ND.- El periodista y columnista de ND, Enrique Meléndez, nos hace llegar la entrevista completa que le hizo al Monseñor Robert Lückert y que apareció públicada el pasado domingo en La Razón.
Roberto Luckert: Misiones aumentan la flojera en el país
por Enrique Meléndez
Monseñor Roberto Luckert opina que todo lo relacionado con la tragedia de Amuay en el estado Falcón va a quedar en una “caja negra”. Nunca se sabrá lo que, realmente, pasó allí.
Por otra parte, hace ver que los daños causados por la explosión, si bien Pdvsa los ha intentado reparar, no obstante, lo ha hecho de una manera muy desventajosa para la víctimas, y lo que ha generado muchas quejas por parte de la comunidad.
Sobre este y otros temas monseñor Luckert habló largamente con La Razón:
¿Pdvsa y el gobierno nacional les han cumplido a las víctimas de Amuay? ¿Se les ha indemnizado, se les ha dado vivienda, etc?
“Yo por lo que sé, es que hay muchas quejas de parte de los jóvenes. El gobierno ha intentado reparar algunas casas; pero al gusto de Pdvsa; verbigracia, a una casa que la explosión le voló la platabanda, ahora le quieren poner asbesto. De modo que hay protestas por parte de la comunidad por la forma como Pdvsa está intentando retribuir los efectos de la explosión a los damnificados. La queja es de parte de la comunidad; pero también la he escuchado en los medios”.
¿A estas alturas ya se sabe cuáles fueron las causas reales de esa tragedia? ¿Se ha castigado a los culpables?
“Eso va a quedar en un caja negra. Eso no vamos a saber qué pasó allí. Lo que se percibió a raíz de la tragedia es que el gobierno y Pdvsa quisieron minimizar este hecho. Tanto es así que al arzobispo lo llamaron mentiroso, lo llamaron desestabilizador. El señor ministro, el jeque Ramírez, dijo que era una infamia denunciar que había habido un escape de gas. Después me dieron la razón.
“Los propios dirigentes del gobierno emitieron juicios en el sentido de que en Amuay siempre había un olor a gas. Fue cuando yo dije que ni el presidente Chávez, ni Jaua, ni Ramírez viven en Paraguaná. Que les pregunten a los vecinos de Paraguaná si había o no un escape de gas. El escape de gas siempre existió, y producto de ese escape de gas fue la explosión”.
¿Fue una decisión positiva haber sacado a los presos de la antigua cárcel de Coro? ¿Se hizo de la mejor manera?
“Nos alivió un problema; pues cuando el ministro del interior era don Luis Miquilena tuvimos una reunión de trabajo allá en su despacho, el que fue gobernador Jesús Montilla, el alcalde Rafael Pineda y el servidor, y en esa ocasión se planteó la necesidad de sacar esa cárcel de Coro. Porque cualquier problema que había allí se paralizaba el centro de la ciudad.
“En ese sector está la gobernación, está la sede Diocesana, está el Ateneo, y está un preescolar, precisamente, al lado de la Cárcel. De modo que todo se paralizaba cuando había un conflicto, y eso era lo que planteaba la necesidad de sacar esa cárcel de allí. Entonces nos dijo don Luis que para ese momento no se podía tomar esa medida, porque no había recursos para construir una nueva sede,
“La nueva cárcel de Coro ya está construida; aun cuando, a esta altura, una cárcel que está diseñada para 900 presos, ya la tienen saturada, más de 1 mil 500 presos se registran ya; con posibilidades de hacinamiento, donde se ven a cinco presos en una celda”.
¿Cómo se explica usted que los llamados `pranes` sean los que manden en las cárceles, y hasta cuenten con mejores armamentos que sus custodios civiles y de la Guardia Nacional?
“Eso es lo que me tiene que responder a mí la ministra de las cárceles; que cuando vino a Coro minimizó el asunto. Ella me tiene que responder a mí, al pueblo coriano y al pueblo venezolano, como ingresan esas armas, y como un pran tiene en su poder elementos explosivos de alta peligrosidad; que eso sólo los usa el gobierno como armas de guerra. Aquí en la cárcel de Coro los tenían.
“Desde hace más de ocho años nosotros nos hemos dedicado a trabajar en este recinto penitenciario. La Cárcel de Coro era modelo en su tipo. Pregunte por un informe que hicieron los cubanos, cuando vinieron a visitar las cárceles de Venezuela. Aquí en nuestro estado tuvieron que comer en mi casa. Ponlo en el periódico: los señores que vinieron de Cuba, a evaluar las cárceles en este país, almorzaron en mi casa, porque en Coro no hubo quien los atendiera por parte del gobierno regional y chavista.
“Ellos se fueron admirados al ver que una cárcel tan precaria desde el punto de vista de su estructura se observaba como una cárcel, relativamente, modelo. Ahí los muchachos estudiaban, sacaban su bachillerato; algunos llegaban hasta la universidad. Ahí tenían talleres. La ministra dice que el arzobispo de Coro entró en esa cárcel con un pañuelo en la nariz, y, no obstante, éste resolvió varios problemas de ese recinto relacionados con aguas negras; techos de algunos lugares de trabajo; pabellones y muchas otras cosas.
“Esto significa, que el problema de las cárceles lo perdió el gobierno hace ocho años. Le entregó la cárcel a los pranes. El gobierno no tiene autoridad en las cárceles, y quienes la han asumido han sido los pranes. Tanto es así que los guardianes civiles, que son los que le garantizan la seguridad a los presos dentro de la cárcel, tuvieron que sacar los escritorios para la Plaza Sucre, y trabajar afuera, porque no le garantizaban la vida a ellos, es decir, a los propios representantes del Ministerio de Interior y Justicia.
“De modo que el gobierno fracasó ante este problema; perdió la pelea con los “pranes”. La prueba está en que el gobierno tiene que hablar y pactar con ellos, para resolver situaciones de amotinamiento o de anarquía generalizada”.
¿Cómo se explica el caso de una modelo de la TV, que está implicada en el fuga del pran de Tocorón; pero sus fiadores son los dirigentes del partido Podemos, vinculado al gobierno?
“Eso es una manera muy plástica de asumir la acusación que hizo Aponte Aponte, y quien dijo que la justicia en este país era como la plastilina. Yo lo ví. Yo no creo que esa muchacha esté implicada en eso. Ella iba a las cárceles a presentar su show, y si los gafos de la Guardia Nacional se distrajeron viéndola a ella, mientras los presos se fugaban, allá ellos. Es decir, yo no creo que ella tenga la culpa. De todas maneras si está implicada en un problema de justicia, es una cosa muy extraña que más pronto que tarde le den casa por cárcel, y la fianza la esté pagando una organización política.
“De modo que aquí no deja de tener razón Aponte Aponte, pues para que le dieran casa por cárcel a la jueza Afiuini, hubo que hacer muchas presiones. Por decirte algo. Se rasgan las vestiduras, y rompen relaciones con un país amigo, como es Paraguay, por el caso del presidente Lugo; alegando que a este señor lo eligió el pueblo, y que no podía ser sustituido.
Me pregunto: ¿al diputado Mazuco, quién lo eligió? ¡Lo eligió el pueblo! Fue el diputado más votado; sin embargo, a los quince días la Asamblea Nacional (AN) le quita a Mazuco lo que el pueblo le dio. Lo que es bueno para la pava, es bueno para el pavo. Si ellos se escandalizan porque, constitucionalmente, a Lugo lo sacaron del juego, las mismas razones están presentes en el caso Mazuco. A éste también lo eligió una amplia mayoría del pueblo”.
¿Qué piensa sobre el CNE y las elecciones presidenciales, que se realizaron semanas atrás? ¿Hugo elecciones limpias y transparentes el pasado 7 de octubre?
“Yo sí creo, a pesar de estos chanchullos que veo que están haciendo, en el CNE. Lo que pasó aquí es que el gobierno tenía más dinero que la oposición. Aquí se gastó mucho dinero en movilización. Aquí se trasladó a mucha gente, y a la que mandaron a votar a partir de las 2:00 de la tarde. Porque a mí me consta: aquí estuvieron taxis pagados, que estuvieron carreteando a madres del barrio que tenían que ir, obligatoriamente, a votar”.
¿Está de acuerdo, en ese sentido, con el señalamiento que se hace de que el gobierno se valió de la coacción hacia los beneficiarios de las misiones sociales, para que votaran a favor del jefe de Estado, especialmente, en la llamada “operación remolque”, en la que el propio gobierno admite haber llevado más de 3 millones de votantes a las mesas?
“Eso yo no lo pongo en duda; porque tengo la certeza, corroborada por un taxista amigo`, que me dijo que se había ganado 1 mil 800 bolívares desde las 2:00 de la tarde hasta las 7:00 de la noche carreteando `madres del barrio` para que fueran a votar”.
¿Es correcto que el jefe de Estado designe a dedo sus candidatos a las gobernaciones, sin importar que estén vinculados o no con las regiones, que van a gobernar, y en contraposición con los llamados liderazgos regionales? En ese sentido, ¿estamos retrocediendo?
“Eso es un atropello a la Constitución y al reglamento del Consejo Nacional Electoral, que exigen que los candidatos tengan vida, domicilio, en el lugar en donde van a ser electos a cargos de representación. Los candidatos que está imponiendo el señor presidente no viven allí. Ni son de allí. Aquí hay un atropello a la normativa del CNE; sobre todo, una manipulación del CNE que se ve que no está al servicio del pueblo democrático, sino que parece que sus rectores fueran como funcionarios del gobierno”.
¿No considera usted que con el tratamiento que se le está dando a las misiones sociales, en lugar de dignificar a los seres humanos se les está convirtiendo en seres dependientes del Estado e improductivos?
“Acuérdate que nosotros los venezolanos por razones genéticas tenemos la flojera como parte de nuestra idiosincrasia. Esas misiones, llevándolas como lo están haciendo, lo que están es aumentando la flojera en el país. Tenemos que copiarnos el ejemplo de lo que ocurrió en Alemania y en Japón después de la II Guerra Mundial. Esos países, que quedaron destruidos, crecieron a los pocos años a punta de esfuerzo y de trabajo.
“Yo creo que dando limosnas, y haciendo un país de limosneros, no creo que vamos a edificar un ejemplo de progreso; un Estado modelo para la América Latina y el mundo. Aquí lo que tenemos que mejorar es la educación, y darle el instrumento del trabajo al pueblo venezolano, para que se gane con el sudor de su frente el pan que se come todos los días, y no que sea un limosnero del gobierno”.
¿Qué opina del repentino salto que dio el ex gobernador del estado Falcón, Aldo Cermeño, a favor de la opción del presidente Chávez? Al parecer vienen otros saltos similares de la oposición hacia el gobierno.
“Eso me dejó asombrado, cuando lo supe. Yo no lo quería creer, tomando en cuenta que el doctor Cermeño ha hecho una gran carrera política aquí en Coro; particularmente, en Copei. Fue un hombre creíble; un hombre que se ocupó de todas las comunidades, con mucho prestigio político. Al haber hecho eso, ciertamente, nos asombró a todos. Además, después se puso, lamentablemente, a despotricar de nosotros, y a decir y a llamarnos bachacos.
“Yo me siento muy orgulloso de ser bachaco. El señor Cermeño opina que los adecos y los copeyanos son unos bachacos. Pues yo me siento muy orgulloso de ser bachaco. Porque el bachaco es trabajador; el bachaco es organizado; el bachaco representa la jerarquía y el bachaco es peligroso”.
¿A pesar de las objeciones al sistema electoral y el ventajismo oficial; los venezolanos deben acudir, masivamente, a votar en las elecciones regionales?
“Por supuesto, la única arma que tenemos los venezolanos demócratas; los que creemos en la democracia y en la libertad, es el arma del sufragio. No podemos entregarle las gobernaciones en bandeja de plata al gobierno, como se le entregó en otra época la AN. El pueblo venezolano demócrata debe, obligatoriamente, ir a votar el próximo 16 de diciembre; como un regalo de navidad a esta Venezuela, que nos necesita a todos y, por supuesto, también recordarle al presidente Chávez que él es el primer magistrado de todos los venezolanos, y no sólo el del PSUV.
“En la muy satanizada IV República, cuando un adeco o un copeyano era elegido presidente dejaba de tener obligatoriedad con su partido de origen. Porque se trataba del presidente de todos los venezolanos. Me parece que el señor Chávez y su equipo se están olvidando que ellos no gobiernan sino a Venezuela; no al PSUV”.
¿Han mejorado las relaciones entre la iglesia y la “revolución bolivariana”, luego de las reuniones realizadas con Jaua, Maduro y el ex vicepresidente Rangel?
“Yo sí creo que hay puentes, que ellos habían cortado, y que se han vuelto a restituir. Porque por razones estatutarias, nosotros los obispos, cuando nos reunimos dos veces al año, tenemos un espacio para el ministro de Interior y Justicia, y hasta entonces eso se cumplía. Pero en los últimos años se les invita, se les manda una correspondencia con tiempo; se le abre un espacio.
“No obstante, la última figura del gobierno que acudió fue don Luis Miquilena, y, luego, intentaron mandarnos a un segundón; pero se lo rechazamos, argumentando nosotros que nos entendíamos con el dueño del circo, mas no con los payasos.
Esa reunión con el ministro es a puertas cerradas. Allí no entra la prensa. Las cosas que se hablan en esas reuniones no trascienden. Lo que buscamos por esta vía es ponernos al servicio de Venezuela; apoyar al Ejecutivo en las causas justas.”.
¿Le sugirieron a usted que moderara sus críticas hacia el gobierno, luego de la recomposición de las relaciones entre la iglesia y la “revolución bolivariana”?
“No, porque a mi no me pueden mandar a callar la boca. Yo no hago campaña contra el gobierno. Yo expreso lo que siento como venezolano. Me siento obligado a decirlo, porque no quiero ser un perro mudo. Entre los grandes problemas del país, yo tengo la obligación de hablar, y decir las cosas que hay que corregir. Porque yo no quiero que Venezuela se convierta en Cuba.
“La juventud cubana carece de ilusiones, no tiene esperanzas. Prefiere lanzarse al mar caribe, para que se los coman los tiburones, que vivir en su país. Yo no quiero eso para Venezuela. Yo quiero que vivamos en democracia. Nos digamos las cosas. Que haya un diálogo constructivo entre oposición y gobierno. Pero no podernos callarnos la boca. Yo no me someto a ser un perro mudo”.
¿Ha tenido usted oportunidad de conversar con el Santo Padre sobre la situación venezolana? ¿Desde cuándo no lo recibe Benedicto XVI?
“Desde el año pasado; cuando me correspondió realizar la Visita Lmida, y así tuve 30 minutos de conversación con el Santo Padre”.
Como prelado, compenetrado con el pueblo, ¿ha percibido usted la existencia de un profundo sentimiento de frustración ante la imposibilidad de haberse logrado el cambio que los venezolanos esperaban el pasado 7 de octubre?
“La gente sintió como una especie de frustración; porque yo recuerdo que mi primer voto fue después de la caída de Pérez Jiménez en el año 1958. Allí vi un sentimiento alegre de parte de la gente. Recuerdo que frente a los centros de votación habían los cuartelitos; uno del gobierno y otro de la oposición, y cuando fui a tomar café, resulta que en el cuartelito de la oposición no había café; de modo que me fui a tomar café en el cuartelito del gobierno. Nosotros dimos una gran lección de civismo democrático el pasado 7 de octubre a Venezuela, a la América Latina y al mundo”.
¿Es válido que un miembro de la iglesia adopte p0osiciones políticas? ¿Cómo se explica que varios sacerdotes se declaren, abiertamente, chavistas, y hasta participen en actividades proselitistas de esa tendencia política?
“Eso no debe ser. Política es trabajar por el bien común. Esa es la mejor definición de la política. Por eso yo intervengo, y digo las cosas. Por lo de Amuay yo tenía que hablar; de la cárcel de Coro yo tenía que hablar. Pero yo no puedo ponerme como arzobispo, como sacerdote en mi iglesia o en mi parroquia una camisa roja o una camisa azul, en función de hacerle campaña política al gobierno o a la oposición. Eso yo no lo debo hacer.
“Recuerda que tú me llamas a mí padre. Eso quiere decir que yo puedo ser padre tanto del gobierno, como de la oposición. A mí nunca me han visto en Coro vociferando cosas contra el gobierno desde la iglesia. Me parece que eso es una torpeza de parte de algunos sacerdotes que militen, exageradamente, en una opción política; ya que con esta actitud ellos están rechazando a los feligreses que no comparten sus ideas”.
¿Qué es lo que le molesta de Chávez? ¿Ha hablado con él en alguna oportunidad?
“Pues, claro, yo me pongo bravo con él; pero entiendo que él es un líder. Eso no se le puede quitar. ¿Es histriónico? Sí lo es. Pero de que es un líder, es un líder. A mi me parece que el gran pecado de la oposición es que no se han medido con un hombre de la estatura del presidente Chávez; que tiene un diálogo con mucha audiencia entre las masas populares, y que, en efecto, tiene un acercamiento que pudiéramos considerar `religioso` (comillas a solicitud del entrevistado) con el pueblo de la base. Sí, yo he estado reunido con el presidente Chávez, pero, últimamente, no”.
El gobierno se ha sentido, profundamente, ofendido porque usted calificó a una de sus misiones, como “abre piernas”. ¿Qué opina al respecto? ¿Ratifica ese calificativo?
“El presidente de la república dijo ese día: `miren a este niña, tiene catorce años; tiene un bebé, y está preñada`. Aquí va la ´rabo de cochino´, pues con esto no está sino propiciando el embarazo precoz. El gran tormento que tenemos hoy en educación media es la cantidad de muchachitas de trece o catorce años que ya son madres. Esas pobres criaturas fracasan en sus estudios. El gobierno no puede propiciar eso. Eso fue lo que yo dije. Ah, pero se escandalizaron. Yo lo que hice fue poner en blanco y negro lo que hizo Chávez con la emisión del decreto de creación de esa misión de las madres del pueblo o los hijos de Venezuela”.
¿Continúa el gobierno aportando recursos para la educación católica en Venezuela?
“Claro que sí; porque el gobierno entiende que es un gran servicio que se le está prestando al país. Más de 700 muchachos que están bajo la protección de la iglesia. Si no contáramos con la ayuda del gobierno, nosotros no pudiéramos tener educación en los barrios, y la educación está muy costosa hoy en día”.
¿Qué opina sobre el repentino fallecimiento del ex sacerdote y rector de la Universidad Santa Rosa, Martín Zapata? ¿Es cierto, como el mismo lo manifestó en varias oportunidades, que la jerarquía eclesiástica le hizo la vida imposible por el hecho de apoyar al gobierno?
“No, eso es lo que dice él. Pero eso no fue así. Su problema fue de otra índole. El no se portó con transparencia en el caso de la universidad. Yo lamenté mucho su caso, porque lo llegué a apreciar. Me sorprendió la muerte tan repentina de este muchacho; por cierto, muy inteligente y muy bien preparado”.
Nos dicen que usted es un prelado muy querido por su pueblo, y tiene muchas anécdotas de su ejercicio pastoral en el Zulia y en Falcón. Nos cuenta el ex juez Lucas Rodríguez que en una oportunidad a usted se le averió su vehículo en la vía Lara-Zulia, y los jóvenes que lo auxiliaron no creían que usted era el obispo de Coro, porque en ese momento no portaba su sotana. ¿Eso es cierto?
“Eso es un cuento que me lo achacan a mí. Cierto no lo es, porque yo siempre ando con sotana o sino con cleryman, y el chiste como tal lo inventaron en Maracaibo, y me lo acomodan a mí, como otros muchos más”.
¿Quiénes son sus mejores amigos dentro de la “revolución bolivariana”?
“Creí que era José Vicente Rangel, creí que era Tarek. Aprendí a apreciar a Tarek, y me hice amigo de Tarek por teléfono, cuando lo atropellaron el día del llamado Carmonazo. Yo me indigné. Porque yo creo que por razones políticas no podemos atropellar a nadie. Hablamos muchas veces por teléfono, y luego se fue. En fin, no creo tener ahí muchos amigos. ¡Es que no se dejan querer!”.
¿Tuvo usted simpatías por AD y Copei como dicen algunos?
“¡Claro! Me siento orgulloso de haber sido fundador de la Juventud Revolucionaria Copeyana, cuando yo era un muchacho. Yo estudié con los padres jesuitas, y allí nos formaron, políticamente: Eduardo, Oswaldo, Manolo. Unos estudiamos con los jesuitas de Maracaibo y otros con los de Caracas o de Mérida. Claro que sí. Me siento feliz de haber tenido esa participación política”.
¿Cuánto tiempo tiene de ordenado como sacerdote y cuánto de haber sido consagrado como obispo?
“De cura tengo casi 46 años. Me ordené en el año 1966. De obispo tengo 26 años”.
¿Qué pueblo de Venezuela escogió para su descanso, una vez que le toque su retiro?
“Estoy escogiendo entre Coro y Maracaibo. Donde menos haga daño”.
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