ORIAN BRITO PEÑA| EL UNIVERSAL
sábado 24 de mayo de 2014 12:00 AM
El tema de la inmigración a raíz de la crisis política y social que enfrenta el país es cada vez más común en las conversaciones de los venezolanos. Muchas familias han tenido que separarse ante la desesperación que alberga particularmente a los jóvenes que sienten que no resisten un día más bajo la barbarie socialista que ha convertido a Venezuela en un país inseguro y económicamente insostenible.
Algunos tienen la suerte de planificar esa salida, ahorrar un poco de dinero, informarse sobre los procesos migratorios del país que escogen y si es posible, realizar visitas previas para determinar si el lugar pensado es realmente una garantía positiva del cambio. A pesar de lo difícil que significa empezar vida en otra nación, el elemento diferenciador que marcan los venezolanos, es que la mayoría que decide emigrar posee una carrera universitaria, sin embargo, no existe garantías de que puedan ejercerla en otras tierras.
Recientemente el diario El Universal, publicó un trabajo sobre el nivel educativo de los venezolanos que emigran particularmente a Estados Unidos, el texto citaba un informe realizado por Pew Hispanic Center que indicaba que "los venezolanos tienen el más alto nivel educativo entre los hispanos y los estadounidenses en general. Un 51% de ellos, con más de 25 años de edad, cuenta con una licenciatura o grado técnico (solo 15% se queda con un diploma de bachiller)...". Aunque la cifra es esperanzadora, la competencia es triple, porque desde múltiples naciones, algunas con mayor desarrollo educativo, llegan ciudadanos a Estados Unidos con el propósito de comenzar una nueva vida.
Otros pueden aventurarse, es decir, aplicar para estudiar alguna carrera o idioma, pero esta alternativa cada vez se hace más inviable por el cerco en materia de divisas que tiene a cientos de jóvenes venezolanos alrededor del mundo pasando necesidad ante la ausencia de recursos para mantenerse, cada vez más cercado el derecho a estudiar libremente.
La persecución es otro elemento que impulsa la emigración de los venezolanos, muchos salieron y seguirán huyendo a raíz de la escalada por erradicar la disidencia, especialmente contra estudiantes y dirigentes políticos. Algunos venezolanos piensan que es la opción más sencilla para poder establecerse en otras tierras, una mentira del tamaño de una catedral, ya que quien emigra por persecución política debe demostrarlo con diversas pruebas, ya que una amenaza o acoso no es causa probable para recurrir a esta instancia. La fuga de talentos se maneja dos direcciones, la de los venezolanos que marcarán la pauta para dejar el talento nacional posicionado y el compromiso de nuevas generaciones para mantener el nivel de competencia que en su momento fue referencia en Venezuela que requiere de mucho talento en diversas áreas para sacarla de la difícil crisis en la que está sumergida.
Algunos tienen la suerte de planificar esa salida, ahorrar un poco de dinero, informarse sobre los procesos migratorios del país que escogen y si es posible, realizar visitas previas para determinar si el lugar pensado es realmente una garantía positiva del cambio. A pesar de lo difícil que significa empezar vida en otra nación, el elemento diferenciador que marcan los venezolanos, es que la mayoría que decide emigrar posee una carrera universitaria, sin embargo, no existe garantías de que puedan ejercerla en otras tierras.
Recientemente el diario El Universal, publicó un trabajo sobre el nivel educativo de los venezolanos que emigran particularmente a Estados Unidos, el texto citaba un informe realizado por Pew Hispanic Center que indicaba que "los venezolanos tienen el más alto nivel educativo entre los hispanos y los estadounidenses en general. Un 51% de ellos, con más de 25 años de edad, cuenta con una licenciatura o grado técnico (solo 15% se queda con un diploma de bachiller)...". Aunque la cifra es esperanzadora, la competencia es triple, porque desde múltiples naciones, algunas con mayor desarrollo educativo, llegan ciudadanos a Estados Unidos con el propósito de comenzar una nueva vida.
Otros pueden aventurarse, es decir, aplicar para estudiar alguna carrera o idioma, pero esta alternativa cada vez se hace más inviable por el cerco en materia de divisas que tiene a cientos de jóvenes venezolanos alrededor del mundo pasando necesidad ante la ausencia de recursos para mantenerse, cada vez más cercado el derecho a estudiar libremente.
La persecución es otro elemento que impulsa la emigración de los venezolanos, muchos salieron y seguirán huyendo a raíz de la escalada por erradicar la disidencia, especialmente contra estudiantes y dirigentes políticos. Algunos venezolanos piensan que es la opción más sencilla para poder establecerse en otras tierras, una mentira del tamaño de una catedral, ya que quien emigra por persecución política debe demostrarlo con diversas pruebas, ya que una amenaza o acoso no es causa probable para recurrir a esta instancia. La fuga de talentos se maneja dos direcciones, la de los venezolanos que marcarán la pauta para dejar el talento nacional posicionado y el compromiso de nuevas generaciones para mantener el nivel de competencia que en su momento fue referencia en Venezuela que requiere de mucho talento en diversas áreas para sacarla de la difícil crisis en la que está sumergida.
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