RAFAEL BELLO ROSAL | EL UNIVERSAL
sábado 26 de mayo de 2012 03:23 PM
El juego político en nuestro país probablemente sea uno de los más complicados y enmarañados del mundo. Aquí tienes aliados momentáneos que se convierten en enemigos cuando quieren recuperar protagonismo. Aquí carecemos de madurez para entender que no siempre nuestros argumentos serán tan válidos como los del resto y que en algunos casos tocará volver a casa con nuestra carpeta de proyectos descartados bajo el brazo, porque alguien lo hizo mejor o así lo dio a entender.
Hay escritores de opinión que pretenden ser consultores y asesores del país. Señores a los que se les lee por su visión sobre ciertos puntos específicos, que luego intentan convertirse en monopolizadores de la razón y quieren entonces ser considerados cada vez que levanten la voz sobre el tema que les plazca opinar. Eso es, como mínimo, egocentrismo exacerbado o al menos un problema de autoestima que debería considerarse como clínico. Lo de Rafael Poleo siempre ha sido un caso pintoresco, en particular nunca he sido partidario de responder al Gobierno bajo su misma tónica, creo que somos mucho más inteligentes como para caer en el bajo nivel de debate que proponen, sin embargo, Poleo pareciera jugar para ese equipo. Lo digo por las múltiples coincidencias en la forma en que se expresan.
Críticas sin fundamento, un lenguaje cargado de resentimiento y sobre todo, ese afán de confundir a la gente y de influir en sus seguidores para seguir vendiendo ese mensaje fatalista en el que ninguna acción es buena si no seguimos sus consejos y que estaremos con el comandante "de por vida", porque aquí no hay una alternativa seria, son parte del guión que utiliza Rafael Poleo en sus escasas y diarias líneas. Todas esas cosas son fáciles de escribir cuando no se tiene que dar la cara, cuando tienes garantizadas condiciones dignas de vida en las mieles del exilio, indistintamente lo que pase el 7 de octubre.
Mucho se habló en primarias sobre el fracaso de la candidatura de Henrique Capriles por ser un "blandengue" que no respondía a los insultos del gobierno central, opinadores de oficio hablaban de su inminente derrota por no hablar con contundencia como lo exigían los radicales opositores que asistirían a votar en las primarias... El 12 de febrero demostramos que todo eso era falso, que la apuesta que hicimos en nuestra campaña funcionó, porque hemos visto en contacto directo con la gente, que los venezolanos no queremos más confrontaciones, que quienes nos oponemos a este gobierno queremos algo diferente, queremos políticos enfocados en buscar soluciones y no en seguir enfrascados en "dimes y diretes". Pero esto ha sido difícil de explicar a estos señores "dueños de la verdad" que pretenden que las campañas se hagan a su medida, para alimentar su ego y su presumido intelecto.
Ya veremos cómo en septiembre estará un Rafael Poleo titulando sus "corto y profundo" con algo como: "la victoria es inminente. Se los dije" y ahondará en explicaciones de cómo el candidato opositor ha repuntado hasta el punto de consolidar una victoria inminente en los comicios del 7 de octubre. Claro está, no faltará las alusiones a todo lo que tuvo que hacer para que cambiáramos el rumbo de la campaña conforme a sus estrategias. Intentará hacerse con los méritos del triunfo y se lo permitiremos, porque esta victoria será de todos los venezolanos.
Por cierto, le recuerdo al tocayo que el período de inscripciones para candidaturas presidenciales estará habilitado hasta el lunes 11 de junio, sería interesante que todos los críticos de oficio pensaran en postularse, si así como Usted, aseguran tener la "piedra filosofal" que resolverá el problema de los venezolanos.
Hay escritores de opinión que pretenden ser consultores y asesores del país. Señores a los que se les lee por su visión sobre ciertos puntos específicos, que luego intentan convertirse en monopolizadores de la razón y quieren entonces ser considerados cada vez que levanten la voz sobre el tema que les plazca opinar. Eso es, como mínimo, egocentrismo exacerbado o al menos un problema de autoestima que debería considerarse como clínico. Lo de Rafael Poleo siempre ha sido un caso pintoresco, en particular nunca he sido partidario de responder al Gobierno bajo su misma tónica, creo que somos mucho más inteligentes como para caer en el bajo nivel de debate que proponen, sin embargo, Poleo pareciera jugar para ese equipo. Lo digo por las múltiples coincidencias en la forma en que se expresan.
Críticas sin fundamento, un lenguaje cargado de resentimiento y sobre todo, ese afán de confundir a la gente y de influir en sus seguidores para seguir vendiendo ese mensaje fatalista en el que ninguna acción es buena si no seguimos sus consejos y que estaremos con el comandante "de por vida", porque aquí no hay una alternativa seria, son parte del guión que utiliza Rafael Poleo en sus escasas y diarias líneas. Todas esas cosas son fáciles de escribir cuando no se tiene que dar la cara, cuando tienes garantizadas condiciones dignas de vida en las mieles del exilio, indistintamente lo que pase el 7 de octubre.
Mucho se habló en primarias sobre el fracaso de la candidatura de Henrique Capriles por ser un "blandengue" que no respondía a los insultos del gobierno central, opinadores de oficio hablaban de su inminente derrota por no hablar con contundencia como lo exigían los radicales opositores que asistirían a votar en las primarias... El 12 de febrero demostramos que todo eso era falso, que la apuesta que hicimos en nuestra campaña funcionó, porque hemos visto en contacto directo con la gente, que los venezolanos no queremos más confrontaciones, que quienes nos oponemos a este gobierno queremos algo diferente, queremos políticos enfocados en buscar soluciones y no en seguir enfrascados en "dimes y diretes". Pero esto ha sido difícil de explicar a estos señores "dueños de la verdad" que pretenden que las campañas se hagan a su medida, para alimentar su ego y su presumido intelecto.
Ya veremos cómo en septiembre estará un Rafael Poleo titulando sus "corto y profundo" con algo como: "la victoria es inminente. Se los dije" y ahondará en explicaciones de cómo el candidato opositor ha repuntado hasta el punto de consolidar una victoria inminente en los comicios del 7 de octubre. Claro está, no faltará las alusiones a todo lo que tuvo que hacer para que cambiáramos el rumbo de la campaña conforme a sus estrategias. Intentará hacerse con los méritos del triunfo y se lo permitiremos, porque esta victoria será de todos los venezolanos.
Por cierto, le recuerdo al tocayo que el período de inscripciones para candidaturas presidenciales estará habilitado hasta el lunes 11 de junio, sería interesante que todos los críticos de oficio pensaran en postularse, si así como Usted, aseguran tener la "piedra filosofal" que resolverá el problema de los venezolanos.
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