OSCAR HERNÁNDEZ BERNALETTE | EL UNIVERSAL
lunes 5 de noviembre de 2012 12:00 AM
Todos los días son distintos. En unos hay cosas buenas, malas y feas. En Venezuela la cosa no es diferente. Te despiertas una mañana viendo la belleza del Ávila (Guaraira Repano), por el otro escuchas y lees las noticias y allí están otra vez esas cosas que no te esperas y que te resuenan en el tímpano.
Lo malo. Me refiero esta vez a la política. Cuando lees, por ejemplo, que diputados suplentes abandonan la MUD y exigen diálogo y te enteras además que el líder es Ricardo Sánchez entonces piensas en lo malo. Ese joven y su grupo no lo pensaron. Quisieron ser audaces pero en el peor momento. Muy inoportunos. En los momentos en que se debate el futuro democrático del país frente a una ley descomunal como la Ley de las Comunas y en vísperas de unas elecciones claves para el futuro de la nación, entonces estos jóvenes, actúan como si la política se tratara de un juego de quien grita más duro y con lloriqueos se lanzan al gran debate nacional porque difieren de las decisiones de la coalición opositora. Actuación que se parece más a los chillidos discursivos de otro joven diputado de la otra tolda que habla, grita, insulta y es tan desproporcionado como lo que tuvimos la oportunidad de escuchar el día de ayer, cuando se pontificaba sobre una MUD "sectaria y fatigada".
Eso que hizo el diputado suplente Sánchez no solo es inoportuno políticamente, desleal éticamente, sino que una vez más nos demuestra el error que es darle alta responsabilidades a quienes no están debidamente preparados para ser voceros de sectores importantes del país. Eso que hicieron esos jóvenes diputados es malo. El tiempo se encargará de demostrárselo.
Lo feo, para ellos, es que muchos en Venezuela, incluyendo los que eran sus asociados, creen que detrás de esa actitud hay un salto de talanquera dolarizada. Seguramente no es así, pero queda la sensación después de los últimos episodios de Ojeda y Escarrá. Que lamentable, que jóvenes políticos entren en la espiral de ese tipo de sospecha. Para el UNT y para María C. Machado es un golpe bajo. Para la MUD es injusto, pues si algo hay que reconocer es el excelente trabajo que Aveledo y los partidos en la alianza han hecho para alcanzar los casi 7 millones de votos que Ricardo desprecia. En esta lucha difícil los más débiles y con menos formación ética serán los que se apartarán más rápidamente.
Lo bueno, es que arrancó la campaña para el 16-D. Otro reto y responsabilidad para quienes creen necesario que el país tenga una oposición fuerte. Que el muro de contención se fortalezca. Que la descentralización como patrimonio democrático no se pierda. Los venezolanos debemos entender que si bien el ventajismo es inmoral y la falta de escrúpulos del CNE es indebido, que no por ello se debe bajar la Santamaría. Otros pueblos han tenido luchas más arduas ante miles de tropiezos y desventajas. Muchas luchas se ganaron cuando los cimientos eran solidos y los hombres que las conducían eran honestos.
Lo malo. Me refiero esta vez a la política. Cuando lees, por ejemplo, que diputados suplentes abandonan la MUD y exigen diálogo y te enteras además que el líder es Ricardo Sánchez entonces piensas en lo malo. Ese joven y su grupo no lo pensaron. Quisieron ser audaces pero en el peor momento. Muy inoportunos. En los momentos en que se debate el futuro democrático del país frente a una ley descomunal como la Ley de las Comunas y en vísperas de unas elecciones claves para el futuro de la nación, entonces estos jóvenes, actúan como si la política se tratara de un juego de quien grita más duro y con lloriqueos se lanzan al gran debate nacional porque difieren de las decisiones de la coalición opositora. Actuación que se parece más a los chillidos discursivos de otro joven diputado de la otra tolda que habla, grita, insulta y es tan desproporcionado como lo que tuvimos la oportunidad de escuchar el día de ayer, cuando se pontificaba sobre una MUD "sectaria y fatigada".
Eso que hizo el diputado suplente Sánchez no solo es inoportuno políticamente, desleal éticamente, sino que una vez más nos demuestra el error que es darle alta responsabilidades a quienes no están debidamente preparados para ser voceros de sectores importantes del país. Eso que hicieron esos jóvenes diputados es malo. El tiempo se encargará de demostrárselo.
Lo feo, para ellos, es que muchos en Venezuela, incluyendo los que eran sus asociados, creen que detrás de esa actitud hay un salto de talanquera dolarizada. Seguramente no es así, pero queda la sensación después de los últimos episodios de Ojeda y Escarrá. Que lamentable, que jóvenes políticos entren en la espiral de ese tipo de sospecha. Para el UNT y para María C. Machado es un golpe bajo. Para la MUD es injusto, pues si algo hay que reconocer es el excelente trabajo que Aveledo y los partidos en la alianza han hecho para alcanzar los casi 7 millones de votos que Ricardo desprecia. En esta lucha difícil los más débiles y con menos formación ética serán los que se apartarán más rápidamente.
Lo bueno, es que arrancó la campaña para el 16-D. Otro reto y responsabilidad para quienes creen necesario que el país tenga una oposición fuerte. Que el muro de contención se fortalezca. Que la descentralización como patrimonio democrático no se pierda. Los venezolanos debemos entender que si bien el ventajismo es inmoral y la falta de escrúpulos del CNE es indebido, que no por ello se debe bajar la Santamaría. Otros pueblos han tenido luchas más arduas ante miles de tropiezos y desventajas. Muchas luchas se ganaron cuando los cimientos eran solidos y los hombres que las conducían eran honestos.
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