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Reny Mariane Bake
En las elecciones estadounidenses del próximo noviembre posiblemente un hispano sea el candidato a vicepresidente de los republicanos: Marco Rubio. Rubio es el “sueño americano” en todo su esplendor: hijo de humildes inmigrantes, fue a la universidad con una beca deportiva, se casó con una porrista, se graduó de abogado y se convirtió en senador.
El que estudiase en la universidad del estado hace ver elitista a Obama, que asistió a la exclusiva Harvard. Rubio tiene solo 40 años y puede atraer el voto joven. Una razón por la que Rubio tiene grandes posibilidades de ser candidato a vicepresidente es que es hispano y esa minoría es importante en las próximas elecciones. Actualmente Obama sobre los republicanos gana ampliamente entre los electores de origen hispano, pero, ¿qué pasa si un hispano fuese candidato a vicepresidente por los republicanos? Un hispano que habla perfecto español y simboliza los sueños de muchos hispanos en EE. UU. para sus hijos.
El senador Rubio ha sido muy claro recientemente de que América Latina ha sido descuidada por la política exterior estadounidense después del ataque a las torres gemelas del 2001; ha dicho que la política exterior de EE. UU. debe estar cerca de casa, enfocándose en cuatro grandes áreas: apoyo a la democracia, fortalecer el comercio y los lazos económicos, cooperación en temas energéticos y fortalecer alianzas en seguridad.
La posibilidad de que Rubio vaya en el binomio republicano incluso puede reavivar la discusión de temas como la inmigración en la campaña electoral estadounidense (por favor, no asumamos que por ser hispano automáticamente abrirá puertas) y la discusión de la posibilidad de un TPS para los guatemaltecos en EE. UU. Los hispanos en EE. UU. tienen dos grandes temas que les preocupan: desempleo e inmigración. Al final, la campaña electoral estadounidense se centrará en la actual mala economía y el desempleo récord. Un contexto poco favorable para discutir temas migratorios de fondo.
Mientras tanto, la política exterior gringa, “fenómeno Rubio” o no, voltea a ver lentamente a América Latina. Años estuvieron atascados los Tratados de Libre Comercio de EE. UU. con Panamá y Colombia, hasta que recientemente los aprobaron y el colombiano entrará en vigencia el 15 de mayo. Para Guatemala, significa más competencia para nuestras exportaciones similares a las colombianas y en atraer inversión extranjera al país.
Estados Unidos, con todo y sus errores en los últimos años en temas económicos, es un ejemplo que el sistema de gobierno limitado y libre empresa da las mayores oportunidades al más humilde. El caso Rubio es un ejemplo claro. ¿En qué otro país el hijo de un bartender y una doméstica tiene la posibilidad de convertirse en vicepresidente de su país?
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