Si Farmatodo es culpable de las colas ¿Bicentenario y Mercal también lo son? La orden de Maduro en contra de la cadena de tiendas puede terminar siendo cuchillo para su propia garganta. Termina de alejar la confianza -si es que la había- en las medidas que ha anunciado para emparejar la economía.
Por
Danny Leguízamo @DannyLeguizamo.-
El Presidente lee encuestas, especialmente las de Luis Vicente León, a quien considera un analista responsable. En ellas, Datanálisis –firma de la cual es directivo León- se refleja que la principal molestia del pueblo venezolano estriba en el asunto económico general, las colas y el desabastecimiento. Afirman los encuestados que no le creen el discurso a Maduro en el que hace responsable a los empresarios de una presunta guerra económica.
Flanqueado por Elías Jaua, Nicolás Maduro marcó a su nuevo enemigo en lo que denomina “la guerra económica”: La cadena de tiendas Farmatodo y sus dueños. El argumento: “Y metiéndole el ojo a los conspiradores… tengo varios conspiradores dueños de una cadena de tiendas presos en el Sebin. Le he pedido a la Fiscalía que aceleren todos los cargos para que vayan bien presos por estar saboteando con esa cadena de tiendas al pueblo venezolano. Ayer los agarramos con las manos en la masa. Una cadena de tiendas que sencillamente es punta de lanza de la conspiración. Ahora no me vengan ustedes con cuenticos que es culpa de los trabajadores”.
Pero Maduro no calculó el efecto de su mensaje. Acusar a los dueños de Farmatodo por las colas, es hacer responsables también a quienes administran Abastos Bicentenario, Pdval y Mercal. En esos establecimientos las colas son igual o peor de humillantes que en cadenas de tienda privadas, como Farmatodo. En Plaza Venezuela se hizo costumbre observar mareas humanas tratando de adquirir un producto de la cesta básica en Bicentenario, muy cerca del Sebin. Entonces el responsable de las colas en esos lugares es el propio gobierno, quien ha asumido el papel de empresario, juez y parte, porque haber “pedido” a la Fiscalía “acelerar todos los cargos” en contra de los directivos de Farmatodo, es admitir una vez más que no existen poderes que hagan contrapeso al Ejecutivo en Venezuela.
También es admitir que la guerra económica la tiene el gobierno contra la gente, porque las fotos que circulan por las redes sociales de centenares batallando –literalmente- contra la milicia y la GNB por alcanzar un paquete de harina de maíz en los operativos a cielo abierto, dan cuenta que ni el gobierno es capaz de controlar lo que denuncia, aún cuando sean ellos quienes estén a cargo de la administración de los mismos. Es su propia milicia, su misma gente que se le desborda en la calle.
Que transformen a Farmatodo en parte de la “Misión Alimentación” es cuchillo para la garganta de Maduro. Si las colas no cesan allí, si el fracaso sigue siendo el pan nuestro de cada día, no habrá modo alguno ni atajo retórico discursivo que pueda justificar un desaguisado de tal naturaleza, aún frente a la base más radical del Psuv.
Lo peor es que la decisión de Maduro termina de minar la poca confianza que había en el conjunto de medidas que había anunciado en los últimos días. ¿Qué empresario traerá dólares para venderlos en el llamado tercer mercado? ¿Entrarán los corredores de bolsa a operar? ¿Qué dirá el asesor del Bank Of America, Francisco Rodríguez?
El Presidente lee encuestas, especialmente las de Luis Vicente León, a quien considera un analista responsable. En ellas, Datanálisis –firma de la cual es directivo León- se refleja que la principal molestia del pueblo venezolano estriba en el asunto económico general, las colas y el desabastecimiento. Afirman los encuestados que no le creen el discurso a Maduro en el que hace responsable a los empresarios de una presunta guerra económica.
Flanqueado por Elías Jaua, Nicolás Maduro marcó a su nuevo enemigo en lo que denomina “la guerra económica”: La cadena de tiendas Farmatodo y sus dueños. El argumento: “Y metiéndole el ojo a los conspiradores… tengo varios conspiradores dueños de una cadena de tiendas presos en el Sebin. Le he pedido a la Fiscalía que aceleren todos los cargos para que vayan bien presos por estar saboteando con esa cadena de tiendas al pueblo venezolano. Ayer los agarramos con las manos en la masa. Una cadena de tiendas que sencillamente es punta de lanza de la conspiración. Ahora no me vengan ustedes con cuenticos que es culpa de los trabajadores”.
Pero Maduro no calculó el efecto de su mensaje. Acusar a los dueños de Farmatodo por las colas, es hacer responsables también a quienes administran Abastos Bicentenario, Pdval y Mercal. En esos establecimientos las colas son igual o peor de humillantes que en cadenas de tienda privadas, como Farmatodo. En Plaza Venezuela se hizo costumbre observar mareas humanas tratando de adquirir un producto de la cesta básica en Bicentenario, muy cerca del Sebin. Entonces el responsable de las colas en esos lugares es el propio gobierno, quien ha asumido el papel de empresario, juez y parte, porque haber “pedido” a la Fiscalía “acelerar todos los cargos” en contra de los directivos de Farmatodo, es admitir una vez más que no existen poderes que hagan contrapeso al Ejecutivo en Venezuela.
También es admitir que la guerra económica la tiene el gobierno contra la gente, porque las fotos que circulan por las redes sociales de centenares batallando –literalmente- contra la milicia y la GNB por alcanzar un paquete de harina de maíz en los operativos a cielo abierto, dan cuenta que ni el gobierno es capaz de controlar lo que denuncia, aún cuando sean ellos quienes estén a cargo de la administración de los mismos. Es su propia milicia, su misma gente que se le desborda en la calle.
Que transformen a Farmatodo en parte de la “Misión Alimentación” es cuchillo para la garganta de Maduro. Si las colas no cesan allí, si el fracaso sigue siendo el pan nuestro de cada día, no habrá modo alguno ni atajo retórico discursivo que pueda justificar un desaguisado de tal naturaleza, aún frente a la base más radical del Psuv.
Lo peor es que la decisión de Maduro termina de minar la poca confianza que había en el conjunto de medidas que había anunciado en los últimos días. ¿Qué empresario traerá dólares para venderlos en el llamado tercer mercado? ¿Entrarán los corredores de bolsa a operar? ¿Qué dirá el asesor del Bank Of America, Francisco Rodríguez?
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