Gustavo Coronel
Primero te ignoran, luego se ríen de tí, después te reprimen, finalmente tu ganas
Gandhi
Casi
17 años han pasado en Venezuela desde que el difunto llegó a la
presidencia de la república. Desde el primer momento sabíamos lo que
vendría,
aunque muchos venezolanos defensores de la democracia le firmaron un
cheque en blanco y representantes de instituciones esenciales, como la
Corte Suprema de la época, le dieron todas las facilidades para que él
procediera a prostituirlas. PDVSA, un fuerte
reducto de honestidad profesional, cayó algunos años después, debido a
una crisis generada por el difunto, según lo admitió en cínico discurso
pronunciado ante la Asamblea Nacional , en Enero de 2004, ver:https://www.youtube.com/watch?v=DhKxPNmewA0.
A
medida que la situación venezolana empeoraba, la oposición comenzó a
hacer toda clase de esfuerzos para impedir la ruina del país, esfuerzos
que no produjeron el efecto deseado. El difunto continuó destruyendo a
Venezuela, prostituyendo instituciones, acompañado de una pandilla que
se enriquecía de manera obscena, favorecida por la fragmentación de la
oposición. La Salida, liderada por Leopoldo
López, fue un intento de acción cívica que debilitó significativamente
al régimen pero no logró su objetivo al no ser acompañada por una buena
parte de los líderes de la oposición, apegados a lo que ellos definían
como una solución pacífica, constitucional
y electoral. Y así hemos llegado hasta hoy, un país ya arruinado
material y espiritualmente, una Venezuela irreconocible para quienes
conocimos y recordamos el país anterior.
Hoy
estamos ante una nueva encrucijada y ya no creemos poder resistir más
encrucijadas que no nos lleven a la meta deseada, es decir, la
recuperación
de la democracia, de la libertad y de la dignidad perdidas. Lo hemos
apostado todo a un referendo revocatorio que es pacífico, constitucional
y electoral. Pero, como ha ocurrido innumerables veces en el pasado,
esa vía se nos cierra debido a las maniobras
de la pandilla chavista, decidida a permanecer en el poder a toda
costa. Todo parece indicar que no habrá revocatorio este año, que es
cuando se requiere para que el país tome otro rumbo.
¿Entonces?
Se habla de terribles alternativas como la guerra civil, lo cual es tan
impensable que muchos compatriotas parecen estar dispuestos
a arrodillarse en paz antes de arriesgar una confrontación violenta que
pueda poner en peligro la vida de los venezolanos. Yo creo que ese
escenario determinista de guerra civil o paz a toda costa es falso. Creo
que la oposición venezolana tiene una carta
poderosa que jugar y esa carta es constitucional y pacífica, si no
electoral. Es una carta que se ha podido, quizás debido, jugar mucho
antes pero que ahora parece que no puede ser postergada.
Se trata de la rebelión civil, de un proceso masivo de desobediencia civil indefinido que incluya acciones tales como:
· Huelga
general
· Marchas
· Ocupación
pacífica de calles y avenidas
· Desobediencia
civil pacífica
· Determinación
ciudadana de desconocer al régimen
· Acciones
de la Asamblea Nacional para desconocer a las instituciones que están fuera de la ley
· Postura
de la Sociedad Civil de claro desafío ante el régimen
En
paralelo con estas acciones a nivel nacional pueden y deben
intensificarse las presiones internacionales de organizaciones como la
OEA, Mercosur,
la Unión Europea, UNASUR (Los países de UNASUR deben manifestarse, no
solamente su Secretario General, quien es un mercenario al servicio del
régimen) y de países individuales como es el caso de las sanciones
impuestas por USA en contra de funcionarios corruptos
y violadores de los derechos humanos. (las sanciones pueden ampliarse
al campo económico).
Es
solo desde el régimen que se puede generar violencia. Si ello
sucediere, no creo que la Fuerza Armada se ponga sólidamente a favor del
régimen
ni creo que habrá una confrontación entre sectores de la Fuerza Armada,
lo cual –realmente - no ha ocurrido nunca antes en nuestra historia.
Y si la Fuerza Armada actuara en plan de represión, no creo que nadie
en Venezuela ni en la región pudiera protestar
en contra de una intervención de los países del hemisferio para
proteger a los ciudadanos venezolanos.
Creo
que la región está lista para ver a los venezolanos decidirse de una
vez por todas a desalojar al régimen chavista del poder. El gran error
de quienes ven al diálogo como la solución es asumir que hay en
Venezuela dos partes igualmente honestas, civilizadas y deseosas de
salir de la crisis de manera racional. Quienes vean en el chavismo una
fuerza capaz de hablar, de rectificar, de actuar honestamente
se equivoca. ¿O es que no están ante nuestros ojos los 17 años de
crimen, abuso, corrupción y prostitución de instituciones que revelan
sin duda alguna la perversidad del régimen?
En
Venezuela existe hoy una población harta del chavismo y con un deseo
abrumador de salir de esta tragedia. Se requieren los líderes que se
pongan a la cabeza de la sociedad venezolana para ir a esta
confrontación civil, pacífica y constitucional contra un régimen que ha
destruido a Venezuela.
Las
conversaciones entre la oposición y los actores internacionales deben
incrementarse significativamente para lograr esta concurrencia de
presiones. La gente que represente a la oposición venezolana no puede
estar al servicio de sus agendas personales o de tribales o, mucho
menos, en contubernio con el régimen.
Los
venezolanos debemos llamar a la rebelión civil, pacífica y
constitucional, decidida a enfrentar al régimen sin límite de tiempo.
Está con
nosotros el día en el cual los venezolanos salgan de sus casas y no
regresen a ellas hasta que el régimen chavista se haya ido del poder.
Toda una nación no puede ser sometida a los designios de una pandilla de
algunos centenares de bandidos obsesionados
por la codicia y el poder, al margen de las leyes y la constitución de
Venezuela.
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