NITU PÉREZ OSUNA | EL UNIVERSAL
miércoles 29 de febrero de 2012 03:19 PM
Algo muy grave debe estar pasando en el país para que se verifiquen, concurrentemente, tres circunstancias sin antecedentes en la era chavista: 1) el Presidente ya no fija la agenda política nacional, 2) su salud ya no es el único foco de atención pública y, 3) el deterioro de la estimación sobre la eficiencia del Estado no lo ha frenado el anuncio de la cirugía presidencial.
Lo primero denota un manejo opositor más inteligente y sorprendentemente una mala planificación de la sala situacional de Miraflores. De hecho, las reacciones erráticas que siguieron al anuncio de los tres millones de votantes hacían sospechar que, por primera vez, el árbol de decisiones no había contemplado lo sucedido. El retraso en la fijación de la nueva estrategia gubernamental frente a la histórica victoria interna de Capriles también traslució que algo tenía que estar pasando con el único que fija la línea chavista: el propio Hugo Chávez.
Unos días después afloró el asunto de su recaída ...es decir.... siempre estuvimos en lo correcto. El hombre tenía la cabeza puesta en otro lado.
El segundo punto es revelador ¿preocupación en cuanto a la salud presidencial? Sí, ...pero los problemas cotidianos son de tal envergadura que aquello ya no es el único foco de atracción de la opinión pública. El drama de Monagas, el demoledor problema de las finanzas públicas, los constantes problemas operativos de Pdvsa, las invasiones y la delincuencia con el moño suelto, también han reclamado atención de la opinión pública... y no le ha faltado.
Lo tercero es contundente. Antes, el simple anuncio de la enfermedad generó una tregua en el ánimo descontento de la gran mayoría de venezolanos... hoy el ambiente es radicalmente distinto. Ya no es un muro de contención, ni un colchón... sino apenas un redibujo del tono de la crítica a manera de consideración especial. Pero hasta ahí.
Lo cierto es que el asunto transmite la inminencia de muchos cambios.
Más escasez, más sobreprecio
Cloro, lavaplatos, desinfectante, jabón de panela, detergente, suavizante para ropa, jabón de baño, pañales, papel higiénico, desodorante, crema dental, champú, enjuague de cabello, afeitadoras, toallas sanitarias, compotas y agua, son algunos de los productos que no veremos más gracias al gobierno bolivariano de Hugo Chávez.
No vamos a rasgarnos las vestiduras y decir que todos los comerciantes son impolutos y que no especulan. En la viña del Señor hay de todo, honestos y deshonestos. Pero digamos toda la verdad. Quien anuncia esta imposición del precio de venta al público (PVP) hacia abajo, el vice Jaua, acompañado de sus amigos escarlatas, ¿cuál es la empresa que ha montado, cuál la industria que ha levantado?, porque lo que sabemos de este gobierno y sus funcionarios es que han destrozado y endeudado al país como ninguna otra administración en la historia de Venezuela.
Por otra parte, amigo lector, ¿dónde consigue usted el aceite, café, azúcar y la leche cuando escasean -que es casi siempre- sino con los buhoneros?
Estos trabajadores informales, que no pagan luz, aseo, alquiler, mucho menos IVA y otros impuestos, venden esos productos que no se encuentran en las cadenas de mercados, supermercados, pdvales y mercales, hasta en más del doble de su precio de venta al público. Pero a ellos no les cae el Seniat, ni el Indepabis.
Mientras más arriba en el barrio esté el Mercal, Mercalito o Pdevalito, más caro será el producto porque como sus dueños dicen: "Yo tengo que subirlos y eso tiene un precio que el consumidor me tiene que pagar". Las madres del barrio solo comentan: "Yo lo tengo que comprar a lo que me lo vendan, porque no tengo cómo bajar de este cerro".
Así son las cosas y ahora se pondrán peor cuando los productos de aseo personal y de limpieza comiencen a escasear y tengamos que pagar por ellos, el doble de su precio actual.
Lo primero denota un manejo opositor más inteligente y sorprendentemente una mala planificación de la sala situacional de Miraflores. De hecho, las reacciones erráticas que siguieron al anuncio de los tres millones de votantes hacían sospechar que, por primera vez, el árbol de decisiones no había contemplado lo sucedido. El retraso en la fijación de la nueva estrategia gubernamental frente a la histórica victoria interna de Capriles también traslució que algo tenía que estar pasando con el único que fija la línea chavista: el propio Hugo Chávez.
Unos días después afloró el asunto de su recaída ...es decir.... siempre estuvimos en lo correcto. El hombre tenía la cabeza puesta en otro lado.
El segundo punto es revelador ¿preocupación en cuanto a la salud presidencial? Sí, ...pero los problemas cotidianos son de tal envergadura que aquello ya no es el único foco de atracción de la opinión pública. El drama de Monagas, el demoledor problema de las finanzas públicas, los constantes problemas operativos de Pdvsa, las invasiones y la delincuencia con el moño suelto, también han reclamado atención de la opinión pública... y no le ha faltado.
Lo tercero es contundente. Antes, el simple anuncio de la enfermedad generó una tregua en el ánimo descontento de la gran mayoría de venezolanos... hoy el ambiente es radicalmente distinto. Ya no es un muro de contención, ni un colchón... sino apenas un redibujo del tono de la crítica a manera de consideración especial. Pero hasta ahí.
Lo cierto es que el asunto transmite la inminencia de muchos cambios.
Más escasez, más sobreprecio
Cloro, lavaplatos, desinfectante, jabón de panela, detergente, suavizante para ropa, jabón de baño, pañales, papel higiénico, desodorante, crema dental, champú, enjuague de cabello, afeitadoras, toallas sanitarias, compotas y agua, son algunos de los productos que no veremos más gracias al gobierno bolivariano de Hugo Chávez.
No vamos a rasgarnos las vestiduras y decir que todos los comerciantes son impolutos y que no especulan. En la viña del Señor hay de todo, honestos y deshonestos. Pero digamos toda la verdad. Quien anuncia esta imposición del precio de venta al público (PVP) hacia abajo, el vice Jaua, acompañado de sus amigos escarlatas, ¿cuál es la empresa que ha montado, cuál la industria que ha levantado?, porque lo que sabemos de este gobierno y sus funcionarios es que han destrozado y endeudado al país como ninguna otra administración en la historia de Venezuela.
Por otra parte, amigo lector, ¿dónde consigue usted el aceite, café, azúcar y la leche cuando escasean -que es casi siempre- sino con los buhoneros?
Estos trabajadores informales, que no pagan luz, aseo, alquiler, mucho menos IVA y otros impuestos, venden esos productos que no se encuentran en las cadenas de mercados, supermercados, pdvales y mercales, hasta en más del doble de su precio de venta al público. Pero a ellos no les cae el Seniat, ni el Indepabis.
Mientras más arriba en el barrio esté el Mercal, Mercalito o Pdevalito, más caro será el producto porque como sus dueños dicen: "Yo tengo que subirlos y eso tiene un precio que el consumidor me tiene que pagar". Las madres del barrio solo comentan: "Yo lo tengo que comprar a lo que me lo vendan, porque no tengo cómo bajar de este cerro".
Así son las cosas y ahora se pondrán peor cuando los productos de aseo personal y de limpieza comiencen a escasear y tengamos que pagar por ellos, el doble de su precio actual.
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