VÍCTOR SALMERÓN | EL UNIVERSAL
martes 8 de mayo de 2012 12:19 PM
El presidente del Banco Central, Nelson Merentes, y el ministro de Planificación, Jorge Giordani, cantan victoria y anuncian que la inflación ha perdido empuje y tiende a la baja, no obstante, indicadores oficiales señalan que la fuerza que impulsa los precios está lejos de ser dominada.
El optimismo del Gobierno se basa en que durante los primeros cuatro meses de este año la inflación acumula un salto de 4,4% que resulta inferior al avance de 7,5% en el mismo lapso de 2011.
Si bien se trata de una señal positiva es temprano para celebrar. El núcleo inflacionario, un indicador que mide el BCV y limpia la inflación de efectos estacionales o la contención temporal que logran los controles, registra un aumento de 5,8% en los primeros cuatro meses.
Otro factor a tomar en cuenta es que los buenos números de la inflación obedecen principalmente a que el Gobierno obligó a las empresas a rebajar el precio de 19 productos que tienen peso para el cálculo.
No obstante, una vez que las empresas no puedan obtener rentabilidad a estos precios habrá escasez o inevitablemente tendrá que permitirse un ajuste.
En abril el índice de escasez rebotó cuatro puntos, la mayor alza en 52 meses, y de cada 100 productos que los consumidores solicitaron en abastos, supermercados y toda la red de establecimientos que cubre al país, 14,8 no estaban disponibles.
Todo apunta a mayor presión inflacionaria. El Gobierno abrió las compuertas del gasto público en medio de la campaña electoral, impulsando el consumo, mientras que Cadivi ha recortado la entrega de divisas para importaciones del sector privado.
Los próximos meses serán claves.
El optimismo del Gobierno se basa en que durante los primeros cuatro meses de este año la inflación acumula un salto de 4,4% que resulta inferior al avance de 7,5% en el mismo lapso de 2011.
Si bien se trata de una señal positiva es temprano para celebrar. El núcleo inflacionario, un indicador que mide el BCV y limpia la inflación de efectos estacionales o la contención temporal que logran los controles, registra un aumento de 5,8% en los primeros cuatro meses.
Otro factor a tomar en cuenta es que los buenos números de la inflación obedecen principalmente a que el Gobierno obligó a las empresas a rebajar el precio de 19 productos que tienen peso para el cálculo.
No obstante, una vez que las empresas no puedan obtener rentabilidad a estos precios habrá escasez o inevitablemente tendrá que permitirse un ajuste.
En abril el índice de escasez rebotó cuatro puntos, la mayor alza en 52 meses, y de cada 100 productos que los consumidores solicitaron en abastos, supermercados y toda la red de establecimientos que cubre al país, 14,8 no estaban disponibles.
Todo apunta a mayor presión inflacionaria. El Gobierno abrió las compuertas del gasto público en medio de la campaña electoral, impulsando el consumo, mientras que Cadivi ha recortado la entrega de divisas para importaciones del sector privado.
Los próximos meses serán claves.
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