ROMER A. ROMERO-MARTÍNEZ | EL UNIVERSAL
jueves 20 de diciembre de 2012 12:00 AM
"Toda autoridad usurpada es Ineficaz y sus actos son nulos"
Artículo 350 Constitucional. "El pueblo de Venezuela, fiel a su tradición republicana, a su lucha por la independencia, la paz y la libertad, desconocerá cualquier régimen, legislación o autoridad que contraríe los valores, principios y garantías democráticos o menoscabe los derechos humanos".
No hay dictadura transparente; ni dictador que muera de cáncer mientras subyuga conciencias con dineros petroleros. Tampoco hay dictadura que no dialogue subrepticiamente con los colaboracionistas. O caballos de Troya que no se mezclen con el contrario, en una suerte de juegos de inteligencia y contrainteligencia.
El dictador pareciera distribuir el erario nacional de la siguiente manera: parte para los que se arrodillan dócilmente; otra alícuota para los infiltrados en el otro bando; una tajada muy suculenta para él y los 2 asesinos proxenetas Castro brothers. Y, finalmente, una fracción para los 2 del gatopardismo político y para el del puente; es decir, el canario tal cual lo describe Cicerón.
Estos 3 últimos presuntamente coadyuvaron la trampa del revolcatorio de 2004, cuando unos "notables" oportunistas engañaron a demócratas –ni enterados de la dictadura en ciernes- luego de haber sido colusionados con más facilidad que el arrollamiento del centinela por parte de un "bachaquero" maracucho. Quizás los 3 estuvieron detrás de la decisión de no participar en las parlamentarias de 2005, vía el convencimiento de que se dañaría la imagen internacional del dictador. Ello, en razón de que siempre lo han "vendido" como más demócrata que un danés; y todos cayeron por inocentes... sin ser 28 de diciembre. También complicaron a Rosales en 2006, a quien obligaron a declararse perdidoso, intempestivamente.
Los 3 como que planearon la inexistente enfermedad del dictador; con mucha antelación, porque se estaban jugando su futura presencia política y jurídica, sin trajes de cebra o requerimientos a Interpol. Así las cosas, le inventaron un cáncer catastrófico, cuya escenificación ya debe haber sustraído puniblemente más de 8 o 9 mil millones de dólares del pueblo. Seguidamente, crearon la misión "Lastima I", con posible concertación con opositores, a los fines de que el 7-O ocurriese una remembranza del derrotismo rosalista; esta vez bajo un manto temporalmente divino. Los MUDos hicieron caso omiso, como si la situación no ameritase -tan siquiera- una timorata manifestación de repudio, por lo menos para congraciarse con la masiva asistencia electorera de entonces. En consecuencia, la oposición probablemente percibió por primera vez que nada cambiará-en-dictadura por vía electoral/CNE, independientemente de que haya participación o abstención. ¡Así es, my dearest friends! Además, ya los sacrificados estaban en cocción: UNT, AD, Copei, PV y Andrés Velásquez.
Timely, el dictador recayó en su sedicente enfermedad y volvió donde los cubanos, se regresó y volvió a irse, todo bajo la égida opositora colaboracionista y en la mayor MUDez posible. Llegó diciembre y los 3 mosqueteros, los "hunos" y los otros aperturaron la Misión "Lástima II", quizás con la finalidad de vocear al lumpen que –ante la ausencia del comediante- quedaban los discípulos para continuar la regaladera y la tramposería.
El pasado domingo pareciera que todo se puso "dojo-dojito". Los pastores troyanos crepusculares contentos con la reelección consentida anticipadamente. ¿Y el reelecto del canario? ¡Feliz porque le cumplieron! Como para no hacer la traición muy evidente, esta vez el MUDo mayor sí salió a reclamar que (parafraseado) "... no aceptarán los resultados del CNE hasta que no hayan sacado sus cuentas...". ¡Yes, right!
De lo antes se debiera impretermitiblemente concluir que los dictatoriados están complicitados con los colaboracionistas, la MUD debiera desaparecer y el dictador jamás saldrá derrotado en elecciones del CNE.
El 350 y la calle son constitucionales y únicas salidas al castrocomunismo.
Artículo 350 Constitucional. "El pueblo de Venezuela, fiel a su tradición republicana, a su lucha por la independencia, la paz y la libertad, desconocerá cualquier régimen, legislación o autoridad que contraríe los valores, principios y garantías democráticos o menoscabe los derechos humanos".
No hay dictadura transparente; ni dictador que muera de cáncer mientras subyuga conciencias con dineros petroleros. Tampoco hay dictadura que no dialogue subrepticiamente con los colaboracionistas. O caballos de Troya que no se mezclen con el contrario, en una suerte de juegos de inteligencia y contrainteligencia.
El dictador pareciera distribuir el erario nacional de la siguiente manera: parte para los que se arrodillan dócilmente; otra alícuota para los infiltrados en el otro bando; una tajada muy suculenta para él y los 2 asesinos proxenetas Castro brothers. Y, finalmente, una fracción para los 2 del gatopardismo político y para el del puente; es decir, el canario tal cual lo describe Cicerón.
Estos 3 últimos presuntamente coadyuvaron la trampa del revolcatorio de 2004, cuando unos "notables" oportunistas engañaron a demócratas –ni enterados de la dictadura en ciernes- luego de haber sido colusionados con más facilidad que el arrollamiento del centinela por parte de un "bachaquero" maracucho. Quizás los 3 estuvieron detrás de la decisión de no participar en las parlamentarias de 2005, vía el convencimiento de que se dañaría la imagen internacional del dictador. Ello, en razón de que siempre lo han "vendido" como más demócrata que un danés; y todos cayeron por inocentes... sin ser 28 de diciembre. También complicaron a Rosales en 2006, a quien obligaron a declararse perdidoso, intempestivamente.
Los 3 como que planearon la inexistente enfermedad del dictador; con mucha antelación, porque se estaban jugando su futura presencia política y jurídica, sin trajes de cebra o requerimientos a Interpol. Así las cosas, le inventaron un cáncer catastrófico, cuya escenificación ya debe haber sustraído puniblemente más de 8 o 9 mil millones de dólares del pueblo. Seguidamente, crearon la misión "Lastima I", con posible concertación con opositores, a los fines de que el 7-O ocurriese una remembranza del derrotismo rosalista; esta vez bajo un manto temporalmente divino. Los MUDos hicieron caso omiso, como si la situación no ameritase -tan siquiera- una timorata manifestación de repudio, por lo menos para congraciarse con la masiva asistencia electorera de entonces. En consecuencia, la oposición probablemente percibió por primera vez que nada cambiará-en-dictadura por vía electoral/CNE, independientemente de que haya participación o abstención. ¡Así es, my dearest friends! Además, ya los sacrificados estaban en cocción: UNT, AD, Copei, PV y Andrés Velásquez.
Timely, el dictador recayó en su sedicente enfermedad y volvió donde los cubanos, se regresó y volvió a irse, todo bajo la égida opositora colaboracionista y en la mayor MUDez posible. Llegó diciembre y los 3 mosqueteros, los "hunos" y los otros aperturaron la Misión "Lástima II", quizás con la finalidad de vocear al lumpen que –ante la ausencia del comediante- quedaban los discípulos para continuar la regaladera y la tramposería.
El pasado domingo pareciera que todo se puso "dojo-dojito". Los pastores troyanos crepusculares contentos con la reelección consentida anticipadamente. ¿Y el reelecto del canario? ¡Feliz porque le cumplieron! Como para no hacer la traición muy evidente, esta vez el MUDo mayor sí salió a reclamar que (parafraseado) "... no aceptarán los resultados del CNE hasta que no hayan sacado sus cuentas...". ¡Yes, right!
De lo antes se debiera impretermitiblemente concluir que los dictatoriados están complicitados con los colaboracionistas, la MUD debiera desaparecer y el dictador jamás saldrá derrotado en elecciones del CNE.
El 350 y la calle son constitucionales y únicas salidas al castrocomunismo.
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