http://www.el-nacional.com/edgar_cherubini/tirano-servidumbre_0_578342266.htm
Si un tirano es un solo hombre y los subyugados son muchos, ¿por qué consienten ellos su propia esclavitud?”. – Étienne de La Boétie
Edgar Cherubini Lecuna
París, febrero 2015
Étienne de La Boétie (1530-1563), escribió el “Discurso sobre la servidumbre voluntaria” (Discours de la Servitude volontaire) a la edad de 18 años, un escrito panfletario contra el rey Henri II. El
tratado, de gran erudición, fue escrito alrededor de 1549, año que
coincide con la represión y masacres de campesinos en Guyenne, al
suroeste de Francia, que se habían sublevado contra el impuesto a la sal
ordenado por el rey.
Desde
su aparición, el libro fue adoptado por diferentes movimientos
contestatarios no solo en Francia sino en toda Europa. Los líderes de la
Revolución Francesa lo hicieron circular bajo el título “Las cadenas de
la esclavitud”. Durante la ocupación nazi en Francia el libro fue
prohibido, pero a pesar de ello se imprimieron miles de ejemplares que
se repartieron clandestinamente.
¿Por qué este pequeño ensayo, escrito por un joven indignado del siglo XVI, hace temblar a los tiranos? La
respuesta está en lo que el autor afirma: “Si un tirano es un solo
hombre y sus súbditos son muchos, ¿por qué consienten ellos su propia
esclavitud? El que gobierna tiránicamente sobre ustedes, posee solamente
dos ojos, solamente dos manos, solamente un cuerpo; en verdad no posee
nada más que el poder que ustedes le confieren para destruirlos. ¿Dónde
ha adquirido él ojos suficientes como para espiarlos, si ustedes no se
los proveen por sí mismos? ¿Cómo puede tener él tantos brazos con los
cuales golpearlos, si no los toma prestados de ustedes? Los pies que
pisotean vuestras ciudades, ¿de dónde los obtiene si no son los
vuestros?".
Sobre
la tiranía y los vicios políticos que ésta genera, La Boétie afirmó sin
ambages: “los tiranos se crecen sobre la servidumbre voluntaria de sus
súbditos. No hay rey sin súbditos, no hay tirano y no hay dictador sin
masas resignadas”. Para él, existe una matemática de la dominación a la
que llama “cadena de obediencia social”, mediante la cual el tirano no
necesita enfrentarse directamente a la masa que desea dominar. Mediante
un modelo piramidal, utiliza a unos para dominar y tratar despóticamente
a los que están debajo de éstos, quienes a su vez dominan a sus
subordinados y así se va multiplicando su poder.
Desde que comenzó a circular, el “Discurso sobre la servidumbre voluntaria” ha
sido fuente de inspiración para aquellos que luchan por la libertad y
se baten contra la opresión, la explotación, el abuso de fuerza, la
corrupción y toda mitificación del poder. En 1558 Montaigne, contemporáneo de La Boétie, autor de los conocidos Ensayos que han influido desde entonces en la filosofía y el pensamiento de occidente, interesado en saber quién era el autor del Discurso, viaja
a Bordeaux donde La Boétie ya era magistrado a los 24 años de edad,
dicho encuentro significó el inicio de una intensa amistad y una nutrida
correspondencia política.
La
Boétie anticipa la filosofía política de los pensadores de la
Ilustración quienes sostenían que la razón humana podía combatir la
ignorancia, la superstición y la tiranía, aunque en el siglo XXI aún
suframos ese déficit.
En sus páginas, La Boétie no cesa de afirmar que “es la obediencia la que hace poderoso al tirano”. De allí que el autor
nos plantea descifrar un enigma político: “no es el poder el que crea
la obediencia, sino que es la obediencia la que crea el poder”,
preguntándose con
indignación: “¿Cómo las personas, pueden ser dominadas o, aún más,
servir con fervor a quien las desprecia y oprime?. Es un hecho
enigmático la capacidad de soportar, aceptar e incluso amar su
servidumbre, hasta tal punto en que algunos la perciben como si fuera su
salvación. ¿Por qué una enorme masa de decenas de miles se somete a la
voluntad de un hombrecito mediocre?”.
Severine
Auffret, en su libro "Comète" (ed. Milles et une nuit, 1995), donde
traduce a La Boétie en francés moderno, sostiene en sus notas que “los
conceptos de 'dominación' y 'servidumbre' del autor, sitúan al tirano no
solo en una categoría política sino 'mental' y hasta 'metafísica', ya
que esta relación de dominación y servidumbre, para darse en la
sociedad, primero se instaura en lo más íntimo de la conciencia del
individuo”. La respuesta a este desacierto la da el mismo La Boétie: "La libertad, más allá de ser un ideal a conquistar, es una actitud”.
@edgarcherubini
No comments:
Post a Comment