VÍCTOR SALMERÓN | EL UNIVERSAL
viernes 11 de mayo de 2012 12:00 AM
Inmerso en la campaña electoral el Gobierno recurre a la mayor inyección de gasto de los últimos cinco años, pero para contar con suficientes bolívares en caja, también se ha visto forzado a acelerar el ritmo del endeudamiento.
Para incrementar los ingresos, entre diciembre y abril, Finanzas emitió bonos y letras del tesoro por 51 mil 200 millones de bolívares.
Al descontar los vencimientos en ese período se evidencia que la deuda interna, es decir, las facturas que debe pagar la República en bolívares registran un alza de 40 mil 600 millones de bolívares, un salto que duplica al ocurrido en los primeros cuatro meses de 2011.
Al tomar en cuenta todos los compromisos de la Nación, incluyendo Pdvsa y las facturas en dólares, la carga se ubica actualmente en 50% del PIB, relación que si bien aún no representa un peso desmedido ya no es del todo confortable y seguirá creciendo velozmente los próximos meses.
El problema del crecimiento de la deuda es que si el país no coloca los recursos en proyectos que permitan generar más ingresos en el futuro, llega el momento en que el pago de capital e intereses obliga a disminuir el gasto en infraestructura, salud o educación.
Las estadísticas del Banco Central de Venezuela revelan que sólo una pequeña parte de la deuda que ha contraído el Gobierno entre 2008 y 2011 se ha dirigido a la inversión.
La imprenta
Para cancelarle a los trabajadores públicos prestaciones sociales acumuladas en los últimos catorce años, el Gobierno se dispone a emitir una nueva montaña de bonos que elevarán sensiblemente el monto en intereses que cada año paga la Nación.
Los Petrorinocos, como se conoce a los bonos que recibirán los trabajadores como pago, reportarán una tasa de interés que será igual a la que establece el BCV para compensar la mora en el pago de las prestaciones, actualmente en 15%, más un complemento.
El monto de la emisión de bonos aún no ha sido anunciado pero Síntesis Financiera ha realizado proyecciones que permiten observar que habrá un aumento importante en el pago de intereses.
Si se estima que la emisión de Petrorinocos será por un monto de 66 mil millones de bolívares a una tasa de interés de 18,2%, que es el costo promedio de los títulos colocados por el Estado en el primer trimestre, la República pagaría en intereses 12 mil millones de bolívares al año.
Considerando que la deuda exige actualmente un pago de intereses de 24 mil millones de bolívares al año, se trataría de un salto de 50%.
Para aumentar su control sobre el crédito agrícola el Gobierno ha puesto en marcha un plan que también deriva en mayor endeudamiento.
El Ejecutivo emitirá semanalmente bonos hasta un total de 7 mil millones de bolívares que serán comprados por los bancos, posteriormente, el dinero será colocado en el Fondo Ezequiel Zamora que se encargará de otorgar los créditos.
Si el Gobierno no es eficiente al momento de evaluar el riesgo de cada crédito y al final no recupera el dinero prestado ya no serán los bancos privados los que registrarán las pérdidas sino que el Estado tendrá que asumirlas.
Para incrementar los ingresos, entre diciembre y abril, Finanzas emitió bonos y letras del tesoro por 51 mil 200 millones de bolívares.
Al descontar los vencimientos en ese período se evidencia que la deuda interna, es decir, las facturas que debe pagar la República en bolívares registran un alza de 40 mil 600 millones de bolívares, un salto que duplica al ocurrido en los primeros cuatro meses de 2011.
Al tomar en cuenta todos los compromisos de la Nación, incluyendo Pdvsa y las facturas en dólares, la carga se ubica actualmente en 50% del PIB, relación que si bien aún no representa un peso desmedido ya no es del todo confortable y seguirá creciendo velozmente los próximos meses.
El problema del crecimiento de la deuda es que si el país no coloca los recursos en proyectos que permitan generar más ingresos en el futuro, llega el momento en que el pago de capital e intereses obliga a disminuir el gasto en infraestructura, salud o educación.
Las estadísticas del Banco Central de Venezuela revelan que sólo una pequeña parte de la deuda que ha contraído el Gobierno entre 2008 y 2011 se ha dirigido a la inversión.
La imprenta
Para cancelarle a los trabajadores públicos prestaciones sociales acumuladas en los últimos catorce años, el Gobierno se dispone a emitir una nueva montaña de bonos que elevarán sensiblemente el monto en intereses que cada año paga la Nación.
Los Petrorinocos, como se conoce a los bonos que recibirán los trabajadores como pago, reportarán una tasa de interés que será igual a la que establece el BCV para compensar la mora en el pago de las prestaciones, actualmente en 15%, más un complemento.
El monto de la emisión de bonos aún no ha sido anunciado pero Síntesis Financiera ha realizado proyecciones que permiten observar que habrá un aumento importante en el pago de intereses.
Si se estima que la emisión de Petrorinocos será por un monto de 66 mil millones de bolívares a una tasa de interés de 18,2%, que es el costo promedio de los títulos colocados por el Estado en el primer trimestre, la República pagaría en intereses 12 mil millones de bolívares al año.
Considerando que la deuda exige actualmente un pago de intereses de 24 mil millones de bolívares al año, se trataría de un salto de 50%.
Para aumentar su control sobre el crédito agrícola el Gobierno ha puesto en marcha un plan que también deriva en mayor endeudamiento.
El Ejecutivo emitirá semanalmente bonos hasta un total de 7 mil millones de bolívares que serán comprados por los bancos, posteriormente, el dinero será colocado en el Fondo Ezequiel Zamora que se encargará de otorgar los créditos.
Si el Gobierno no es eficiente al momento de evaluar el riesgo de cada crédito y al final no recupera el dinero prestado ya no serán los bancos privados los que registrarán las pérdidas sino que el Estado tendrá que asumirlas.
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