Gustavo Coronel
31 Mayo, 2012
Hay algo peor aún. Quien es Hugo Chávez para estar regalando esa casa? La compró él? Esa casa era propiedad de Chávez? Fue construída con su dinero habido honestamente? Todos sabemos que no es así. Este hampón no es el dueño de esa casa. La nación es la dueña. Y si eso es así, como se atreve este hampón a regalársela a su fiel seguidora?
Que vaina es esa? Y que lo haga abiertamente, como diciendo: esto lo hago porque me sale del forro y yo soy el dueño de este país, que nadie diga nada y que nadie lo haya metido preso?
Hemos perdido la brújula. Ya nadie en Venezuela insurge contra el hamponato de Chávez. Y no es miedo. Es algo peor, es indiferencia, es vivalapepismo. Si Venezuela no puede crear una masa crítica ética y ciudadana que pueda desafiar abiertamente al gangsterismo chavista, se fué a la mierda. Si permitimos que un hampón, como Hugo Rafaél Chávez Frías haga de la nación su conuco, merecemos irnos al foso del planeta, donde ya estamos llegando, junto a Haití y naciones africanas. Vean las estadísticas.
Digo que perdimos la brújula porque en paralelo a esta noticia existe una opinion de alguien opuesto a Chávez que dice simplemente: “su voto es secreto. Agarre lo que le den y vote en contra de Chávez”. Ese “agarren lo que le den” es la santificación de la vagabundería. Aún en su buena intención quien así habla está validando un sistema perverso, está haciéndole el juego al hampón.
Hay que tomar conciencia de que, si seguimos por este camino, vamos directo al desastre, con o sin Chávez. Lo que nos ha sucedido es que nos hemos mediocrizado y envilecido. Tendremos tiempo de rectificar el rumbo? No lo sé. Pero a mi me importa, a pesar de que a mi edad ya pudiera desentenderme.
Nunca dejemos que la marabunta ignorante nos capture el alma. Hay que luchar, hay que mantener los principios.
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