Por otra parte, el artículo pone el énfasis en debatir si Chávez está efectivamente enfermo o está sano, debate que mantienen vivo las informaciones que recogen y transmiten de buena fe, periodistas reputados como Bocaranda. La opinión de este Blog sigue siendo que hay mucho de patraña en la supuesta enfermedad terminal de Chávez y opiniones calificadas, como la del Dr. Muci-Mendoza, en artículo que también publicáramos en fecha anterior, dan pié para sostener con fundamento una duda razonable sobre tal carácter terminal. Igualmente, en los argumentos de la posición contraria, como los de Gerver, hay razones dignas de consideración en favor de su tesis. Sinembargo, mientras se debate en este aspecto, se pierde de vista que el interés de Fidel y Chávez es, precisamente, que se produzca ese debate, que subsista la duda, en fin, que el tema se mantenga vigente hasta el próximo 7 de octubre. Hay un párrafo en el lúcido artículo de Gerver donde afirma: "Tercero, las ausencias prolongadas y las noticias de su gravedad generan graves tensiones de todo tipo, en su partido, en la fuerza armada, en el país en general, acarreando un significativo riesgo para su gobierno y su liderazgo." Pero, si de eso se trata,...de crear tensiones y mantener en vilo al país..., aún cuando para ello Chávez tenga que dejar de asistir a la inauguración de varias bodegas... En cuanto al riesgo significativo, la experiencia en la aplicación de la estrategia de la enfermedad ha demostrado más bien que ha arrojado resultados favorables a Chávez, gracias no sólo a la "misión lástima" sino principalmente a la singular capacidad del tema de la supuesta o real enfermedad terminal, de mantenerse en el primer plano de la noticia y la actividad política por largos meses....
De resultar con algún mérito lo expuesto anteriormente, pareciera que la estrategia de la oposición democrática, de no utilizar la enfermedad del presidente como elemento de campaña, sigue siendo correcta. Igualmente, resultaría conveniente quitarle peso al debate sobre la supuesta o real enfermedad terminal de Chávez, ya que, de lo contrario, seguirá cumpliendo su papel de trapo rojo para mantener a Chávez, sin mayor esfuerzo, en el primer lugar de la atención del país hasta el momento mismo de las elecciones....Veremos...
De seguidas, el artículo indicado:
En: Recibido por email
Gerver Torres/ND
Bajo el titulo “EL tiro por la culata” Christian Burgazzi publicó recientemente un artículo rebatiendo a quienes creen que la enfermedad del Presidente Chavez es una simple estrategia electoral para ganar votos manipulando los sentimientos de piedad de los venezolanos. Misión lástima, la han llamado. Coincido plenamente con la argumentación de Christian. Quiero retomar los argumentos que él da y agregar otros, para insistir en que el presidente, efectivamente, debe estar muy enfermo para haber tenido el comportamiento que ha tenido durante el último año. Lo hago ahora cuando el anuncio de la inscripción de su candidatura en el CNE seguramente atizará esa discusión. Numero a continuación los argumentos. Primero, antes de declararse su enfermedad, la popularidad de Chávez estaba en las encuestas, más arriba de donde está hoy. O sea que, habiendo estado muy bien posicionado, habría inventado una jugada extrema con la cual arriesgaba esa posición por el resto de la campaña.
Segundo, Chavez lo que dice es que él está bien, no que está enfermo. Las encuestas dicen además, que la mayoría de la población cree efectivamente eso, que está sano. O sea, que Chávez estaría tratando de hacer creer que está enfermo mientras insiste en que está sano y además la estrategia le resultaría buena a pesar de que el mensaje que en verdad estaría tratando de pasar –de que está enfermo- no lo cree la mayoría. Uf, ¡qué estrategia tan complicada! Tercero, las ausencias prolongadas y las noticias de su gravedad generan graves tensiones de todo tipo, en su partido, en la fuerza armada, en el país en general, acarreando un significativo riesgo para su gobierno y su liderazgo. Chávez habría estado exponiendo durante largo tiempo su propia permanencia y estabilidad en el gobierno, para mantener o mejorar su opción electoral.
Cuarto, Chávez a quien no le gusta perderse ni la inauguración de una bodega habría decidido perderse acontecimientos significativos como la celebración del bicentenario de la independencia, el primero de Mayo o la cumbre de las Américas, para que la gente pensara que estaba enfermo, mientras él decía que no lo estaba. Quinto, a pesar de que la estrategia no le está dando resultados, permanece atado a ella y no hace campaña. Demasiado. La dirigencia de la oposición puede decidir, como hasta ahora lo ha hecho, no utilizar la enfermedad del presidente como elemento de campaña. Posiblemente ésa sea una decisión correcta. Lo que no puede es desconocerse esa realidad, porque es una de las variables más importantes que afectará las perspectivas de corto plazo del país.
Por último, no deja de ser una paradoja que algunos de quienes creen que el presidente es un mitómano consumado, ahora cuando dice que está sano, piensen que está diciendo la verdad.
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