En: http://www.analisislibre.org/venezuela-la-represion-militar-se-acentua/
En pocas palabras. Javier J. Jaspe
Washington, analisislibre.org February 23, 2015
La dictatura militar presidida por el ilegítimo Nicolás Maduro ha
acentuado su carácter represivo en el curso del presente mes, lo cual se
encuentra presionando en favor de cambiar su gobierno por otro que
permita abonar el camino hacia una tansición democrática.
Esta semana, el régimen parece haberle dado un palo a la lámpara con
la detención de Antonio Ledezma, Alcalde Mayor de Caracas, a quien
acusan de estar envuelto en una conspiración auspiciada por Estados
Unidos para tumbar a Maduro, mediante un despliegue violento y brutal de
fuerzas policiales, donde causaron cuantiosos daños a sus oficinas, lo
vejaron desconsideradamente y pusieron en grave riesgo su vida. Maduro
también ha anunciado que esperan detener igualmente a Julio Borges, jefe
máximo del partido Primero Justicia; a María Corina Machado, lider de
la oposición; y a dirigentes de Voluntad Popular, partido encabezado por
Leopoldo López, quien cumplió recientemente un año injusta e
ilegalmente encarcelado. En los medios también se han publicado amenazas
de voceros del gobierno, para destituir y someter a prisión a Henrique
Capriles Radonski, Gobernador del Estado Miranda.
Febrero en la historia venezolana
Febrero ha sido generalmente un mes con mucho movimiento en la escena
histórica venezolana. Valga la pena recordar que en un mes como éste se
produjeron hechos, tales como: La batalla de la Victoria, Estado
Aragua, el 12 de febrero de 1814, ganada por las fuerzas patriotas,
integradas por jóvenes universitarios y seminaristas, comandados por
José Félix Ribas, a las fuerzas realistas de José Tomás Boves y
Francisco Tomás Morales; los acontecimientos estudiantiles en febrero
de 1928, en contra de la dictadura de Juan Vicente Gómez, los cuales
dieron carta de nacimiento a la generación de 1928 de tanta
significación en la fundación de los partidos que enriquecerían la lucha
por la democracia en Venezuela; y las movilizaciones populares en
febrero de 1936 que presionaron al gobierno de Eleazar López Contreras,
sucesor de Gómez, a presentar su programa de modernización institucional
y de mayor apertura democrática.
En época más hacia la segunda parte del siglo XX y lo que va del XI:
el célèbre “viernes negro” ocurrido el 18 de febrero de 1983, el cual
trajo el control de cambios para dar punto final a la libre
convertibilidad de la moneda nacional y al dólar a Bs. 4,30; el llamado
“Caracazo” del 27 de febrero de 1989, instigado por fuerzas castristas
infiltradas, con su cadena de saqueos y cuantioso numero de víctimas;
el fracasado golpe militar del teniente-coronel, Hugo Chávez Frías, el
4 de febrero de 1992, en contra del segundo gobierno de Carlos Andrés
Pérez; y las manifestaciones ocurridas a partir de febrero del año
pasado en contra del gobierno ilegítimo de Nicolás Maduro, las cuales
dejaron más de 43 víctimas, cientos de detenidos y decenas de heridos y
torturados.
Incremento de la represión
Las detenciones de Ledezma y los demás personeros de la oposición
mencionados al comienzo de este artículo han venido precedidas de otras
manifestaciónes represivas recientes del régimen militarista encabezado
por Maduro bajo el tutelaje de los Castro en Cuba, entre otras: la
Resolución No, 8610 del Ministerio de la Defensa, mediante la cual
Maduro y los militares se auto otorgaron licencia para matar a los
participantes en manifestaciones pacíficas de la oposición democrática;
el constante acoso y tortura efectuados en contra de los estudiantes que
se encuentran detenidos, especialmente los que se mantienen recluidos
en la prisión conocida con el remoquete de “la tumba” en la sede del
SEBIN en Caracas; el ruleteo en los juicios, tales como los seguidos a
Leopoldo López y al alcalde Daniel Ceballos, con el fin de mantenerlos
indefinidamente bajo prisión, al par de vejarlos y castigarlos en
calabozos infamantes; la resolución también emitida por el Ministerio de
la Defensa en materia de contrainteligencia, mediante la cual se
legitima la política de considerar “enemigo” a cualquier persona de la
oposición y se oficializa la labor de espionaje de los llamados
“patriotas cooperantes”; y la persecución sistemática de unidades
empresariales privadas con el fin de culparlas de la crisis de
desabastecimiento que vive la sociedad venezolana, gracias a las
equivocadas políticas oficiales, bien sea cerrándolas, interviniéndolas,
confiscándolas o sometiéndolas a medidas de administración compulsiva.
Posibles objetivos del aumento de la represión: la hipótesis del peine…
El aumento de la represión del régimen madurista/militarista, no sólo
respondería a su interés de atemorizar a la población y reducir la
amplia protesta popular que se realiza merecidamente en contra de sus
desatinos también este año. Pensamos, que dicho aumento es
principalmente un peine de un arma que ha montado Maduro a la oposición
democrática, con el consejo de los Castro y la complicidad de un sector
de Unasur, para lograr, entre otros, los siguientes objetivos: (i)
provocar una reacción airada de la oposición democrática capaz de
desembocar en una situación que le permita justificar la declaratoria de
un régimen de excepción y la suspension de las elecciones para la
designación de los nuevos integrantes de la Asamblea Nacional; o cuando
menos debilitarla de tal modo que valiéndose de los resortes del poder,
el gobierno pueda organizar un fraude electoral ; (ii) acentuar la
división existente en el seno de la oposición entre quienes pugnan por
una salida de Maduro del poder y quienes desean que la oposición se
concentre exclusivamente en la tarea de participar en las elecciones
para designar a los nuevos miembros de la Asamblea Nacional; y (iii)
estimular el incremento de la abstención electoral de los votantes
opositores.
En
otras palabras, el interés primordial de Maduro al aumentar la
represión y provocar una crisis en el seno de la oposición sería el de
mantener el control de la Asamblea Nacional, el cual le ha permitido,
junto con el dominio de los demás órganos de los poderes públicos
(Tribunal Supremo de Justicia, Tribunales, Fiscalía General de la
República, Contraloría General de la República y Defensoría del Pueblo),
concentrar de manera autoritaria junto con un cogollito militar, bajo
el tutelaje de los Castro, el ejercicio del poder para implantar el
castrocomunismo en Venezuela. Ésto, porque actualmente todo apunta a que
las elecciones para elegir los nuevos integrantes de la Asamblea
Nacional deberían ser ganadas por la oposición democrática de manera
aplastante, como lo revelan unanimemente las encuestas efectuadas al
respecto.
Un variado número de factores estarían jugando para el aludido
proceder represivo del gobierno. Valga la pena mencionar, entre ellos,
sin indicar rango de prelación: la debilidad del régimen en las últimas
encuestas donde se muestra que más del 85% de la población considera
negativa la situación del país (http://www.noticierodigital.com/2015/02/datanalisis-856-evalua-de-manera-negativa-la-situacion-del-pais/);
la reducción de los precios petroleros que han ubicado el deficit
fiscal y las reservas internacioanles en niveles sumamente críticos; el
aumento de la escasez y la inflación; el menor interés que muestran los
Castro por el gobierno de Maduro, por encontrarse ocupados con las
negociaciones para normalizar sus relaciones con Estados Unidos; las
revelaciones que habría hecho Leamsy Salazar a la DEA en Estados Unidos,
persona de confianza del finado Hugo Chávez y escolta de Diosdado
Cabello, sobre la muerte del primero el 30 de diciembre de 2012 (y no el
5 de marzo de 2013), así como para denunciar el liderazgo que ejerce el
segundo sobre el llamado cartel de los soles en el negocio de las
drogas; el descontento cada vez mayor entre los militares ante la falta
de capacidad de Maduro y su gobierno para lidiar con la grave crisis
económica, política y social del país; la división en el seno del PSUV; y
la presión que ejercen los llamados colectivos paramilitares chavistas
para una mayor radicalización del régimen en la implantación del
castrocomunismo en el país.
La perspectiva de la oposición democrática
La oposición democrática venezolana parece encontrarse dividida entre
quienes desean una solución que permita poner cese este mismo año al
gobierno de Maduro y quienes optan por centralizar todo el esfuerzo
opositor para ganar las venideras elecciones y designar a los nuevos
miembros de la AN. Esta situación de división podría dar lugar a que la
oposición, o una parte de ella, caiga bajo el peine montado por Maduro
con el aumento de la represión, falicitando el logro de los objetivos
que éste persigue según lo arriba indicado. De ser cierto que existe una
división de la oposición por la razón indicada, pensamos que la misma
se ha basado en una falsa disyuntiva, ya que sería posible construir una
doble vía que permita avanzar armónicamente en ambas direcciones.
Al
contrario, al considerar la lucha por la cesación del gobierno
madurista y la participación en las elecciones para la AN como objetivos
excluyentes, la oposición le estaría haciendo el juego al gobierno, el
cual, con el afán de provocar divisiones entre sus integrantes, ha
emplazado a los líderes de la oposición a manifestar explícitamente si
están con el “golpe” o con la “democracia”. Hostigamiento que ha llegado
hasta el punto de incluir entre las acusaciones que se hacen a Ledezma y
otros líderes de la oposición para someterlos a prisión, el haber
incurrido en un supuesto “doble juego” consistente en luchar por un
cambio de gobierno que permita la transición democrática y el de
participar en el evento electoral (http://www.lapatilla.com/site/2015/02/19/el-acuerdo-nacional-para-la-transicion-golpe-de-estado-en-papel-que-asusta-al-gobierno-nacional/).
Por otra parte, el hecho de que al gobierno le irrite lo que llama
despectivamente el “doble juego” es un claro indicativo de que la lucha
combinada de la oposición por los objetivos antes mencionados es la
adecuada y se encuentra respaldada por razones de peso. Entre otras:
Primero. porque la cesación del gobierno de Maduro es un sentimiento
compartido por la mayoría de los venezolanos, como lo revelan todas las
encuestas, donde más del 80% de los encuestados se pronuncian por esta
solución. Si la oposición no actuara de conformidad con este
sentimiento, estaría siendo inconsecuente con la mayoría nacional y
perdería votos en las elecciones venideras.
Segundo, porque ya se ha anunciado que las elecciones para la AN
estarían programadas a ser celebradas en el próximo mes de julio y las
primarias de la MUD en mayo, con lo cual resulta casi imperativo
consolidar la unidad inmediata de la oposición en pos del triunfo
electoral, sin que ello signifique bajar la guardia para lograr la
cesación del gobierno de Maduro. Y tercero, porque si el resultado
electoral se traduce en un triunfo de la oposición democrática, o en un
fraude electoral del gobierno, cualesquiera de tales hechos, con las
diferencias que haya que guardar en cada caso, vendría a potenciar los
elementos que se estarían conjugando para lograr la cesación del
gobierno de Maduro este año, o a no más tardar con un referendum
revocatorio en el 2016, como lo desea la mayoría de los venezolanos.
La cesación del gobierno de Maduro y su cambio por otro de transición democrática tiene respaldo constitucional
Se ha dicho que la lucha por la cesación del gobierno de Maduro es un
objetivo que puede seguirse en coordinación con la lucha electoral, por
no ser estos objetivos excluyentes sino más bien concurrentes.
Efectivamente, no es cierto, como se sostiene en la cantilena del
gobierno, que luchar por un cambio hacia la transición constituye un
golpe de Estado. Más bien habría que agradecer el llamado a los diversos
sectores del país (y no sólo a los opositores) que hacen los dirigentes
de la oposición, Antonio Ledezma, María Corina Machado y Leopoldo
López, para perfilar un Acuerdo hacia la transición democrática, en el
documento que fue citado con anterioridad. A este documento, dicho sea
de paso, podría adherirse el resto de dirigentes de la oposición (sin
perjuicio de que puedan sugerirse ampliaciones o cambios que no lo
desnaturalicen), ya que el mismo cuenta con respaldo constitucional.
Efectivamente,
la propia Constitución en sus artículos 333 y 350 exige como deberes
ciudadanos el luchar en contra de las derogaciones, inobservacias y
violaciones constitucionales, materia ésta en la cual se ha
especializado con singular aplicación el gobierno madurista. Dichos
artículos, en su parte pertinente dicen:
Artículo 333. Esta Constitución no
perderá su vigencia si dejare de observarse por acto de fuerza o porque
fuere derogada por cualquier otro medio distinto al previsto en ella.
En tal eventualidad, todo ciudadano investido o ciudadana
investida o no de autoridad, tendrá el deber de colaborar en el
restablecimiento de su efectiva vigencia.
Artículo 350. El pueblo de Venezuela,
fiel a su tradición republicana, a su lucha por la independencia, la paz
y la libertad, desconocerá cualquier régimen, legislación o autoridad
que contraríe los valores, principios y garantías democráticos o
menoscabe los derechos humanos.
Nótese, en primer término, que los destinatarios de las normas antes
transcritas son todos los venezolanos sin distinción, incluidos los
miembros del estamento militar. Adicionalmente, existe abundantes
pruebas para demostrar que el gobierno de Maduro está incurso en una
ilegitimidad tanto de origen como desempeño, así como que ha incurrido
en reiteradas derogaciones e inobservancias del texto constitucional, en
violaciones a los valores, principios y garantías democráticos, y en el
menoscabo de los derechos humanos de los venezolanos.
La aludida ilegitimidad del gobierno de Maduro se habría puesto
especialmente de manifiesto, con motivo de las confesiones presuntamente
realizadas en época reciente por Leamsy Salazar a las autoridades de
Estados Unidos, al informar que el finado Hugo Chávez falleció el 30 de
diciembre de 2012 y no el 5 de marzo de 2013, como fraudulentamente
Maduro y su gobierno militar ha hecho creer a los venezolanos, para
amparar un número considerable de decretos falsamente suscritos con el
puño y letra de Chávez (http://www.reportero24.com/2015/02/leamsy-salazar-con-chavez-muerto-la-cupula-chavista-mando-ilegitimamente-por-meses/).
Tales decretos y los actos a que éstos dieron lugar se encuentran
viciados de nulidad absoluta y afectan gravemente la responsabilidad de
quienes los hicieron posibles o se beneficiaron de los mismos, a tenor
del artículo 25, en concordancia con el artículo 138, del texto
constitucional, los cuales a la letra rezan:
Artículo 25. Todo acto dictado en
ejercicio del Poder Público que viole o menoscabe los derechos
garantizados por esta Constitución y la ley es nulo, y los funcionarios
públicos y funcionarias públicas que lo ordenen o ejecuten incurren en
responsabilidad penal, civil y administrativa, según los casos, sin que
les sirvan de excusa órdenes superiores.
Artículo 138. Toda autoridad usurpada es ineficaz y sus actos son nulos.
Por tanto, el aludido proceder de Nicolás Maduro y su gobierno no
sólo compromete su responsabilidad penal, civil y administrativa, y
vicia de nulidad absoluta todos los actos promulgados con su firma y la
de Chávez en el período en que ya estaba muerto, sino que además
confirma el carácter ilegítimo de su régimen e impone la necesidad de
aplicar los dispositivos constitucionales contenidos en los artículos
333 y 350 arriba transcritos, como allí se le exige a los ciudadanos y
en general a todo el pueblo venezolano.
La elección de Maduro como Presidente se encuentra viciada de nulidad absoluta
Mención aparte merece la situación que se ha producido con la
elección de Maduro como Presidente, ya que si Chávez murió el 30 de
diciembre de 2012, como afirma Leamsy Salazar y alega poder demostrar,
dicha elección es absolutamente nula, por virtud de lo dispuesto en los
artículos 25 y 138 de la Constitución arriba citados, al Maduro haber
usurpado la autoridad de la Presidencia de la República y violado,
inobservado o menoscabado el texto constitucional.
La anterior conclusion aparece de bulto porque tanto el gobierno de
Maduro como el Consejo Nacional Electoral habrían incurrido
fraudulentamente en la violación de normas constitucionales que debieron
aplicarse con motivo de la muerte de Chávez, el 30 de diciembre de
2012, al haberse configurado la falta absoluta de un presidente electo,
como lo era éste en aquél momento, de acuerdo con lo prescrito en el
artículo 233 de la Constitución, cuyo texto en su parte pertinente dice
así:
Artículo 233…..
Cuando se produzca la falta absoluta del Presidente electo o
Presidenta electa antes de tomar posesión, se procederá a una nueva
elección universal, directa y secreta dentro de los treinta días
consecutivos siguientes. Mientras se elige y toma posesión el nuevo
Presidente o Presidenta, se encargará de la Presidencia de la República
el Presidente o Presidenta de la Asamblea Nacional..
La elección de Maduro se produjo a través de un procedimiento donde
se burló la aplicación del dispositivo constitucional arriba transcrito,
violándose así la norma, según la cual, correspondía al Presidente de
la Asamblea Nacional encargarse de la Presidencia de la República, con
el fin de que se celebraran elecciones dentro de los treinta días
consecutivos siguientes a la muerte de Chávez, el 30 de diciembre de
2012. En cambio, las elecciones se celebraron el 14 de abril de 2013, es
decir, pasados más de tres meses desde el 30 de diciembre de 2012,
violándose abiertamente el artículo 233 y dando lugar a la aplicación de
los artículos 25, 138, 333 y 350, los cuales se han transcrito arriba.
Conforme a lo expuesto, el cúmulo constitucional anteriormente
comentado justifica y exige con creces la necesidad de que el gobierno
de Nicolás Maduro sea sustituido por un gobierno de transicion
democrática, con el fin de restablecer la vigencia del texto
constitucional.
En pocas palabras, las noticias que nos llegan de Venezuela
revelan que la dictatura militar presidida por el ilegítimo, Nicolás
Maduro, ha acentuado su carácter represivo en el curso del presente mes.
En los párrafos que anteceden se realizan consideraciones
relacionadas con la posibilidad de que este incremento de la represión
gubernamental constituya un peine de un arma montada por Maduro para
debilitar y dividir la oposición democrática, la cual, según las
encuestas, debería arrasar en las elecciones para designar este año los
nuevos miembros de la Asamblea Nacional. Veremos….
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