OSWALDO PÁEZ-PUMAR| EL UNIVERSAL
sábado 9 de noviembre de 2013 12:00 AM
Haber proclamado el próximo 8 de diciembre, oportunidad fijada para la elección de alcaldes y concejales, como día de la lealtad al difunto, es una clara demostración de que el usurpador y el PSUV no cuentan con el respaldo mayoritario de la población. Podemos incluso decir que no cuentan con el respaldo de la población. El mensaje es claro "aunque ustedes no nos vean de ese modo, somos nosotros, los que invocamos a diario su nombre quienes lo encarnamos, por lo que en el momento de votar olviden nuestros nombres y como gesto de lealtad para con él, voten por nosotros".
¿Vínculo?
Dejando a un lado la elección fijada para ese día, ¿cuál es el vínculo que puede establecerse entre el iluminado de Sabaneta y el día consagrado a la Inmaculada Concepción? Si hubieran escogido el de su alzamiento el 4 de febrero, o el de su retorno el 13 de abril, o la fecha del cumpleaños el 28 de julio y hasta cualquiera efeméride de Bolívar dada su pretensión de reencarnarlo, el día de la lealtad hubiera podido ser exhibido como se pretende que es. Lealtad para con el difunto.
Pero no es así. La realidad es que se trata de un lastimero grito, casi como la canción "corazón de la patria", que ruega, que suplica, "no nos dejen solos, por favor un poquito de lealtad para con nosotros que nos sacrificamos tanto apoyándolo a él".
Lealtad
En verdad la lealtad entre los hombres es digna de elogio pues ella expresa la debida fidelidad que en sus acciones guarda una persona para con otra, pero es esencialmente recíproca, como la que se da entre los cónyuges, la paterno-filial, la de maestro y alumno; y por eso mismo no es trasladable porque es personal, por lo que cuando pretende reclamarla para sí un tercero, la instrumentaliza y, por lo tanto, la degrada.
No es por azar que sustantivo y adjetivo, lealtad y leal, admiten su aplicación a animales como el perro o el caballo. Cuando un hombre reclama para sí de un tercero la lealtad dada por éste a otro, está exigiendo la lealtad perruna. Le niega la condición humana. Si se la traslada es bienvenido, pero si no, es gusano, como llama Castro a la disidencia cubana.
¿Vínculo?
Dejando a un lado la elección fijada para ese día, ¿cuál es el vínculo que puede establecerse entre el iluminado de Sabaneta y el día consagrado a la Inmaculada Concepción? Si hubieran escogido el de su alzamiento el 4 de febrero, o el de su retorno el 13 de abril, o la fecha del cumpleaños el 28 de julio y hasta cualquiera efeméride de Bolívar dada su pretensión de reencarnarlo, el día de la lealtad hubiera podido ser exhibido como se pretende que es. Lealtad para con el difunto.
Pero no es así. La realidad es que se trata de un lastimero grito, casi como la canción "corazón de la patria", que ruega, que suplica, "no nos dejen solos, por favor un poquito de lealtad para con nosotros que nos sacrificamos tanto apoyándolo a él".
Lealtad
En verdad la lealtad entre los hombres es digna de elogio pues ella expresa la debida fidelidad que en sus acciones guarda una persona para con otra, pero es esencialmente recíproca, como la que se da entre los cónyuges, la paterno-filial, la de maestro y alumno; y por eso mismo no es trasladable porque es personal, por lo que cuando pretende reclamarla para sí un tercero, la instrumentaliza y, por lo tanto, la degrada.
No es por azar que sustantivo y adjetivo, lealtad y leal, admiten su aplicación a animales como el perro o el caballo. Cuando un hombre reclama para sí de un tercero la lealtad dada por éste a otro, está exigiendo la lealtad perruna. Le niega la condición humana. Si se la traslada es bienvenido, pero si no, es gusano, como llama Castro a la disidencia cubana.
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