Tuesday, February 3, 2015

Sector empresarial en pánico por persecución del Sebin

En: http://konzapata.com/2015/02/sector-empresarial-en-panico-por-persecucion-del-sebin/

Entre los empresarios se instaló la preocupación. El Gobierno apuesta a la persecución en un momento en que los problemas económicos limitan la oferta de productos en el mercado. Tras la actuación contra Farmatodo, una empresa de casi 100 años de existencia, el presidente de la República ordenó anoche la ocupación de la cadena de supermercados Día a Día y la detención de sus dueños.



1Por Roberto Deniz.-
 
En el sector empresarial se instaló el pánico. En lo que parece una cacería de brujas para sustentar el relato de la “guerra económica” el Gobierno nacional ha dado la orden al Servicio Bolivariano Nacional de Inteligencia (Sebin) para que investigue y cite a sus instalaciones a empresarios.
Primero fue Farmatodo y ayer el turno le tocó a Supermercados Día a Día, cadena que se ha especializado en abastecer a la población de los estratos D y E con una treintena de tiendas.
“Le he dado órdenes precisas al Vicepresidente de Seguridad y Soberanía Alimentaria, que en fiel cumplimiento de la Constitución y la ley de seguridad  alimentaria, que tiene carácter orgánica, que sean ocupadas en la madrugada de hoy y sea regularizado el servicio al pueblo de Venezuela y sean detenidos los dueños de estas empresas para pasarlos a investigaciones por estar incursos en guerra alimentaria contra el pueblo y violando las leyes”, expresó el presidente de la República anoche en un acto del Psuv.
El mandatario, en clave militar, denominó el procedimiento de ocupación de Día a Día como “Operación Sucre”, en “honor” al mariscal José Antonio Sucre por ser el día de su natalicio.
Pocas horas antes, funcionarios del Sebin se llevaron del palacio de Miraflores a un directivo de la empresa Día a Día y al presidente ejecutivo de la Asociación Nacional de Supermercados y Afines (ANSA), Luis Rodríguez. Los empresarios habían acudido al palacio presidencial a una reunión con el Vicepresidente de Seguridad y Soberanía Alimentaria, Carlos Osorio,  para discutir sobre el tema del abastecimiento.
El pasado fin de semana la actuación del Sebin fue contra directivos de Farmatodo, a quienes el presidente de la República acusó de “conspirar”. También a ellos los habían citado a Miraflores horas antes de la medida.
“Son varios conspiradores, dueños de tiendas, los tengo presos en el Sebin. Le he pedido a la Fiscalía que acelere todos los cargos para que vayan bien presos y dejen de estar saboteando al pueblo venezolano. Los agarramos ayer con las manos en la masa”, dijo el domingo Maduro desde el estado Miranda.
Pero ayer, el propio mandatario despejó la incertidumbre que él mismo había propiciado sobre el futuro de la empresa. Aunque aseguró que Farmatodo es “punta de lanza” de un plan de saboteo económico urdido por Fedecámaras, precisó que “vamos a hacer que esta tienda cumpla su función” en manos de sus dueños.
La participación del Sebin no es improvisada. En noviembre del año pasado el jefe de Estado anunció la creación de la Comisión Nacional de Inteligencia Económica, que incluía al Sebin junto a organismos como el Seniat, la Sundde o el Cencoex para investigar las actividades de los empresarios.
“No van a poder con nosotros burgueses, oligarcas, pelucones contrabandistas (…) Tenemos que ir a un nivel mucho más elevado de controles previos frente a estos bandidos, así como hemos elevado la lucha contra paramilitares, tenemos que elevar mucho más la lucha contra esta gente y mostrarlos ante la opinión pública”, dijo Maduro el 3 de noviembre.
Farmatodo representa el 17% de la distribución de medicamentos a nivel nacional, siendo la cadena más importante en el ramo. “Ellos distribuyen 17% de medicamentos, son más grande que Locatel y Farmahorro”, indicó una fuente del sector.
En esa oportunidad el presidente de Fedecámaras, Jorge Roig, advirtió que no podía propiciarse una “persecución” contra el sector empresarial, ya que eso agravaría los problemas económicos y seguiría ahuyentando a los inversionistas. Hoy esa persecución es real.
Lo cierto es que la carga del Gobierno, especialmente contra Farmatodo, encendió las alarmas en el ámbito empresarial y en el sector farmacéutico. En octubre de 2014 la compañía implementó la medida de “racionar” la venta de los productos regulados como mecanismo para garantizar que esos bienes le llegaran a la mayor cantidad de clientes y evitar el beneficio de los “bachaqueros”. La medida disgustó a la clientela, pero se anticipaba ante lo que ya lucía como un problema sin solución en el corto plazo.
“La conducta de Farmatodo es conocida y transparente, por lo que estamos permanentemente a disposición de las autoridades para que fiscalicen nuestras operaciones, tal y como lo han venido realizando en las más de 60 inspecciones que hemos recibido satisfactoriamente, durante el mes de enero”, dijo el domingo la empresa en un comunicado.
Farmatodo representa el 17% de la distribución de medicamentos a nivel nacional, siendo la cadena más importante en el ramo. “Ellos distribuyen 17% de medicamentos, son más grande que Locatel y Farmahorro”, indicó una fuente del sector.
La actuación de las autoridades también sorprendió por tratarse de una empresa familiar cuya trayectoria puede ser considerada como un verdadero “caso de éxito” empresarial venezolano.
Farmatodo bordea los 100 años de existencia. Sus orígenes se remontan al año de 1918 cuando el Doctor Rafael Zubillaga y el señor J.J López Morandi fundan en Barquisimeto la “Farmacia Lara”, dedicada a la venta de medicamentos al mayor y al detal. En 1955 la compañía pasó a llamarse “Droguería Lara” y se centró en la comercialización de medicinas al mayor. A mediados de la década del 70 la tercera generación de la familia Zubillaga asumió las riendas del negocio e inició un proceso de modernización y expansión que no se ha detenido.
Pocos años después los hermanos Rafael Teodoro Zubillaga y Bernardo Zubillaga, asesorados por el norteamericano David Summer –fundador de la cadena Rite Aid-, deciden abandonar la venta al mayor de medicamentos para centrarse en un nuevo concepto de farmacias, basado en el estilo de autoservicio y tiendas de conveniencia norteamericanas. La marca que abrigó esa nueva idea fue Farmatodo.
El nuevo concepto obligaba también a cambiar la filosofía de venta. La idea era ofrecer los mejores precios para los clientes y para ello hubo que convencer a los proveedores a que bajarán sus márgenes a cambio de mayores volúmenes.
2“Han sido gente muy trabajadora y lo de Farmatodo fue un éxito porque trasladaron el concepto de la tienda de conveniencia y lo tropicalizaron. Son gente muy seria y muy profesional”, relata un empresario que conoce la evolución de la compañía.
Además de 167 tiendas extendidas en todo el territorio nacional, la empresa cuenta con el Centro de Distribución (Cendis) con tecnología de punta y capacidad para despachar mercancía a más de 64 locales al día.
La estrategia comercial seguida en la red de locales se basó en tres conceptos: el “free-standing”, tiendas de unos 500 metros cuadrados y que suponen una inversión de al menos 1 millón de dólares; las farmacias en centros comerciales y las tiendas en sitios “de alto tráfico”.
Aunque los hermanos Zubillaga consideraron la posibilidad de franquiciar el negocio para apuntalar la expansión, descartaron esa idea y optaron por otras vías de financiamiento, ya que el “escaso margen o la baja rentabilidad” con que funcionan las tiendas limitaba la posibilidad de repartir ganancias entre más actores. Evitaban así enfrentarse a que algún franquiciado cometiera errores que rápidamente se tradujeran en números rojos. 
Desde el ámbito empresarial se ha defendido la trayectoria de la compañía. El presidente de Fedecámaras, Jorge Roig, expresó a través de su cuenta de Twitter que Farmatodo es una “empresa exitosa y socialmente responsable”. “Farmatodo 96 años apostando al país, mientras que maletineros se roban los recursos del país”, manifestó el dirigente empresarial.
El Gobernador del estado Lara, Henry Falcón, también se pronunció a favor de la compañía a través de la red social. “Farmatodo es una empresa venezolana, nacida en Lara, que ha demostrado compromiso con el país a lo largo de muchos años”.
Exportar el negocio
La evolución del negocio de Farmatodo no quedó en Venezuela. En 2008 la empresa inició operaciones en Bogotá. De acuerdo a la prensa colombiana el costo de la inversión para el aterrizaje de la marca venezolana fue de 48 millones de dólares y se adquirió la cadena Farmacity. En 2009 ya contaban con 19 tiendas.
“El éxito con el que cuenta hoy Farmatodo es el resultado de un incesante trabajo basado principalmente en la combinación de elementos como la innovación y la tecnología que le imprimió al rubro de las droguerías y boticas, la asistencia y orientación al consumidor, la variedad y disponibilidad de productos, la comodidad en el servicio que se presta, así como la ubicación estratégica de cada uno de los establecimientos distribuidos en todo el país, los precios competitivos y la mezcla de productos de que disponen las sucursales”, se lee en el portal de la compañía en Colombia.
Hay 28 Farmatodo en la capital de Colombia y otros 4 en la ciudad de Barranquilla. Mientras en su país de nacimiento la compañía es amenazada por el Gobierno, la visión de la empresa en Colombia apunta a “ser la cadena de autoservicios número 1 en Latinoamérica”.
“No tienen idea de lo que es ser empresario en estos momentos en Venezuela (…) Debemos ser  de las empresas más inspeccionadas por las instituciones del Gobierno. Yo diría que a Farmatodo la vigilan más que a ninguna otra (…) Esto es un negocio de mi familia y ha sobrevivido por casi 100 años, no va a ser en mi gestión que esta compañía se acabe”, dijo Bernardo Zubillaga en octubre de 2014 a runrun.es, a propósito de la polémica generada por el racionamiento de productos.

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