MIGUEL BAHACHILLE M.| EL UNIVERSAL
lunes 21 de julio de 2014 12:00 AM
Vale evocar el Big Mac Index (Índice Big Mac) instituido en 1986 por la revista The Economist como herramienta práctica para comparar la paridad del poder adquisitivo (PPA) de un dólar referido al valor de la hamburguesa Big Mac de McDonalds. La pesquisa que se realiza en 120 países evalúa la sub o sobrevaloración de las monedas locales de acuerdo a reajustes semestrales del citado Índice. ¿A qué viene ello y qué importancia puede tener para nuestro país?
El gobierno revolucionario piensa que llegó la hora de sincerar, o mejor racionalizar, el sistema monetario mediante la unificación cambiaria que nunca se produce porque ningún oficialista sabe cómo referirla al "cambio conveniente". No logra armonizar un índice de valor racional acorde al ingreso per-cápita del país. Tomemos el patrón, sólo como ejemplo, del índice Big Mac. Esa hamburguesa tiene en Venezuela un valor de Bs 82. ¿Cómo determinar su equivalencia en dólares ante los cuatro referentes "legales"?. A valor Cadivi: $ 13; Sicad I: $ 4, 81; Sicad II: $ 1,64; Libre: $1,14.
¿No es acaso esa ambigüedad deformante del sistema monetario la que imposibilita la fijación del valor de los pasajes con las líneas aéreas? En menos de 24 horas el régimen cambió las señas al respecto mientras el ciudadano sigue impedido de viajar al exterior. Lo mismo ocurre para fijar el precio de alimentos, repuestos, medicamentos, instrumental quirúrgico, tractores, bicicletas, autos y camiones, electrodomésticos, medicinas básicas, cemento, cabillas, papel, plástico, vidrios, etc.
No hay la menor intención de buscar un referente para reglar el sistema cambiario que acabe con la indolencia y corrupción que fermenta en todas los ámbitos de la administración pública. El gobierno no cesa de dar tumbos con excepción de la represión en la que, por los resultados, ha sido "muy eficiente". La demagogia incrustada en los genes gobierneros impide el progreso. A través del control social y económico sigue procreándose una generación de mendigos aunque no de la forma tradicional sino bajo la figura del ricacho ignaro que gana la lotería la cual prodiga sin control.
En el fondo priva la concepción chavista del poder que cree salvar al mundo sin separar la línea de conversión cívica de la del absolutismo. Como el régimen no entiende las variables de un Estado progresista, siempre halla pretextos para la opresión y no para la evolución. ¿Inquieta a algún oficialista que casi dos millones de jóvenes no estudien ni trabajen? No son escuchados los expertos que se preocupan por desarrollar alternativas que propicien, así sea lentamente, los cambios perentorios.
Buena parte de los burócratas "influyentes" (fuera Giordani), a pesar de sus desmentidos, persisten en sus monomanías contra el desarrollo simétrico del libre mercado. Mientras se achica la tijera del desarrollo con países prósperos, el oficialismo encabezado por Maduro continúa con burlas estúpidas sin saber, entre otros asuntos relevantes, cuál sería el valor de referencia conveniente del bolívar.
La cacareada "revolución fiscal y sacudón económico" que Maduro anunciaría el martes 15 de julio, fue pospuesta y en sustitución de las trascendentes medidas se transmitió un video con besos y abrazos de la pareja presidencial engalanado con la canción de fondo "o quizás simplemente te regale una rosa" vocalizada por el argentino Leonardo Fabio en 1968. Mientras "la primera dama" se quedaba con la rosa, el pueblo padecía con las espinas de la inflación y escasez.
El gobierno revolucionario piensa que llegó la hora de sincerar, o mejor racionalizar, el sistema monetario mediante la unificación cambiaria que nunca se produce porque ningún oficialista sabe cómo referirla al "cambio conveniente". No logra armonizar un índice de valor racional acorde al ingreso per-cápita del país. Tomemos el patrón, sólo como ejemplo, del índice Big Mac. Esa hamburguesa tiene en Venezuela un valor de Bs 82. ¿Cómo determinar su equivalencia en dólares ante los cuatro referentes "legales"?. A valor Cadivi: $ 13; Sicad I: $ 4, 81; Sicad II: $ 1,64; Libre: $1,14.
¿No es acaso esa ambigüedad deformante del sistema monetario la que imposibilita la fijación del valor de los pasajes con las líneas aéreas? En menos de 24 horas el régimen cambió las señas al respecto mientras el ciudadano sigue impedido de viajar al exterior. Lo mismo ocurre para fijar el precio de alimentos, repuestos, medicamentos, instrumental quirúrgico, tractores, bicicletas, autos y camiones, electrodomésticos, medicinas básicas, cemento, cabillas, papel, plástico, vidrios, etc.
No hay la menor intención de buscar un referente para reglar el sistema cambiario que acabe con la indolencia y corrupción que fermenta en todas los ámbitos de la administración pública. El gobierno no cesa de dar tumbos con excepción de la represión en la que, por los resultados, ha sido "muy eficiente". La demagogia incrustada en los genes gobierneros impide el progreso. A través del control social y económico sigue procreándose una generación de mendigos aunque no de la forma tradicional sino bajo la figura del ricacho ignaro que gana la lotería la cual prodiga sin control.
En el fondo priva la concepción chavista del poder que cree salvar al mundo sin separar la línea de conversión cívica de la del absolutismo. Como el régimen no entiende las variables de un Estado progresista, siempre halla pretextos para la opresión y no para la evolución. ¿Inquieta a algún oficialista que casi dos millones de jóvenes no estudien ni trabajen? No son escuchados los expertos que se preocupan por desarrollar alternativas que propicien, así sea lentamente, los cambios perentorios.
Buena parte de los burócratas "influyentes" (fuera Giordani), a pesar de sus desmentidos, persisten en sus monomanías contra el desarrollo simétrico del libre mercado. Mientras se achica la tijera del desarrollo con países prósperos, el oficialismo encabezado por Maduro continúa con burlas estúpidas sin saber, entre otros asuntos relevantes, cuál sería el valor de referencia conveniente del bolívar.
La cacareada "revolución fiscal y sacudón económico" que Maduro anunciaría el martes 15 de julio, fue pospuesta y en sustitución de las trascendentes medidas se transmitió un video con besos y abrazos de la pareja presidencial engalanado con la canción de fondo "o quizás simplemente te regale una rosa" vocalizada por el argentino Leonardo Fabio en 1968. Mientras "la primera dama" se quedaba con la rosa, el pueblo padecía con las espinas de la inflación y escasez.
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