Empleos para todos

En: http://www.noticierodigital.com/2012/05/empleos-para-todos/

Jose Guerra

En Venezuela, cuando amanece un nuevo día, aproximadamente un millón doscientos mil personas al levantarse no saben que van a comer debido a que están desempleados. Igualmente, mas de cinco millones de venezolanos labora en la economía informal, lo que sugiere hay precariedad laboral que alcanza aproximadamente al 60% de la población económicamente activa. Usualmente quienes trabajan en la economía informal no tienen un ingreso estable, carecen de seguridad social y no gozan de beneficios tales como tickets de alimentación, el cobro de bono vacacional o utilidades. Venezuela ha perdido buena parte de su capacidad empleadora y sin empleadores no hay empleados. Entre 2001 y 2011 el número de empleadores se redujo en 200.000, lo que sugiere que la cantidad de establecimientos industriales, comerciales entre otros, ha debido disminuir sustancialmente.

El Plan Empleos para Todos que ha lanzado Henrique Capriles Radonski se dirige, por una parte a generar empleos, cifrado en 500.000 nuevos puestos de trabajo por año, equivalente a 3.000.000 en seis años y por la otra, a mejorar las condiciones de los trabajadores que actualmente están ocupados. En dicho plan hay cuatro programas calves. El primero hace referencia a las fuerzas regionales del progreso que, mediante una articulación entre el gobierno central y las autoridades regionales, permitirá impulsar los sectores industriales, turístico, petroquímico, agroalimentario y los insumos básicos. Ello se materializará a través de la inversión pública y privada, el acceso al crédito, la vinculación de las universidades con el desarrollo económico y la capacitación, lo que permitirá la generación 657.600 nuevos en seis años. El segundo programa tiene que ver con la capacitación de los trabajadores. En un mundo como el actual, globalizado y con la preeminencia de la tecnología, la formación de la mano de obra es vital. Esto se materializa en los subprograma primer empleo segunda oportunidad. El primer empleo está encaminado a darles una oportunidad a los jóvenes para que se inserten en el mercado laboral formal. Ello se expresa mediante el trabajo conjunto entre gobierno y el sector privado a través de incentivos fiscales para aquellas empresas que empleen jóvenes. La propuesta es formas 50.000 jóvenes al año para que encuentren oportunidad de trabajar en una economía en crecimiento. Con el plan segunda oportunidad, los venezolanos de 60 o más años, se incorporarán al trabajo formal en un esquema de horarios reducidos, mediante el fomento de empresas asociativas para lo cual el gobierno de Capriles Radonski emprenderá cursos de capacitación que formará a 3.000 adultos cada año.
El tercer programa es un audaz plan de infraestructura para vitalizar la red de carreteras, autopistas y caminos, los puertos, aeropuertos, las escuelas y los hospitales. Una de las pruebas más palpables del fracaso de este gobierno es en lo relativo al estado calamitoso de la infraestructura vial del país. Venezuela se está desarticulando desde el punto de vista de su vialidad, gran parte de la cual está colapsada. También se incluyen inversiones cuantiosas para resolver el drama de los apagones que tiene azotados a ciudades y pueblos de Venezuela, la ampliación del servicio de gas doméstico y las instalaciones deportivas. Las metas de esta actividad consisten entre otras, en Recuperar 50 hospitales en el primer año de gestión, construir y recuperar un promedio de 1.000 escuelas por año a nivel nacional. La elevada capacidad empleadora en infraestructura se traducirá en la creación de un promedio de 155.000 empleos directos por año.
El cuarto programa se basa en hacer válida la consigna, desprestigiada por este gobierno, de una economía fuerte. La fortaleza de una economía no es una abstracción que solo puede ser entendida por especialistas. En el programa de Capriles Radonski ella se refiere a lo siguiente. El mejoramiento de sueldos y salarios mediante programas de capacitación para aumentar la productividad de los trabajadores y evaluar de manera oportuna e integral los contratos colectivos. La reducción de la inflación y el desabastecimiento con la promoción de la producción nacional para consumo interno las exportaciones para con ello disminuir la presión inflacionaria generada por los elevados costos de las importaciones y la insuficiencia de oferta interna, y finalmente, la provisión de servicios de calidad para de esta manera mejorar la cobertura y calidad de los servicios públicos.
Como es fácil deducir, se trata de programas integrales, superiores a la oferta engañosa del gobierno con sus trece manidos y fracasados planes de empleos.