendo que nos enfoquemos solamente en eso (la renovación del CNE) están dispuestos a generar los riesgos necesarios? ¿O simplemente pensamos que vamos a lograr el cambio del CNE dando declaraciones públicas y enviando cartas a la comunidad internacional? Si no hay la disposición real de los líderes de asumir riesgos, de generar presión para que el sistema entienda que tiene que ceder, entonces no hay posibilidad.
Es un error plantear que existe una dicotomía entre la MUD y "La Salida". Nosotros somos parte de la MUD y ninguno es más "Mesa" que otro. En la MUD tienes partidos como UNT y Copei que no solo abogan por la reunificación sino que plantean una oposición real Gobierno y dicen que no están en la vía de 2019.
-Capriles aclaró que tampoco está en la línea de 2019.
-Entonces, quizás entendimos mal algunas de las reuniones que hemos tenido con sus diferentes organizaciones políticas. Que nos planteen cuál es la vía para lograr el cambio del régimen antes de 2019.
-Recordando la experiencia de 1999, expertos advierten que la Constituyente puede servir para blindar la hegemonía chavista.
-La mayoría de las críticas a la Constituyente están más basadas en el miedo y la comodidad, que en la identificación real de la solución a los problemas. ¿Existe alguna solución libre de riesgos y que no requiera presión de calle? No.
Ganar la Asamblea Nacional en 2015 tampoco soluciona el problema. Aquí la dicotomía es entre la Constituyente y 2019.
-Este es un momento difícil para VP. La Constituyente no tiene consenso en la MUD y, además, su principal líder, Leopoldo López, está preso y aislado. ¿Este cuadro no obliga a reflexionar sobre los errores cometidos?
-La soberbia no es algo que nos caracteriza y no podemos pensar que no hemos cometido errores, pero no es primera vez que lanzamos una política a la calle y nos critican. Los mismos que nos llamaron antipolíticos, inmaduros y divisionistas cuando planteamos primarias y tarjeta única, fueron los que después abrazaron la idea.
La política es así, la lucha entre una fuerza conservadora que le teme a los cambios y fuerzas progresistas que buscan que las cosas se aceleren. Hay algunos dirigentes que pareciera que se han acostumbrado a ser oposición, con la comodidad y el miedo a asumir los riesgos que implica el cambio de un sistema de este tipo. No podemos decir que la solución es salir a recorrer el país y organizar a la gente. Esa es la labor de los partidos, pero la organización y las giras son medios para ejercer transformaciones políticas. Tenemos que tener una propuesta de cambio. Nosotros tenemos una: hay que refundar el país y renovar el pacto social en un proceso incluyente a través de una Constituyente. ¿Cuál es la otra propuesta? El problema no está en que se debata, sino cuando se personaliza y das herramientas al régimen para justificar la represión.
El coordinador político de VP, Freddy Guevara, cree que muchas de las críticas a esta fórmula constitucional provienen del "miedo y la comodidad" de un sector que se "acostumbró" a ser oposición y que, incluso, termina repitiendo los argumentos del Gobierno para achacarles la culpa de la violencia.
-El alcalde Antonio Ledezma llamó a hablar con sinceridad para fortalecer la unidad. ¿Un primer paso en ese sentido no exigiría que los promotores de "La Salida" admitan que se equivocaron y se ajusten a la estrategia acordada por la MUD?
-Creo que hay dos premisas falsas: primero, que nos equivocamos. Y segundo, que había una estrategia distinta en la MUD. Es absolutamente falso que había un plan para después de diciembre. Tanto llevamos a la MUD esa discusión, que se aprobó un documento en donde asumimos como objetivo político buscar la sustitución del Gobierno lo antes posible por las vías constitucionales.
Solamente hay cuatro mecanismos constitucionales que permiten lograr una salida lo antes posible: revocatorio, enmienda, Constituyente o renuncia. Nosotros planteamos salir a debatir esto con la gente.
Henrique (Capriles) dijo que él pensaba que después de diciembre, debíamos guardarnos. Nosotros pensamos que cuando un país se está hundiendo y frente a la arremetida del régimen, lo menos que puede plantear una dirigencia responsable es decir que te vas a guardar. Nuestra propuesta es una respuesta a la grave crisis y a la necesidad de cambio.
"La Salida" no se ha acabado, se mantiene y seguirá. "La Salida" es la sustitución del sistema lo antes posible por la vía constitucional. Quien diga que no está de acuerdo con "La Salida", entonces, ¿no quiere que el Gobierno se vaya lo antes posible por la vía constitucional?
-Dice que la MUD no tenía una estrategia, pero la alianza había acordado trabajar sobre una serie de temas como la renovación de los poderes públicos.
-No, depende de qué es una estrategia. Discutimos objetivos que todos compartimos. Incluso, en la MUD se aprobó que había que buscar la sustitución del Gobierno lo antes posible por vías democráticas y constitucionales. Ahora, una dirigencia tiene que ir más allá del análisis y plantear a la gente cómo lo vas a lograr.
El 12 de febrero, cuando hacemos la propuesta, que incluyó el debate público y las movilizaciones, el Gobierno aborta la discusión asesinando a Basil, Juancho y Redman. De allí en adelante lo que ocurre es una rebelión ciudadana que buscó restituir los derechos de los venezolanos. Es un error pensar que, de alguna forma, el objetivo de cuando salimos a debatir en febrero en las asambleas era que terminara pasando lo que pasó en febrero. Primero, porque los responsables de eso son quienes están en el régimen, nunca se puede hacer la inversión moral de pensar que los que promueven la defensa de los derechos son los responsables de la represión.
-El secretario general de AD, Henry Ramos Allup, reconoció que el diálogo no ha dado resultados, pero destacó que, al menos, esa estrategia no había causado muertos y heridos. ¿Asumen alguna cuota de responsabilidad por la violencia que se ha registrado este año?
-Pretender que nosotros, los estudiantes y todos los que participaron en las movilizaciones de calle, somos responsable de los asesinatos, es pensar que una mujer que es violada es responsable por tener un escote.
Es la misma inversión moral que legitima y justifica la represión del régimen. ¿Quién ordenó que asesinaran a Geraldine Moreno frente a su casa? ¿Fue una orden que salió de nosotros? ¿Leopoldo López le mandó un texto a los funcionarios del Sebin que le dispararon a Juancho? Eso es lo que dice el Gobierno. La gran preocupación es por qué tenemos nosotros actores en la oposición que legitiman ese discurso.
-Parece un contrasentido que lancen una propuesta unilateral como la Constituyente, que no cuenta con el apoyo de la mayoría de la MUD, y luego se hable de fortalecer la unidad.
-La Constituyente es una propuesta de debate público. Tanto es así que la MUD creó una comisión para debatir la propuesta. Hay que reconocer el esfuerzo unitario que están haciendo Copei, UNT y Ledezma, liderazgos que han dejado muy claro la importancia de debatir y que no nos cerremos a ninguna vía. Hay otras organizaciones y liderazgos que sí están cerrados porque asumieron que lo mejor que puede pasar es que Maduro termine su período y lleguemos al 2019.
Esa ruta (esperar a 2019) no responde a dos problemas de fondo: la urgencia del cambio y solucionar la crisis del sistema político. Nuestra propuesta no puede estar basada solamente en la sustitución de Maduro, en ganar algunas alcaldías y gobernaciones o que algunos seamos diputados. Planteamos la reestructuración, el cambio del sistema político y la reconciliación del país a través de la Constituyente.
-¿Cómo pensar en una salida electoral si antes no se enfoca la lucha en la renovación del Consejo Nacional Electoral (CNE)?
-Hay que dar esa lucha, estamos de acuerdo con eso. ¿Pero con la renovación del CNE resolvemos el problema urgente? Aquí no hay cambio posible si no hay presión de la gente en la calle. Ahora, ¿los actores que están proponiendo que nos enfoquemos solamente en eso (la renovación del CNE) están dispuestos a generar los riesgos necesarios? ¿O simplemente pensamos que vamos a lograr el cambio del CNE dando declaraciones públicas y enviando cartas a la comunidad internacional? Si no hay la disposición real de los líderes de asumir riesgos, de generar presión para que el sistema entienda que tiene que ceder, entonces no hay posibilidad.
Es un error plantear que existe una dicotomía entre la MUD y "La Salida". Nosotros somos parte de la MUD y ninguno es más "Mesa" que otro. En la MUD tienes partidos como UNT y Copei que no solo abogan por la reunificación sino que plantean una oposición real Gobierno y dicen que no están en la vía de 2019.
-Capriles aclaró que tampoco está en la línea de 2019.
-Entonces, quizás entendimos mal algunas de las reuniones que hemos tenido con sus diferentes organizaciones políticas. Que nos planteen cuál es la vía para lograr el cambio del régimen antes de 2019.
-Recordando la experiencia de 1999, expertos advierten que la Constituyente puede servir para blindar la hegemonía chavista.
-La mayoría de las críticas a la Constituyente están más basadas en el miedo y la comodidad, que en la identificación real de la solución a los problemas. ¿Existe alguna solución libre de riesgos y que no requiera presión de calle? No.
Ganar la Asamblea Nacional en 2015 tampoco soluciona el problema. Aquí la dicotomía es entre la Constituyente y 2019.
-Este es un momento difícil para VP. La Constituyente no tiene consenso en la MUD y, además, su principal líder, Leopoldo López, está preso y aislado. ¿Este cuadro no obliga a reflexionar sobre los errores cometidos?
-La soberbia no es algo que nos caracteriza y no podemos pensar que no hemos cometido errores, pero no es primera vez que lanzamos una política a la calle y nos critican. Los mismos que nos llamaron antipolíticos, inmaduros y divisionistas cuando planteamos primarias y tarjeta única, fueron los que después abrazaron la idea.
La política es así, la lucha entre una fuerza conservadora que le teme a los cambios y fuerzas progresistas que buscan que las cosas se aceleren. Hay algunos dirigentes que pareciera que se han acostumbrado a ser oposición, con la comodidad y el miedo a asumir los riesgos que implica el cambio de un sistema de este tipo. No podemos decir que la solución es salir a recorrer el país y organizar a la gente. Esa es la labor de los partidos, pero la organización y las giras son medios para ejercer transformaciones políticas. Tenemos que tener una propuesta de cambio. Nosotros tenemos una: hay que refundar el país y renovar el pacto social en un proceso incluyente a través de una Constituyente. ¿Cuál es la otra propuesta? El problema no está en que se debata, sino cuando se personaliza y das herramientas al régimen para justificar la represión.
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