Esperanza Márquez
Luis Miquilena, nació un 29 de julio de 1919, ingeniero agrónomo,
editor, empresario, Presidente de la Asamblea Constituyente de 1999, diputado,
senador, dos veces ministro.
Don Luis ¿Cómo está? Me siento bien de salud, pero afectado espiritualmente como lo está todo el país en este momento trágico para nuestra patria, las circunstancias que en este momento me rodean personalmente tienen que tener una influencia bastante fuerte respecto a mi salud y mi espíritu sabiendo, como sé, que después de tantos años de haber traficado por una lucha terrible durante toda mi vida me encuentro hoy ante una situación dramática que difícilmente tiene parangones en el resto de la historia de nuestra patria incluyendo los peores gobiernos que hemos tenido.
¿Qué lo hace peor que otros? Este es un gobierno que vino a importar a Venezuela un modelo económico completamente desfasado que ya no tiene vida en ninguna otra parte, un Socialismo del Siglo XXI que no es otra cosa que un socialismo de alpargatas, brutal y lleno de toda clase de ignorancia, de denuedo y que ha tenido la virtud de destruir las bases fundamentales de nuestra economía y de nuestro país. Yo no diría que es una frase hecha cuando digo que el drama que está viviendo Venezuela es un drama insoluble mientras este gobierno perdure.
¿Chávez los engañó? Venezuela vivía una etapa bastante crítica de desgaste de los partidos políticos que habían estado en el poder y muchas de las lacras que habíamos estado combatiendo nosotros: la corrupción, la negación de la independencia de los poderes, el ejercicio de la democracia en toda su plenitud, Venezuela estaba en un momento de crisis y en ese momento surge Chávez, claro, nada tiene que compararse con la que estamos padeciendo en este momento, pero eso dio origen a que muchos de nosotros, sectores democráticos que estábamos en el país enfrentamos esos vicios que en aquel momento se estaban dando y los enfrentamos porque es contra los cuales hemos venido luchando desde que yo tengo uso de razón, pero si cotejamos todo aquello con lo que está ocurriendo hoy nos encontramos con que no tienen punto de comparación.
¿Usted trabajó en el programa de gobierno de Chávez? Sí, pero me empeñé en que ese programa que él le vendió al país cuando iba para el proceso electoral recogiera realmente los vicios que tenía el gobierno democrático para combatirlos, vicios que estaban presididos por la corrupción, por la negación de la libertad de los poderes particularmente del Poder Judicial que es la garantía para cualquier nación. Un país que no tenga libertad de los jueces, que los procesos tengan un mínimo de confianza es un país desquiciado, que no existe, un país de forajidos que es lo que está ocurriendo en este momento cuando los jueces sentencian desde Miraflores. Esto es lo peor que ha podido ocurrir en el país.
¿Se arrepiente? No me arrepiento porque lo hice en procura de mis ideales y lo probé cuando en las primeras de cambio, porque yo no salí del gobierno después que había realizado todas las tropelías que hoy padecemos, lo hice en el momento en que me di cuenta que ya se vislumbraba un camino de autoritarismo negativo y contrario a lo que han sido mis ideales y en ese momento rompí con él y rompí desde el gobierno, no porque me acusara de algo, por el contrario, luchó mucho para que me quedara en el poder y no acepté absolutamente ninguna de las proposiciones que me hizo, porque le dije que ya había llegado definitivamente a la destrucción y al despeñadero y, en consecuencia, yo le ponía punto final a mi relación con él y con su gobierno.
¿El Acuerdo Nacional para la Transición encierra un golpe? Nuestra respuesta a ese documento la hicimos con un comunicado que firmamos Enrique Tejera París, Pompeyo Márquez, Enrique Aristeguieta y yo. El documento de transición no tiene absolutamente nada que ver con golpe de Estado, lo que pasa es que la supersensibilidad de esta gente cuando coge el camino de la represión, de la agresividad y de la negación de todo cualquier cosa tiene que ver con eso. Están tan enredados por la situación económica que estamos padeciendo, por el caos que vivimos y en lugar de reconocer esa realidad evidente, se lo atribuyen a una conspiración de acaparamiento y de todas las miserias que están tratando de propalar para vendérselo a la gente que piensa menos, que no tiene suficiente raciocinio para darse cuenta de lo que está pasando de verdad en Venezuela.
¿Cuál es su llamado a los venezolanos? Está en la carta que firmamos y es a que nos pongamos de pie, porque llegó el momento de que los venezolanos sigan el ejemplo de nuestros próceres, de nuestros antecesores, porque ya no se trata de hablar de una Venezuela como la que ellos viven gritando, como gritan de la Constitución y sacan un librito azul que nadie sabe lo que dice, porque si dice lo que ellos están haciendo ¡la clase de porquería que debe ser!, porque esa no debe ser la que yo firmé como Presidente de la Asamblea Constituyente, pero ellos la exhiben para burlarse del pueblo, han hecho de ella una verdadera piltrafa que no sirve para nada.
Tenemos que ponernos en pie de lucha y es el momento de decir presente con coraje, con valentía, es el momento que los hombres y mujeres importantes se pongan de pie en la calle para pedir un cambio de gobierno, porque si este gobierno tuviera un mínimo de sensatez y creyeran en la patria no seguirían adelante llevándola por el despeñadero que la llevan, ellos mismos reflexionarían sensatamente y buscarían el camino de una transición pacífica para que el país no tuviera que afrontar en el futuro crisis graves, difíciles y violentas.
Don Luis ¿Cómo está? Me siento bien de salud, pero afectado espiritualmente como lo está todo el país en este momento trágico para nuestra patria, las circunstancias que en este momento me rodean personalmente tienen que tener una influencia bastante fuerte respecto a mi salud y mi espíritu sabiendo, como sé, que después de tantos años de haber traficado por una lucha terrible durante toda mi vida me encuentro hoy ante una situación dramática que difícilmente tiene parangones en el resto de la historia de nuestra patria incluyendo los peores gobiernos que hemos tenido.
¿Qué lo hace peor que otros? Este es un gobierno que vino a importar a Venezuela un modelo económico completamente desfasado que ya no tiene vida en ninguna otra parte, un Socialismo del Siglo XXI que no es otra cosa que un socialismo de alpargatas, brutal y lleno de toda clase de ignorancia, de denuedo y que ha tenido la virtud de destruir las bases fundamentales de nuestra economía y de nuestro país. Yo no diría que es una frase hecha cuando digo que el drama que está viviendo Venezuela es un drama insoluble mientras este gobierno perdure.
¿Chávez los engañó? Venezuela vivía una etapa bastante crítica de desgaste de los partidos políticos que habían estado en el poder y muchas de las lacras que habíamos estado combatiendo nosotros: la corrupción, la negación de la independencia de los poderes, el ejercicio de la democracia en toda su plenitud, Venezuela estaba en un momento de crisis y en ese momento surge Chávez, claro, nada tiene que compararse con la que estamos padeciendo en este momento, pero eso dio origen a que muchos de nosotros, sectores democráticos que estábamos en el país enfrentamos esos vicios que en aquel momento se estaban dando y los enfrentamos porque es contra los cuales hemos venido luchando desde que yo tengo uso de razón, pero si cotejamos todo aquello con lo que está ocurriendo hoy nos encontramos con que no tienen punto de comparación.
¿Usted trabajó en el programa de gobierno de Chávez? Sí, pero me empeñé en que ese programa que él le vendió al país cuando iba para el proceso electoral recogiera realmente los vicios que tenía el gobierno democrático para combatirlos, vicios que estaban presididos por la corrupción, por la negación de la libertad de los poderes particularmente del Poder Judicial que es la garantía para cualquier nación. Un país que no tenga libertad de los jueces, que los procesos tengan un mínimo de confianza es un país desquiciado, que no existe, un país de forajidos que es lo que está ocurriendo en este momento cuando los jueces sentencian desde Miraflores. Esto es lo peor que ha podido ocurrir en el país.
¿Se arrepiente? No me arrepiento porque lo hice en procura de mis ideales y lo probé cuando en las primeras de cambio, porque yo no salí del gobierno después que había realizado todas las tropelías que hoy padecemos, lo hice en el momento en que me di cuenta que ya se vislumbraba un camino de autoritarismo negativo y contrario a lo que han sido mis ideales y en ese momento rompí con él y rompí desde el gobierno, no porque me acusara de algo, por el contrario, luchó mucho para que me quedara en el poder y no acepté absolutamente ninguna de las proposiciones que me hizo, porque le dije que ya había llegado definitivamente a la destrucción y al despeñadero y, en consecuencia, yo le ponía punto final a mi relación con él y con su gobierno.
¿El Acuerdo Nacional para la Transición encierra un golpe? Nuestra respuesta a ese documento la hicimos con un comunicado que firmamos Enrique Tejera París, Pompeyo Márquez, Enrique Aristeguieta y yo. El documento de transición no tiene absolutamente nada que ver con golpe de Estado, lo que pasa es que la supersensibilidad de esta gente cuando coge el camino de la represión, de la agresividad y de la negación de todo cualquier cosa tiene que ver con eso. Están tan enredados por la situación económica que estamos padeciendo, por el caos que vivimos y en lugar de reconocer esa realidad evidente, se lo atribuyen a una conspiración de acaparamiento y de todas las miserias que están tratando de propalar para vendérselo a la gente que piensa menos, que no tiene suficiente raciocinio para darse cuenta de lo que está pasando de verdad en Venezuela.
¿Cuál es su llamado a los venezolanos? Está en la carta que firmamos y es a que nos pongamos de pie, porque llegó el momento de que los venezolanos sigan el ejemplo de nuestros próceres, de nuestros antecesores, porque ya no se trata de hablar de una Venezuela como la que ellos viven gritando, como gritan de la Constitución y sacan un librito azul que nadie sabe lo que dice, porque si dice lo que ellos están haciendo ¡la clase de porquería que debe ser!, porque esa no debe ser la que yo firmé como Presidente de la Asamblea Constituyente, pero ellos la exhiben para burlarse del pueblo, han hecho de ella una verdadera piltrafa que no sirve para nada.
Tenemos que ponernos en pie de lucha y es el momento de decir presente con coraje, con valentía, es el momento que los hombres y mujeres importantes se pongan de pie en la calle para pedir un cambio de gobierno, porque si este gobierno tuviera un mínimo de sensatez y creyeran en la patria no seguirían adelante llevándola por el despeñadero que la llevan, ellos mismos reflexionarían sensatamente y buscarían el camino de una transición pacífica para que el país no tuviera que afrontar en el futuro crisis graves, difíciles y violentas.
Vía Tal Cual
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