Cira Romero Barboza
La estrategia oficial de descalificar el resultado de las elecciones primarias de la alternativa democrática venezolana, por simple y elemental, pareciera estar orientada a los ingenuos, pues es demasiado obvia para el resto de los mortales. Sus contenidos son: poner en duda la asistencia masiva de más de 3 millones de personas, a expresar su apoyo por el candidato unitario; activar al TSJ –con los peones que siempre usan y pagan - para solicitar la NO destrucción de los cuadernos electorales que identifican a los ciudadanos que sufragaron; descalificar a los demócratas con epítetos y adjetivos que por necios ni merecen comentarios; colocarse como triunfador, tratando de aparentar que la actuación ciudadana no significa algo muy importante; entrenar a los voceros de siempre a repetir como loros el mandado; agredir y asustar, cual es la táctica de siempre.
La actuación del TSJ, merece un comentario especial. El compromiso de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), fue garantizar a los electores el cumplimiento del Artículo 60 de la Constitución Nacional: “Toda persona tiene derecho a la protección de su honor, vida privada, intimidad, propia imagen, confidencialidad y reputación”. Dada la terrible experiencia inconstitucional, inhumana, negación absoluta del derecho a la libertad, discriminatorio y execrable, que significó la Lista Tascón, cuando a consecuencia de actuar libre y democráticamente, fue creado un “apartheid político” que dejó a miles de personas sin trabajo, vejadas, contratos con el Estado cancelados y hasta prohibición de entrar a oficinas públicas, si el ciudadano en cuestión había suscrito la petición de activar un Referéndum Revocatorio al ciudadano Presidente- Derecho consagrado en la Constitución-, la MUD garantizó a los ciudadanos venezolanos el cumplimiento del artículo 60 es decir, la preservación de su intimidad y la confidencialidad, lo cual fue informado al CNE y al país. Como parte de las reglas para las primarias: no serían usadas capta-huellas, serían quemados en 48 horas los cuadernos que identificaban a los electores, y mancharse el dedo era opcional.
Cuando el perdedor Velázquez, con todo el apoyo institucional del TSJ, pide la medida cautelar de NO quemar los cuadernos por una supuesta solicitud de reconteo de Votos, tal petición es absurda e ilógica, como lo es la decisión del TSJ. Para recontar votos, lo que se requiere es la urna con las papeletas de votación y las Actas de las mesas del Municipio Bruzual. No se requiere, en absoluto, la lista de los nombre de los electores y muchísimo menos las de los electores en todo el país. Es público y notorio que la intención del susodicho y la decisión del TSJ violaría el Derecho a la intimidad y a la confidencialidad. Demasiada obvia la tramoya para que no sea evidente el objetivo.
Haber cumplido lo ofrecido, por parte del MUD, merece el reconocimiento no sólo de todo el país, sino muy especialmente de los empleados públicos y militares activos que asumiendo altos riesgos actuaron conforme a su conciencia. ¡Viva Venezuela sin miedo! //SVR
No comments:
Post a Comment