Gustavo Coronel
El general de división Noel Rafael Martínez Rivero dijo ayer lo siguiente: “La
conciencia revolucionaria debe ser la incandescencia que abarque todo
el paisaje venezolano actual para combatir contra todos los fantasmas
que amenazan día a día la nacionalidad del hombre y la mujer del amado
pueblo de Bolívar, chavista y madurista. Comandante en Jefe, Presidente
de la República Bolivariana de Venezuela, camarada y amigo, Nicolás
Maduro Moros…Pero podemos expresarle usted, como integrante de aquel 4
de febrero que nosotros seguimos incólumes y prestos para seguir el
papel que sea en cuanto a la defensa de la patria y de sus ideales" -
frase que recibió aplausos de los presentes…. “Camarada
presidente, el 4 de febrero está vivo y lo apoya a usted con el mismo
amor y fervor jurado al comandante eterno. Pronto iremos a unas
elecciones y el pueblo les dará sus respuesta: una pela a gran escala,
mi comandante en Jefe”.
Prosiguió este jalabolas, este traidor a su juramento de defender la constitución, diciendo: “Observamos
con asombro y estupor el ataque de la canalla tratando de enlodar con
sus infames rumores el honor y la moral de algunos camaradas y amigos.
El caso del compañero, capitán, hermano, compadre de sacramento,
Diosdado Cabello, el M/G Hugo Carvajal Barrios, el M/G Miguel Eduardo
Rodríguez Torres, mi hermano y compañero de celda; el mayor Francisco
Ameliach Orta; el almirante Ramón Rodríguez Chacin, el M/G Cliver
Alcalá Cordones; están en el epicentro de la canalla. A todos ustedes
les juro que no están solos, que tienen a un pueblo unido que los
respalda y a unos compañeros del 4 de febrero prestos a defender el
honor de todos ustedes con la vida de ser necesario. ¡Patria o nada,
carajo!".
Esta
alocución, llena de cursilería y bajeza, recibió los aplausos de la
audiencia. Hablaba un golpista, un traidor a su misión de defender la
constitución y las leyes de la república, entregado totalmente a la
adulancia, desconociendo con cinismo el grave problema del narco-tráfico
enquistado en la Fuerza Armada.
Que
un militar activo, en uniforme, hable de esta manera tan rastrera y tan
de espaldas a su misión revela que la Fuerza Armada venezolana está
prostituida hasta la raíz, que Venezuela tendrá que hacer una limpieza a
fondo de esa escoria si es que desea salir del horrible foso en el cual
estamos. He dicho antes y lo digo de nuevo: es la Fuerza Armada
venezolana la que hoy manda en el país, una dictadura tan chopo é
piedra, tan primitiva, como las que tuvimos a principios del siglo XX.
Pérez
Jiménez fue un dictador pero, a la distancia, parece un demócrata
refinado comparado con esta gavilla de seres inferiores que ha tomado el
poder por asalto.
Para
cerrar con broche de oro la memoria del golpe inepto y asesino que
llevaron a cabo el 4 de Febrero de 1992, estos bárbaros han decidido
premiar a los golpistas, ascendiendo unos 1258 de ellos. Así lo anuncia
otro gorila, el general Jesús Suárez Chourio. Es decir, se premia la
traición, el alzamiento en contra de un presidente constitucional, el
asesinato de centenares de venezolanos inocentes.
Estos
traidores se han atrevido hasta a celebrar como gesta la invasión
urbana por Machurucuto, en la cual participaron algunos de ellos como
asistentes de los cubanos.
Venezuela
no será nunca un país desarrollado, mientras tolere la existencia de
una Fuerza Armada de traidores, de adulantes y narco-traficantes.
Quienes sean miembros de esa Fuerza Armada y permanezcan en silencio
ante estos insultos a la libertad y la democracia, son cómplices. Es tan
trágico como eso.
En
próxima entrega hablaré de lo que fue un torneo de mediocridades e
ineptitudes: el golpe del 4 de Febrero de 1992. Allí hubo de todo:
cobardía, traición, negligencia, robos al erario público por parte de
los golpistas. Ese fue un evento tragi-cómico que revela la inmensa
incompetencia de nuestro ejército: los golpistas y los que no lo fueron.
No comments:
Post a Comment