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Ningún organismo estatal le paga la gasolina, el gas, ni el diésel que importa
En los últimos 15 años la deuda financiera de
Petróleos de Venezuela aumentó de un poco más de 3.000 millones de dólares a
principios de siglo, a 46.000 millones de dólares para el cierre del
2014.
Este monto no incluye deudas sensibles, como ocurrió con unas 70 empresas zulianas, que al carecer de recursos para cancelar vitales operaciones del Lago de Maracaibo optaron por intervenirlas y luego nacionalizarlas, sumas que aún no pagado.
Hay varios ejemplos similares, como los taladros estadounidenses que durante décadas operaban en el país, y ordenaron a los sindicatos afines que secuestraron los equipos para después alegar que eran necesarios para mantener las actividades de exploración.
Los montos de estas irregularidades cometidas tampoco están en la deuda financiera.
Tampoco sabemos si la industria petrolera paga el impuesto sobre la renta que debe cancelar por cada barril que extrae y que después exporta teniendo su ganancia correspondiente. Igual desconocimiento hay sobre las obligaciones con el Banco Central de Venezuela. También hay deudas importantes con el Banco del Tesoro, Banco Bicentenario y Banco de Venezuela.
Esta situación es caricaturesca, porque ningún ministerio ni institutos autónomos paga la gasolina a Pdvsa, ni tampoco le paga el Ministerio de Energía la electricidad consumida, y mucho menos los millones de barriles de diésel que importa.
Aunque se hace referencia en algunas ocasiones a emisiones que serán destinadas a las operaciones de producción, se desconoce el estatus actual de las líneas de crédito que ha firmado Citgo, garantizado por cuentas a cobrar, y en igual sentido con Naviera Conosur, Trocana World Inc, Tovan Development y Cerro Negro Finance.
Las líneas de crédito fueron firmadas con bancos internacionales para las operaciones de Petrolera Sinovensa, Petroboscan, Petroanzoátegui, PDV Marina, Pdvsa Naval, Pdvsa Industrial y Refinería Isla. En la mayoría de las negociaciones las líneas de crédito han sido aportadas por Credit Suize y Deutsche Bank.
A estas cifras se une la deuda pública externa de 44.461 millones de dólares; la deuda pública interna de 79.365 millones de dólares y otros 23.000 millones de dólares autorizados, que totalizan 146.000 millones de dólares.
Otra preocupación cercana para el 2015 es el pago del capital e intereses del servicio de la deuda interna y externa que es de 19.500 millones de dólares y las recaudaciones del Seniat no alcanzan para empezar.
Las exportaciones petroleras siempre han resuelto ese crónico problema nacional: se gasta más de lo que ingresa porque somos un país mono productor y los precios del petróleo están en el suelo.
Este monto no incluye deudas sensibles, como ocurrió con unas 70 empresas zulianas, que al carecer de recursos para cancelar vitales operaciones del Lago de Maracaibo optaron por intervenirlas y luego nacionalizarlas, sumas que aún no pagado.
Hay varios ejemplos similares, como los taladros estadounidenses que durante décadas operaban en el país, y ordenaron a los sindicatos afines que secuestraron los equipos para después alegar que eran necesarios para mantener las actividades de exploración.
Los montos de estas irregularidades cometidas tampoco están en la deuda financiera.
Tampoco sabemos si la industria petrolera paga el impuesto sobre la renta que debe cancelar por cada barril que extrae y que después exporta teniendo su ganancia correspondiente. Igual desconocimiento hay sobre las obligaciones con el Banco Central de Venezuela. También hay deudas importantes con el Banco del Tesoro, Banco Bicentenario y Banco de Venezuela.
Esta situación es caricaturesca, porque ningún ministerio ni institutos autónomos paga la gasolina a Pdvsa, ni tampoco le paga el Ministerio de Energía la electricidad consumida, y mucho menos los millones de barriles de diésel que importa.
Aunque se hace referencia en algunas ocasiones a emisiones que serán destinadas a las operaciones de producción, se desconoce el estatus actual de las líneas de crédito que ha firmado Citgo, garantizado por cuentas a cobrar, y en igual sentido con Naviera Conosur, Trocana World Inc, Tovan Development y Cerro Negro Finance.
Las líneas de crédito fueron firmadas con bancos internacionales para las operaciones de Petrolera Sinovensa, Petroboscan, Petroanzoátegui, PDV Marina, Pdvsa Naval, Pdvsa Industrial y Refinería Isla. En la mayoría de las negociaciones las líneas de crédito han sido aportadas por Credit Suize y Deutsche Bank.
A estas cifras se une la deuda pública externa de 44.461 millones de dólares; la deuda pública interna de 79.365 millones de dólares y otros 23.000 millones de dólares autorizados, que totalizan 146.000 millones de dólares.
Otra preocupación cercana para el 2015 es el pago del capital e intereses del servicio de la deuda interna y externa que es de 19.500 millones de dólares y las recaudaciones del Seniat no alcanzan para empezar.
Las exportaciones petroleras siempre han resuelto ese crónico problema nacional: se gasta más de lo que ingresa porque somos un país mono productor y los precios del petróleo están en el suelo.
Vía Tal Cual
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