SAMMY EPPEL | EL UNIVERSAL
jueves 14 de junio de 2012 12:00 AM
El próximo 1 de julio se cumplen 38 años de la muerte de Juan Domingo Perón. Conspiró desde 1930, participó en dos golpes de Estado y fue electo presidente por primera vez en 1946. En el mundo de la posguerra con medio planeta en ruinas, Argentina era el tercer país más rico del mundo, luego de Estados Unidos y Gran Bretaña. Perón fue un admirador de Hitler y Mussolini pero se unió con movimientos sindicales de izquierda y nació un "engendro" llamado peronismo, un proyecto de poder basado en la figura mesiánica del líder. Argentina, con un gran capital humano, altos niveles de educación e inmensas riquezas naturales terminó en un gigantesco fracaso. Y todavía el peronismo manda a 82 años de la irrupción pública de su creador. Hoy en la tierra de José de San Martín y de Lionel Messi, casi nadie se atreve a criticar a Perón, puede ser peligroso. ¡Simplemente increíble!
Y aquí, en la tierra de Bolívar, está a punto de repetirse la historia. El chavismo comienza como golpista, luego gana unas elecciones y a partir de ese momento se transforma en una "mafia" que secuestra las instituciones, pervierte el sistema democrático y se entroniza en el poder para "siempre". Ciudadanos, para librarnos de este trágico futuro, tendremos que hacer como Alemania que prohibió el partido nazi luego de que este llevase al país a su total destrucción, y emular a Japón que luego de la Segunda Guerra Mundial asumió la democracia y relegó a los militares al mando civil.
Los venezolanos queremos un cambio en paz, pero el chavismo está dispuesto a todo con tal de no soltar esta "golilla"; para ellos, hambre y sangre son aceptables. Yo solo digo: "Un hombre puede morir por su país, pero un país no puede morir por un hombre". ¡Será
Y aquí, en la tierra de Bolívar, está a punto de repetirse la historia. El chavismo comienza como golpista, luego gana unas elecciones y a partir de ese momento se transforma en una "mafia" que secuestra las instituciones, pervierte el sistema democrático y se entroniza en el poder para "siempre". Ciudadanos, para librarnos de este trágico futuro, tendremos que hacer como Alemania que prohibió el partido nazi luego de que este llevase al país a su total destrucción, y emular a Japón que luego de la Segunda Guerra Mundial asumió la democracia y relegó a los militares al mando civil.
Los venezolanos queremos un cambio en paz, pero el chavismo está dispuesto a todo con tal de no soltar esta "golilla"; para ellos, hambre y sangre son aceptables. Yo solo digo: "Un hombre puede morir por su país, pero un país no puede morir por un hombre". ¡Será
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