Como sea en Carabobo

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Judith Sukerman

Esta semana en Carabobo hemos sido testigos de que el “como sea” no es exclusivo del chavismo.

Actuando de espaldas al compromiso histórico que se nos presenta a quienes en este momento tenemos posiciones políticas y de liderazgo, un grupo de dirigentes de partidos que no suman la mayoría en la MUD, truncando las expectativas ciudadanas de unidad, incumpliendo las normas internas de la mesa, en un acto irresponsable, designan un nuevo secretario ejecutivo sin que el cargo estuviera vacante, copiando casi al calco la actitud del régimen frente a la Asamblea Nacional.

Es bien sabido por los carabobeños que el Dr. Rubén Pérez Silva (quien tuvo un desempeño intachable y por cuya gestoría se obtuvo un contundente e indiscutible triunfo electoral) había indicado que estaría frente a la secretaria ejecutiva de la MUD Carabobo hasta lograrse la victoria en las elecciones parlamentarias y haciendo buena su palabra, sin haber renunciado, ha pedido a los partidos políticos que inicien el proceso para la designación de su sustituto cumpliendo con la normativa prevista y aceptada por todos los integrantes de la unidad.

Así las cosas, se iniciaron las postulaciones de personalidades para ocupar tan importante cargo. Todos los nombres presentados cumplen con la altura moral, los méritos académicos y cualidades personales suficientes para asumir esta trascendental misión. Pero de repente, sin que se hubiese logrado el consenso necesario, ni el número de votos suficiente, a la carrera, “como sea” un grupo declara haber elegido un nuevo secretario ejecutivo, procurando una absurda, inadmisible e incomprensible división.

Parece ser que la magnitud del triunfo todavía obnubila a algunos, que despojados de bases éticas, tratan de imponerse, demostrando que su compromiso con la unidad no es ni real, ni sincero. Con estas actitudes, les guste o no, el único sector favorecido es el chavismo.

La profunda crisis económica y social que azota el país reclama de sus dirigentes actitudes que sumen y no dividan, que sean ejemplo de rectitud, dignidad y responsabilidad y no todo lo contrario.

“La diferencia entre un político y un estadista es que el político piensa en las próximas elecciones y el estadista en las próximas generaciones”, esta frase atribuida a varios políticos, hoy más que nunca nos recuerda la importancia de tener lideres capaces de conducir a sus pueblos, que mantengan una mirada lúcida sobre el futuro y con más afán de trascender que de ganar la siguiente elección…. ¡cuánta falta nos hacen verdaderos estadistas!
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