Pablo Aure
El país está demasiado movido para apartarse de las redes sociales y dejar de escribir la columna ¡Hasta cuándo! hoy es 24 de diciembre, día del nacimiento de nuestro Niño Dios. Los venezolanos tenemos la mirada y la mente puestas, no obstante, en Cuba, cuyo gobierno es ateo. Bueno, en realidad no propiamente por la isla, sino por el paciente que se encuentra allá desde hace un par de semanas.
Les confieso que cada vez que escucho algún comentario sobre la salud de Hugo Chávez no sé por qué razón me viene a la memoria aquella canción que cantaba Memo Morales con la Billos Caracas boys, que decía: “Ya yo estoy cansado, ya yo estoy hastiado de tantos rumores… rumores que van, rumores que vienen, cada vez peores…rumores que son en realidad ¡Ay! Puras mentiras”.
El secretismo con que se ha manejado la enfermedad del Presidente de la República da para todo. Y es por esa razón que la gente se imagina cualquier tipo de acontecimientos, y se generan los rumores, desde los que dicen que el hombre está en un spa o en una cura de desintoxicación como estuvo Maradona, pasando por los que expresan que le amputaron una pierna, que tiene una traqueotomía, o conectado a un respirador artificial. Hay más extremistas, como “La Bicha”, que afirma que ya recibió los santos oleos; y los que simplemente afirman que ya murió.
Por cierto, la ola que se corrió con mucha insistencia este fin de semana fue la de que Chávez había muerto. Ante este último comentario, su hija, María Gabriela Chávez, publicó en su cuenta Twitter @Maby80 lo siguiente: “Respeto a la familia y sobre todo respeto a mi pueblo. Basta de mentiras! Estamos junto a papá. VIVOS, luchando y recuperando la salud. CON DIOS” Comprendo la angustia de María Gabriela, pero lamentablemente quienes han irrespetado a su padre, a su familia, y sobre todo al pueblo, han sido aquellos que permitieron que un enfermo en estado terminal se presentara como candidato a la presidencia de la República.
Muestren al paciente
Ahora bien, si en realidad no quieren que se siga especulando sobre la salud o la muerte del Presidente, lo que se impone es que presenten a Hugo Rafael frente a las cámaras de canales independientes para que el pueblo obtenga lo que pudiéramos llamar una fe de vida, con lo cual se demostrarían dos cosas: primero, la de desmentir a los que dicen que está muerto, y segunda, que se permita al pueblo enterarse de las verdaderas condiciones en las que se encuentra su primer mandatario.
Desde luego, que aparezca acompañado con médicos especialistas para que informen el tipo de padecimiento de Chávez, el sitio de localización del cáncer y el tiempo probable de su curación. Esto para justificar el reposo que debe tener y que le impediría poder tomar posesión como Presidente el próximo 10 de enero. Insisto, los médicos deben ser especialistas, es decir, oncólogos, no designados por los hermanos Castro, sino por la Federación Médica Venezolana o la Sociedad Venezolana de Oncología a requerimiento del Tribunal Supremo de Justicia.
Oficialismo y oposición en terapia intensiva
Si la salud del Presidente está en precarias condiciones, no crean que la salud de las organizaciones políticas es muy vigorosa.
Después de la desaparición física del Presidente, tanto en la oposición como en el oficialismo se producirá una desbandada. Probablemente dentro del chavismo habrá al principio una aparente cohesión. El luto, aunque breve, unirá a los oficialistas. Mientras que algunos sectores opositores verán el momento como una oportunidad para “asaltar” el poder. Qué equivocados están: la muerte de Chávez debe servir para reconciliar al país, contra viento y marea.
Ni el chavismo puede ser fuerte sin Chávez, ni tampoco la oposición logrará ganar espacios democráticamente en un país anarquizado ante la muerte de quien administra las fuerzas del mal a su antojo.
¿Elecciones próximo año?
Si los rumores sobre la salud de Chávez resultan ser ciertos, imposible que no se produzca un desenlace fatal en las próximas semanas o meses. Ante esta situación, los únicos que tienen su candidato ya, son los de la tolda roja. La oposición no lo tiene. Se oyen nombres, pero, no sé, pienso que a pesar de las advertencias nos agarrará el catarro sin pañuelo.
Carta al Niño Jesús
En cualquier escenario los líderes de la oposición y del chavismo deben ser inteligentes y sobreponer los intereses de la nación a sus apetitos de poder. Tienen que entenderse y negociar la transición postchavista. Y eso quizá pase por respetarle a los chavistas sus 6 años en el gobierno. Ellos lo exigirán. Dirán que ganaron con Chávez, y punto. Desde este lado, necesariamente debemos armarnos de paciencia y jugar a la alta política; no la de asaltar el poder, sino la de ir enrumbando y proponer una especie de pacto de punto fijo.
De lo contrario, Venezuela seguirá hundiéndose. Un pacto que incluya la liberación de todos los presos políticos y la depuración del registro electoral. ¿Ustedes se imaginan cómo subirían los bonos venezolanos y la confianza en el país si se presenta la oportunidad de firmar un pacto de gobernancia entre el gobierno y la oposición? Es por el bien de Venezuela.
Bueno señores: eso es lo que debemos pedirle esta noche al Niño Jesús.
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