En: http://www.noticierodigital.com/2015/02/jose-guerra-este-estado-no-se-financia-ni-a-150-dolares-el-barril/
Enrique Meléndez / especial Noticiero Digital / 5 feb 2015.-
El economista José Guerra aseguró este martes dijo que había que entrar
al siglo XXI en Venezuela democratizando la industria petrolera;
quitarle ese instrumento de poder político del Estado, y ponerlo en
función del progreso del país.
Así lo dijo en el marco del foro “Realidad petrolera y repercusiones
económicas” organizado por el Instituto de Estudios Parlamentarios
Fermín Toro que dirige Ramón Guillermo Aveledo.
“Hay una incapacidad crónica en Pdvsa para aumentar la producción.
Las exportaciones están declinando; el consumo interno se está tragando
prácticamente buena parte de la producción y, en consecuencia, con estos
precios petroleros el flujo de caja de Pdvsa en el tiempo previsible no
augura mucha abundancia para financiar el Estado que teníamos antes”,
dijo al inicio de su intervención.
Indicó que el Estado que tiene Venezuela no es financiable ni a 150
dólares el barril del petróleo. “No hay precio del petróleo que aguante
al Estado venezolano y nos toca a nosotros gobernar y vamos a tener que
repensar el tipo de Estado, que queremos pues este Estado no sirve”.
Se valió de una metáfora, de una persona obesa pero con las piernas
muy flacas, para comparar al Estado venezolano. “No tiene anclaje porque
está dependiendo de un precio petrolero; que estuvo creciendo, pero que
ya no lo hará más”.
Guerra precisó que el mercado petrolero hoy es distinto por la poca
incidencia que podría tener el estallido de una guerra en el Medio
Oriente, que en otras épocas disparaba los precios del crudo.
Recordó que la Arabia Saudita había influido en la caída de la Unión
Soviética; cuando bajaron los precios petroleros en 1986 a raíz también
de un aumento de la producción; de modo que al derrumbar los precios
petroleros dejó a la URSS sin las fuentes de financiamiento más
importantes, y así comenzó a declinar dicho bloque de poder para
terminar implosionando en el año 1989.
“Hoy los sauditas están haciendo lo mismo. Pero no sólo con los
rusos; también con Irán porque le secaron la caja a Irán, y así las
fuerzas iraníes se han tenido que frenar; primero, porque ya no tiene el
Estado persa recursos ni para el armamento nuclear ni para financiar el
HAMAS y el Hezbolá, que componían dichas fuerzas. Entonces, esta
geopolítica son las grandes líneas del petróleo, donde nosotros no
tenemos nada que ver ni nada que apostar”.
Guerra resaltó que Venezuela apenas tenía una capacidad de producción
de 2 millones 600 mil barriles diarios (b/d) de petróleo, sin ninguna
posibilidad de aumentar la misma; por lo que consideró que Venezuela no
tiene ningún rol que jugar en la Opep; al contrario de Arabia Saudita
que se puede dar el lujo de aumentar tres millones de b/d de petróleo de
un día para otro.
Aseguró por eso que los viajes de Nicolás Maduro no tienen ningún
sentido, tomando en cuenta que Arabia Saudita tiene su posición ya
tomada a ese respecto. “Porque, además, -añadió-, vale recordar que
cuando Arabia Saudita disminuyó la producción, Rusia la aumentó, y Rusia
pasó a Arabia Saudita como principal productor de petróleo del mundo.”
Volvió al tema de la necesidad que repensar el Estado aprovechando
esta coyuntura signada por una baja en los precios del petróleo y las
pocas perspectivas para que se coloque por encima de los cien dólares,
y, en ese sentido, también se refirió al caso del petróleo de lutitas y
ubicó los países que poseen grandes reservas de lutitas (EEUU,
Argentina, Brasil).
“Ningún político aquí habló de petróleo, excepto Rómulo Betancourt,
el único. (…) Esta política para mí se agotó. Llegó a un límite
histórico y que, básicamente, consistió en incrementar la participación
fiscal del Estado venezolano en el petróleo a través de más impuestos a
las compañías petroleras, y a partir de cierto momento, esa política
cambió; fue cuando se dijo: “Ahora, estamos en condiciones de producir
nosotros, de acuerdo a las necesidades de todos”. Para mí esa política
tuvo un techo; tuvo su razón de ser, pero ya no es suficiente”, expresó
el profesor Guerra.
Aseguró que hay que ir a una nueva política petrolera; abrir espacios
a la inversión privada en petróleo, sin ningún tipo de complejo; por lo
que consideró que habiéndose agotado un “autobús”, había que abordar
otro. “Empoderar al sector privado venezolano en sus distintas
modalidades, para que participe en el negocio petrolero”.
Guerra hizo la salvedad de que él no estaba hablando de los ricos de
Venezuela, sino que estaba hablando de ese potencial inmenso que son las
cajas de ahorro de los trabajadores y que tienen dinero congelado de
unos fondos del gobierno; arruinándose con la inflación, y que pueden
ser invertidos en petróleo.
Se preguntó que por qué el petróleo sólo tiene que ser del Estado o
de los extranjeros, y puso el ejemplo de dos compañías venezolanas que
están produciendo petróleo hoy en día en Colombia. En contraste, afirmó
Guerra que el Estado sólo le ha dado oportunidades a Irán, a Rusia, a
China.
“El Estado venezolano tiene al petróleo como un instrumento político.
La ampliación del capital accionario para que participe el sector
privado es una forma de democratizar al país. Quitarle ese poder que
tiene el Estado venezolano, y dárselo a la gente; quitarle el poder que
tiene Eulogio del Pino; al Chávez que está en Pdvsa, y dárselo a la
gente, a los accionistas, para ver si esa compañía jerarquizada va a
seguir siendo la sucursal de un partido político”.
Describió la ingeniería por la que circula el dinero proveniente de
la renta petrolera hasta ser distribuido por el ministerio de Finanzas,
para llegar a la conclusión de que a la gente de ese circulante sólo le
llega el 10%. “Ese esquema –expresó- tiene que ser sustituido: una parte
tiene que ir a la gente; para capitalizar al ser humano en salud,
educación, vivienda, seguridad social; para la profesionalización de
nuestra sociedad”.
Dijo Guerra que cuando eso cambie se verá si van a seguir manejando a
Pdvsa el tipo de gerente que está al frente hoy de la misma, si se
obtienen los mismos resultados que se reportan hoy en día, y que ese es
el gran reto que tenemos por delante: entrar al siglo XXI, porque
todavía estamos en el siglo XX, y de allí pasó a evocar la figura de
Mariano Picón Salas; quien consideraba que Venezuela había entrado al
siglo XX en la década de 1930, a raíz de la muerte de Gómez.
“No nos hemos dado cuenta de que hemos entrado al siglo XXI. Porque
tenemos la impronta de Hugo Chávez, que nos mantuvo en el pasado, y si
no cambiamos la gobernabilidad de Pdvsa y las reglas de la política
petrolera, vamos a tener este mismo país”.
“Concluyo diciendo: el gran reto de nosotros que es muy difícil
porque está metida la política de por medio y en todos los aspectos de
la vida, es cambiar la manera de relacionar a este país con el petróleo y
no tener a ciudadanos tributarios; sino, socialmente, productivos y
socialmente responsable; donde se use el petróleo como una palanca de
desarrollo”.
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