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Henrique Capriles está seguro de que la verdadera “salida” es el camino más largo y lleno de obstáculos, que no es otro que el planteado en la Constitución, y eso pasa por la escogencia de los nuevos tres rectores del Consejo Nacional Electoral (CNE).
El gobernador de Miranda aseguró que está trabajando todos los días. En su trayecto hacia el mercado de Los Teques, donde lo esperaba la comunidad para una actividad, conversó, vía telefónica con PANORAMA, sobre la situación del país. Dijo que en el tema del diálogo la liberación del excomisario Iván Simonovis es fundamental.
—¿La gente se pregunta qué pasó con Capriles?, ¿por qué está de bajo perfil?
—De bajo perfil no, tú sabes cuál es la situación con los medios de comunicación, que han sido comprados y controlados por el Gobierno, otros medios que han sido presionados. En muchos medios, radio y televisión, la orden que han recibido, en mi caso, es censurarme. Me ha tocado lidiar con esa situación, seguro la persona contra quien ha caído la censura más grande en el último año ha sido sobre mí. Hay medios de comunicación donde no se me pregunta a mí directamente desde hace más de un año ya. Estoy haciendo el trabajo que hay que hacer, el trabajo presencial, que el medio simplemente sea una corneta que divulgue el mensaje. No he dejado de trabajar ni un día, mi vida está dedicada a servir a Venezuela. Siempre he creído que desde Miranda podemos mostrar nuestro proyecto de país que creemos que es posible.
—¿Su postura contra las protestas de alguna manera desinfló su capital político?
—No es un tema de capital político, ahí está nuestro trabajo, nuestro liderazgo y reconocimiento. El año pasado hubo casi cinco mil protestas, yo creo que hay distintos tipos de protesta y la protesta pacífica, constitucional, no solamente que es válida, legítima, después de tantos problemas que vive nuestro pueblo la gente tiene que expresarse, no puede quedarse callada, quedarse callado es resignarse al mal gobierno y al desastre que estamos viviendo. Mi planteamiento ha sido que lo político y lo social tienen que caminar juntos y hay que convertir todo el descontento por el caos económico y social, hay que convertirlo en una fuerza política.
Hay primero que lograr que la persona que está allá en el Zulia haciendo cola para comprar comida sepa que está haciendo cola porque se robaron 20 mil millones de dólares, que no hay dólares para las importaciones, que el Gobierno destruyó el aparato productivo nacional, que usted está en una cola por culpa de Maduro y su gobierno y no por un tema de una guerra económica. Yo creo que primero debes entrar al fondo, que los venezolanos asocien sus problemas con el Gobierno y después planteas las salidas políticas frente a la crisis, que están en la Constitución. Yo sí creo que el orden de los factores altera el producto, creo que es muy importante organizar ese descontento y convertirlo en una fuerza social, pero policlasista.
No hay cambio posible en el país sino entendemos que la mayoría de los venezolanos vive en los barrios y en los caseríos. El país que nosotros soñamos y queremos para Venezuela es aquel en el que la mayoría sea de clase media, pero la mayoría de ahorita no es de clase media. (...) el que vive en el barrio no solo quiere oír planteamientos políticos, quiere oír cómo vamos a hacer nosotros para generar empleo, cómo vamos a hacer para que aparezca la comida, creo que ahí ha habido un cortocircuito. Nosotros decimos que este país cambió el 14 de abril (de 2013) pero no podemos conformarnos con un 52%, si el proceso hubiese sido transparente, que nosotros decimos que esa fue la diferencia a nuestro favor, no se trata de que la diferencia sean cuatro o cinco puntos, sino que sean 20 puntos que te permitan en la situación actual que vive el país tener una base popular que te permita que el país sea gobernable.
—Le pregunto porque usted ha sido criticado por sectores radicales y pareciera que los radicales se lograron imponer durante estos meses, ¿qué pasó con la MUD?
—Yo no creo que los sectores radicales se han impuesto ni se vayan a imponer, qué es lo que pasa que el radicalismo está en el Gobierno, que hoy es gobernado desde el extremo, y un extremo de un lado necesita y alimenta el extremo del otro lado. ¿Al gobierno a quién le interesa tener en la palestra?, ¿por qué el gobierno nos censura a nosotros?, porque no es el mensaje que le interesa, el mensaje que le interesa es el del otro extremo que necesita. Ahí es donde yo veo la oportunidad de que en Venezuela triunfe la razón y no la fuerza. Y eso no es un camino corto, es un camino lleno de obstáculos que es más largo, pero es el que yo pienso que nos va a permitir salir de esta situación.
Esos sectores nunca estuvieron conmigo, ¡nunca!, las circunstancias les hicieron quedarse callados, cuidado con las redes porque sabemos que imperan laboratorios y yo creo que además es un grave error creer que a través de las redes se hace la política, porque la mayoría de los venezolanos no tiene acceso a las redes. Hay un grupo importante que lo utiliza para informarse pero no un tema de hacer política, yo lo que hago por las redes, ante la situación de censura que impera sobre mí, es colocar opiniones y doy informaciones, pero mi trabajo político lo hago todos los días en la calle. Yo no sacaría conclusiones por ataques o que lo alaben a uno por ahí.
Yo creo en la política con P mayúscula. (...) El extremo nunca ha estado con nosotros y las primarias de hace unos años fueron un ejemplo, ahí hubo otros candidatos que representaban otros intereses y tuvieron una votación, 100 mil votos o 150 mil votos hacen ruido, y son muy activos en las redes sociales, muy activos en los medios de comunicación, tienen apoyos importantes y a pesar de todo eso yo sigo creyendo en la urgente necesidad de reunificar a todos los que queremos un cambio.
—Pero cree que ese capital de votos que usted obtuvo, ¿cree que los mantiene?
—Esas preguntas a título personal son muy yoístas y yo no soy yoísta. Yo creo que la mayoría de los venezolanos está en sintonía de que el cambio que queremos en Venezuela es pacífico, democrático y constitucional. El mejor ejemplo es el proceso del año pasado.
—Usted dice que el camino es largo, pero ¿cuál cree debe ser la verdadera salida?
—La salida está en la Constitución, ahí están claramente las alternativas que tenemos y para mí uno de los temas más importante que está planteado en lo político es el proceso de la escogencia del nuevo Consejo Nacional Electoral y la paz del país pasa por allí, porque al final todo va a ir a un proceso electoral. Si ves todas las alternativas que plantea la Constitución todas pasan por una elección.
—¿Qué pasó con el diálogo?
—Yo nunca plantee esto como un diálogo, lo dije públicamente que era un debate. Yo creo en el diálogo pero no puede ser una habladera. Debe estar unido a resultados, los planteamientos que se han hecho todos están en el marco de la Constitución, creo que el diálogo depende del Gobierno, son ellos los que han llevado al país a esta situación. El Gobierno pareciera que está subestimando la situación del país, no está viendo la gravedad. Ellos son los que deberían estar preocupados porque el diálogo se mantenga, deberían estar promoviendo que en el país se mantenga un clima de diálogo y comunicación y por lo visto hay una guerra entre ellos mismos de radicalismos extremos.
—¿La piedra de tranca fue Iván Simonovis o los “presos políticos”?
—No es que es la piedra de tranca, eso es un tema fundamental, porque para haber diálogo en un país no puede haber presos políticos. El caso de Simonovis toda Venezuela sabe que está preso como un trofeo para tratar de hacernos creer a los venezolanos que lo que ocurrió en abril (2002) están presos los responsables, cosa que es absolutamente falso. Simonovis va a cumplir 10 años preso, ya es hasta un sentido de humanidad, ¡la maldad no puede ser tan grande!
—¿Cuánto debe ceder el Gobierno para que exista una convivencia pacífica?
—No es un tema de ceder, ¿ceder en qué? cumplir la Constitución para mí no es ceder, lo que tiene es que respetar la Constitución y entender que en cualquier democracia si hay problemas la gente tiene derecho a expresarse, si la gente no puede expresarse a través de los medios de comunicación lo va a hacer en la calle.
—¿Y cuánto está dispuesta a ceder la oposición en sus condiciones para el diálogo?
—La oposición no ha puesto condiciones, ¿qué se planteó en la mesa para salir de la crisis?, no planteamos que Nicolás renuncie, eso no se le está planteando, se le ha planteado que suelten los presos políticos, amnistía para todos los estudiantes, que la mayoría de los que se han llevado se los llevan en cambote; que desarmen a grupos paramilitares, que publiquen la lista de las empresas que recibieron dólares.
—¿Una visita de Pietro Parolin lograría destrabar el diálogo?
—No lo sé, yo siento que el Gobierno se está burlando hasta del Papa, de la presidenta Dilma (Rousseff), del presidente Correa y de Santos, porque ahí están tres cancilleres que representan a sus gobiernos, que forman parte de Unasur.
—¿Por qué no se han apagado los focos de violencia?
—Mientras haya problemas en nuestro país va a seguir habiendo protestas. La protesta articulada con un fin político ya esa tiene otro planteamiento y mientras sea pacífica, en el marco de la Constitución es legítima y constitucional.
—Le pregunto por los focos de violencia, que en el Zulia se han focalizado en las universidades, especialmente Urbe...
—Una cosa es la protesta, otra es el vandalismo, el vandalismo desvirtúa la protesta. Los jóvenes que están en Urbe tengan mucho cuidado porque los focos de violencia que ha habido en el área metropolitana (de Caracas), es obvio que el Gobierno está detrás de eso. Está un contingente de la Guardia Nacional y llega un grupo y quema una caseta del Metro, y los guardias nacionales que estaban a 100 metros ven que eso está ocurriendo y no hacen nada.
—Usted hablaba de la censura mediática, ¿cuanto extraña la oposición el portaviones mediático?
—No es de extrañar, sino que hace mucho más desigual la lucha, el liderazgo no lo hemos construido en un canal de televisión sino en la calle, pero sin duda alguna la lucha es completamente desigual, no solo estás enfrentándote al aparato de los recursos y las instituciones del Estado, sino además a la propaganda política, en un país como el nuestro, de la televisión, que tiene tanta penetración.
—Mencionó que pronto vendrá al Zulia, ¿piensa recorrer de nuevo el país?
—Mi idea es que los días, pudiera ser sábados o domingos, visitar los estados. Esa es la idea que tengo y en cualquier momento arranco y estoy por allá. Hacer asambleas populares, meternos donde está la mayoría que sufre, ahí es donde debemos llevar nuestro mensaje, porque ahí no llegan las redes, ahí lo único que llega es la propaganda oficial, pero hay mucho descontento y ese descontento hay que convertirlo en un deseo de cambio.
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